► Texto principal:
La degeneración macular asociada con la edad es una de las principales causas de deterioro visual irreversible en adultos mayores en todo el mundo. Los primeros signos de DMAE difieren del envejecimiento normal de la mácula por la presencia de drusas (depósitos que contienen lípidos y proteínas debajo del epitelio pigmentario retiniano).
La DMAE incipiente avanza a su último estadio 5% en los primeros 5 años y 15 % en 15 años, pudiendo convertirse en atrofia geográfica con islas de fotorreceptores y pérdida de epitelio pigmentario retiniano y coriocapilares o en neovascular. En la DMAE neovascular, se forman nuevos vasos en la coroides y atraviesan la membrana de Bruch penetrando en la retina.
Estos nuevos vasos sangran y dañan el tejido retiniano. Estos cambios morfológicos generan los síntomas de DMAE: metamorfopsia, visión borrosa o escotoma central. Si no se trata el nuevo tejido fibrovascular se forman cicatrices que destruyen el tejido macular causando deterioro visual grave en pocos años.
La disfunción inmune y la inflamación juegan un rol en la DMAE y existe la teoría de que su avance está relacionado con el incremento de la actividad inmune sistémica. Se ha apuntado al factor de crecimiento endotelial vascular (FCEV) para tratar la DMAE neovascular. El epitelio pigmentario retiniano produce FCEV como resultado de hipoxia e inflamación promovidas por las drusas, facilitando la formación de la neovascularización coroidal.
Sin embargo, no se entiende por qué algunos pacientes presentan drusas durante años sin desarrollar neovascularización coroidal. Monocitos y neutrofilos infiltran las lesiones de la neovascularización y se demostró que la disminución de monocitos reduce el tamaño de las lesiones. Los linfocitos; las células T en especial, no infiltran las lesiones, pero tienen una función en el complejo inmune al modificar la expresión de citoquinas en el epitelio pigmentario retiniano lo que promueve la quemotaxis y activación de monocitos.
En el presente estudio, se exploro el sistema leucocitario de los pacientes con DMAE. Se compararon controles sanos de edad similar con pacientes con DMAE inicial, atrofia geográfica y DMAE neovascular. Las muestras de sangre de los pacientes con DMAE neovascular al momento del diagnóstico mostraron valores más elevados de monocitos y linfocitos.
En dichos pacientes el valor más elevado de monocitos estuvo correlacionado con menor agudeza visual mejor corregida, mayor espesor de la fóvea central y lesiones de mayor tamaño. Valores más elevados de linfocitos estuvieron relacionados con menor tamaño de las lesiones y menos neovascularización coroidal. Neutrofilos elevados se asociaron con mayor tamaño de las lesiones de neovascularización coroidal. Lo que indica que la nueva neovascularización coroidal en pacientes con DMAE está asociada con una respuesta inmune sistémica.
► Pacientes y métodos:
Participaron pacientes con DMAE incipiente y tardía y controles de igual edad, a quienes se les tomaron muestras de sangre para el conteo de leucocitos. Los pacientes con DMAE neovascular fueron agrupados según el momento del diagnóstico de DMAE neovascular: nuevos diagnósticos de DMAE neovascular más de 30 días antes de la muestra de sangre, dentro de los 30 días de la muestra y más de 30 días después de la muestra.
En el presente estudio la actividad leucocitaria estuvo asociada con el diagnóstico de nueva DMAE neovascular. Los pacientes con dicho diagnóstico presentaron un conteo de monocitos basofilos eosinófilos más alto, lo que podría reflejar actividad de monocitos y conteo alto de linfocitos.
La edad avanzada provoca cambios en el sistema inmune, uno de los cuales es menor proporción de células T. Diversos estudios han demostrado alteraciones sistémicas en las células inmunes de los pacientes con DMAE. La presencia de drusas y signos de DMAE incipiente no parece afectar los conteos diferenciales, mientras que algunos estudios encontraron que la DMAE neovascular está relacionada con un leve incremento en el conteo de glóbulos blancos, lo que podría indicar que podría haber alguna actividad del sistema inmune en la neovascularización.
⇒ Conclusiones:
Se encontró que los nuevos diagnósticos de DMAE neovascular estuvieron asociados con actividad leucocitaria sistémica y que dicha actividad se correlaciona con la forma en que la neovascularización se manifiesta en la retina en términos de espesor foveal, tamaño de la neovascularización neovascular y tamaño total de las lesiones, todo esto contribuye al estado de la agudeza visual mejor corregida. Nuevos estudios son necesarios para investigar con mayor profundidad lo que ocurre en la circulación sistémica de pacientes con DMAE en la fase aguda de la neovascularización coroidal y si una intervención inmune es pertinente.
Resumen y comentario objetivo: Dr. Martín Mocorrea.