Estudio para evaluar la eficacia

Mejoría en niños con TDAH tratados con aripiprazol

Los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tratados con aripiprazol durante 6 semanas, demostraron mejoría del cuadro clínico, con efectos adversos leves.

Introducción

El aripiprazol (APZ) es un antipsicótico atípico con efecto agonista parcial sobre los receptores de serotonina 5-HT1A, antagonista de 5-HT2A y agonista parcial del receptor D2 para dopamina; actúa principalmente en los receptores a nivel de la corteza prefrontal del cerebro.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una enfermedad crónica, que habitualmente se diagnostica en la infancia, caracterizada por síntomas de inquietud, hiperactividad e inatención. Se considera que esta enfermedad se debe a trastornos de la conducción dopaminérgica a nivel de la corteza prefrontal. El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia y los efectos cognitivos de APZ en niños con diagnóstico de TDAH.

Métodos

Se evaluaron niños de entre 8 y 12 años que cumplieron los criterios diagnósticos de la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) para TDAH combinado o TDAH tipo predominantemente inatento. Los pacientes fueron evaluados de manera ambulatoria, siempre acompañados por padre o tutor, al inicio del tratamiento con APZ y en las semanas 1, 2, 3, 4 y 6. El diagnóstico se confirmó con una entrevista con un psiquiatra infanto juvenil, de 90 minutos de duración, y también se aplicó el Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia for School-Age Children-Present and Lifetime Version (K-SADS-PL).

Se administraron 2.5 mg/día de APZ por la mañana, dosis que se incrementó en 2.5 mg por semana  hasta alcanzar a la dosis esperada de 10 mg/día. La dosis se modificó o suspendió para preservar la salud del paciente en caso de intolerancia o efectos adversos. Los pacientes que no toleraron más de 5 mg/día de APZ fueron excluidos del estudio. No se permitió el consumo de otros psicofármacos durante el seguimiento. Previo al inicio del tratamiento se realizaron examen físico, electrocardiograma y toma de muestra de laboratorio para hemograma completo con perfil químico y tiroideo, evaluación de tóxicos en orina, prolactinemia y prueba de embarazo. Estas pruebas se repitieron al finalizar el estudio.

El seguimiento de los pacientes se efectuó mediante la ADHD Rating Scale-IV (ARS-IV) y la Clinical Global Impressions Scale-Severity (CGI-S), que se aplicaron al inicio del tratamiento y en las semanas 1, 2, 3, 4 y 6. También se utilizó la Children’s Global Assessment Scale (CGAS) al inicio del tratamiento y en la semana 6.

Para la evaluación cognitiva se utilizaron tres pruebas al inicio y a la finalización del estudio: el Conners’ Continuous PerformanceTest II,  para determinar la inatención y la impulsividad; las subescalas Reading and Math Fluency de los Woodcock - Johnson III Tests of Achievement, para valorar las habilidades en lectura y matemática,  utilizadas a nivel escolar, y el Stroop Color and Word Test  versión para niños de 5 a14 años, utilizada para determinar la capacidad de inhibir los impulsos.

Durante todas las entrevistas se evaluó la posible aparición de efectos adversos.
 
Resultados

Fueron evaluados 36 niños de ambos sexos con diagnóstico de TDAH. Cuatro de ellos no cumplieron los criterios de inclusión del estudio y  9 no terminaron el seguimiento.La muestra final consistió en 14 (60.9%) varones y 9 (39.1%) mujeres. La dosis media al inicio del tratamiento fue de 0.07 mg/kg/día y, al finalizarlo, de de 0.18 mg/kg/día. Concluido el tratamiento se observó mejoría en los puntajes de la ARS-IV [F (1,21) = 64.4, p< 0.001], en la CGAS [F (1,21) = 32.4, p <0.0001] y en la CGI-S [F (1,21) = 33.70,  p <0.001]. No se observaron diferencias entre la mejoría obtenida en los pacientes con TDAH combinado o TDAH tipo predominantemente inatento.

Los efectos adversos más frecuentes fueron la somnolencia, la cefalea, las náuseas y los trastornos extrapiramidales (con predominio de temblores). También se describió un descenso leve de la presión arterial y aumento de peso, con una media de incremento de 2 kg; esto fue más acentuado en pacientes que recibían estimulantes antes del inicio del tratamiento con APZ. No se hallaron cambios significativos  en el electrocardiograma, el hemograma  o el perfil químico y tiroideo, solamente se observó una disminución leve del nivel de prolactina en sangre.
 
No se hallaron diferencias significativas en las tres pruebas cognitivas aplicadas antes de comenzar el tratamiento con APZ y al finalizar el seguimiento.
 
Conclusión

Según los investigadores, la administración de APZ causa mejoría en los pacientes con TDAH combinado y tipo predominantemente inatento, con efectos adversos leves, como la disminución de la presión arterial y de los niveles de prolactina en sangre que no se tradujeron en manifestaciones clínicas. A su vez, el aumento de peso fue leve, probablemente debido a la supresión del consumo crónico de estimulantes en esta cohorte. También debe destacarse que a pesar de obtener una mejoría en los síntomas de TDAH durante el seguimiento, no se observaron modificaciones en las pruebas cognitivas en esta población.  La mejoría observada con la administración de APZ en pacientes con TDAH abre una línea de investigación para poder administrar de manera segura y eficaz estos fármacos a los niños en el futuro.

♦ SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica