Muchos pediatras proveen una atención inadecuada a los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), ya que utilizan en exceso los fármacos y no evalúan de forma exhaustiva los síntomas de los niños, informa un estudio reciente.
Casi una tercera parte de los pediatras que diagnostican a los niños con TDAH no consultan el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), un paso necesario para determinar si los niños cumplen con los criterios del trastorno del cerebro, encontraron los investigadores.
Un gran número de pediatras tampoco solicitan las calificaciones de los padres y los maestros sobre la conducta cotidiana de los niños, una información que es esencial para el diagnóstico del TDAH y para controlar si las terapias recetadas funcionan, señaló el estudio.
Y por último, los médicos parecen utilizar mucho los medicamentos para tratar el TDAH. Casi nueve de cada diez niños con TDAH toman algún tipo de fármaco. Pero apenas uno de cada diez niños recibe también una terapia conductual o psicoterapia, según el estudio.
"La calidad de la atención parece ser muy baja y no cumplir con las directrices de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics)", señaló el autor líder, Jeffery Epstein, director del Centro de TDAH, Medicina Conductual y Psicología Clínica del Hospital Pediátrico de Cincinnati.
Los niños con TDAH exhiben unos niveles de falta de atención, hiperactividad e impulsividad que pueden resultar nocivos para sus relaciones sociales y familiares, e impedir su aprendizaje, según el Instituto Nacional de la Salud Mental. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. calculan que el 9 por ciento de los niños estadounidenses de 5 a 17 años de edad sufren de la afección, que con frecuencia continúa en la adultez.
Un "método combinado de medicamentos más consejería con frecuencia se considera como el método óptimo", afirmó el Dr. Andrew Adesman, jefe de pediatría del desarrollo y conductual del Centro Médico Pediátrico Cohen de Nueva York.
Los investigadores observaron la atención del TDAH al revisar al azar casi 1,600 expedientes de pacientes de 188 proveedores de atención de salud pediátrica de 50 consultorios del centro y el norte de Ohio, según el estudio.
Aunque más del 93 por ciento de los niños con TDAH toman fármacos, apenas el 13 por ciento reciben también alguna forma de terapia, según el estudio, publicado en línea el 3 de noviembre en la revista Pediatrics.
"Aunque los tratamientos conductuales se consideran como el tratamiento de primera línea para los niños preescolares y de escuela primaria con TDAH, muy pocas familias reciben este tipo de tratamiento [no farmacológico] en un ámbito comunitario", lamentó Adesman, que no participó en el estudio.
Los pediatras en gran medida tampoco recogen las impresiones de los padres o maestros sobre qué tan bien va el tratamiento del TDAH de un niño. Apenas el 10.8 por ciento de los expedientes de los pacientes contenían la calificación de los padres sobre los síntomas de TDAH en el primer año del tratamiento, y solo el 7.5 por ciento tenían alguna calificación de los síntomas de parte de los maestros.
"Las directrices sugieren que los pediatras deben recolectar escalas de calificación para ver si los medicamentos están teniendo el efecto adecuado y óptimo", señaló Epstein. "Esos informes de padres y maestros son esenciales".
Casi la mitad de las veces, los pediatras tampoco obtienen esas escalas de calificación conductual de parte de los padres y maestros antes de diagnosticar a un niño con TDAH, "a pesar de las directrices inequívocas de la Academia Americana de Pediatría", anotó Adesman.
Es probable que los pediatras no sigan las escalas de calificación porque enviarlas a los padres y maestros, que las devuelvan y procesarlas puede consumir mucho tiempo, dijo Epstein.
"Es un proceso lleno de esfuerzo que no se reembolsa muy bien, y por tanto simplemente no se hace", planteó.
También es preocupante que en el 30 por ciento de los casos los pediatras no consulten el DSM-5 antes de diagnosticar a un niño con TDAH, encontraron los investigadores.
El DSM-5, un manual producido por la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association), sirve como la autoridad universal para diagnosticar con precisión los trastornos psiquiátricos y conductuales. La Academia Americana de Pediatría aconseja a los pediatras que consulten el DSM-5 antes de diagnosticar el TDAH.
"Encontramos que se usaba en alrededor del 70 por ciento de los casos, y se debería usar el 100 por ciento de las veces", enfatizó Epstein.
Adesman dijo que el estudio "resalta muchas áreas a mejorar en el método de los pediatras para diagnosticar y tratar el TDAH".
Es probable que las presiones de tiempo hagan que los pediatras se ahorren pasos al evaluar el TDAH, dijo Epstein.
"Las visitas típicas al consultorio duran unos 10 a 15 minutos", señaló. "Intentar evaluar el TDAH en un periodo de 15 minutos es muy difícil".
Los padres preocupados deben preguntar sin tapujos a los pediatras la forma en que diagnostican la afección, aconsejó Epstein.
Pregunte al pediatra si recolecta las escalas de calificación conductual de padres y maestros, tanto para el diagnóstico como para el seguimiento, dijo. También pregunte cómo el pediatra se asegura de que las terapias para el TDAH estén funcionando, añadió.
Los padres también pueden hablar con otros padres y pedir referencias a pediatras que provean una atención satisfactoria, aseguró Epstein.
FUENTES: Jeffery Epstein, Ph.D., director, Center for ADHD, Behavioral Medicine and Clinical Psychology, Cincinnati Children's Hospital, Ohio; Andrew Adesman, M.D., chief, developmental and behavioral pediatrics, Cohen Children's Medical Center of New York, New Hyde Park, N.Y.; December 2014 Pediatrics.