Un retraso en el diagnóstico de la demencia puede suponer un riesgo para las personas, sugiere un nuevo estudio.
Las personas con señales de una demencia probable, pero que todavía no han recibido un diagnóstico formal, tienen casi el doble de probabilidades que las que han recibido un diagnóstico de seguir realizando actividades potencialmente inseguras, como cocinar, conducir, y gestionar sus medicamentos y sus finanzas.
El estudio incluyó información de más de 7,600 estadounidenses. Todos tenían 65 años o más.
Los hallazgos mostraron que:
- Alrededor de un 17 por ciento de las personas diagnosticadas con demencia, y un 28 por ciento de las no diagnosticadas, seguían conduciendo.
- Un 12 por ciento de las personas diagnosticadas y un 29 por ciento de las no diagnosticadas seguían gestionando sus finanzas.
- Un 17 por ciento de las personas diagnosticadas y un 42 por ciento de las no diagnosticadas seguían cocinando sus comidas.
- Casi un 22 por ciento de las personas diagnosticadas y un 50 por ciento de las no diagnosticadas seguían gestionando sus propios medicamentos.
Pero el estudio encontró que las personas con síntomas de demencia (con o sin un diagnóstico de demencia) eran menos propensas a realizar esas actividades en general.
"Eso es una buena noticia, aunque las cifras siguen siendo importantes desde el punto de vista de la salud y la seguridad públicas. Los pacientes mismos o sus familiares están regulándose ellos mismos y haciendo estas actividades con menos frecuencia a medida que la enfermedad avanza", dijo la líder del estudio, la Dra. Halima Amjad.
Amjad es becaria de la División de Medicina Geriátrica y Gerontología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.
Los pacientes y sus familias deben estar conscientes de la demencia, de forma que los médicos y los seres queridos puedan tomar medidas para proteger a los pacientes, plantearon los investigadores.
"Cuando los pacientes reciben un diagnóstico formal de demencia, sus familias normalmente están conscientes de que, en algún momento, sus seres queridos no podrán conducir o necesitarán más ayuda con sus medicamentos", señaló Amjad en un comunicado de prensa de la universidad.
"Pero cuando las personas no han sido diagnosticadas, las familias y los amigos podrían ignorar, o no ser conscientes de, los problemas funcionales que ya existen", añadió.
Unos 5 millones de personas de Estados Unidos tienen algún tipo de demencia, lo que incluye la enfermedad de Alzheimer. Se anticipa que esa cifra se haya casi triplicado en 2050, apuntaron los investigadores.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición en línea del 2 de junio de la revista Journal of the American Geriatrics Society.
FUENTE: Johns Hopkins University