Alternativas de tratamiento

Nuevas opciones para el tratamiento de los pacientes con depresión

Tanto la vilazodona como la vortioxetina y el levomilnacipran constituyen opciones antidepresivas a considerar

Autor/a: Elmaadawi A, Singh N, Reddy J, Nasr S

Fuente: Current Psychiatry 14(2): 29-36, Feb 2015

Introducción y objetivos

La depresión es un trastorno mental frecuente. Durante décadas, la administración de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) constituyó una opción de primera línea para el tratamiento de los pacientes con depresión. No obstante, el índice de remisión luego del primer esquema de ISRS administrado no alcanza el 30% y disminuye aun más a medida que se intentan nuevos tratamientos. Por este motivo, la búsqueda de nuevos antidepresivos con un mejor perfil de acción continúa en la actualidad.

Durante los últimos años la Food and Drug Administration (FDA) aprobó el empleo de vilazodona, levomilnacipran y vortioxetina para el tratamiento de los pacientes con depresión mayor. En el presente estudio se evaluaron dichos antidepresivos con el fin de brindar información sobre sus características y el modo de prescripción más conveniente.

Vilazodona

La vilazodona aumenta la biodisponibilidad de la serotonina mediante el bloqueo de su recaptación y el agonismo parcial 5HT1A presináptico. Este último mecanismo de acción se asociaría con los beneficios de la droga en pacientes con depresión en comorbilidad con ansiedad, aunque hasta el momento sólo fue aprobada para el tratamiento de los pacientes con depresión. Entre los efectos adversos de la vilazodona se destacan los trastornos gastrointestinales y las cefaleas. En cambio, la droga no genera aumento ponderal ni efectos adversos sexuales en forma significativa.

Levomilnacipran

El levomilnacipran es el enantiómero del milnacipran y pertenece a la familia de inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN). El efecto de la droga sobre la recaptación de noradrenalina es mayor en comparación con su efecto sobre la recaptación de serotonina. El levomilnacipran mejoraría el desempeño cognitivo relacionado con la acción de la noradrenalina, es decir, la concentración y la motivación. En consecuencia, su administración se asociaría con una mejoría del desempeño social del paciente. Entre los efectos adversos del levomilnacipran se destaca el aumento de la frecuencia cardíaca y de la tensión arterial, la disfunción eréctil y los síntomas urinarios. En cambio, la droga no afectaría el peso corporal en forma significativa. Los autores consideran que el levomilnacipran es especialmente efectivo para el tratamiento de los pacientes con depresión que presentan dolor crónico y disfunción social.

Vortioxetina

La vortioxetina es un ISRS que actúa como agonista completo 5-HT1A y antagonista 5-HT3, inhibe a los receptores 5-HT7 y 5-HT1D y es agonista parcial 5-HT1B. Dicha acción resulta en un aumento de la actividad dopaminérgica, noradrenérgica y colinérgica a nivel de la corteza prefrontal. Como consecuencia se observa una mejoría del déficit cognitivo asociado con la depresión. A diferencia de los demás antidepresivos evaluados en el presente estudio, la acción de la vortioxetina fue analizada a largo plazo, en pacientes ancianos y en términos de mejoría del déficit cognitivo, con resultados satisfactorios. En consecuencia, la vortioxetina sería de especial utilidad para el tratamiento de los pacientes ancianos con depresión y déficit cognitivo.

Seguridad del tratamiento

Tanto la vilazodona como el levomilnacipran y la vortioxetina podrían aumentar el riesgo de suicidio y ninguno se encuentra aprobado para el tratamiento de pacientes menores de 18 años. Otra cuestión a considerar son las interacciones farmacológicas. La vilazodona es metabolizada por las isoenzimas del citocromo P (CYP) 3A4 y 3A5. La dosis de la droga debe disminuirse ante la coadministración de un inhibidor del CYP3A4 como el ketoconazol, en tanto que debe aumentarse si se administra junto con inductores del CYP3A4 como la carbamazepina. No obstante, la dosis máxima no debe superar los 80 mg/día.

El levomilnacipran es eliminado por vía renal y, a diferencia de la vilazodona y la vortioxetina, su administración en combinación con drogas que afectan la actividad del CYP no tiene consecuencias sobre su concentración. En caso de insuficiencia renal leve no es necesario ajustar la dosis de levomilnacipran. En cambio, los pacientes con insuficiencia renal moderada o grave no deberían recibir dosis mayores de 80 y 60 mg/día en una toma, respectivamente.

La vortioxetina tiene una vida media de 66 horas y es metabolizada por el CYP450, principalmente por la isoenzima 2D6. La combinación de vortioxetina con el inhibidor del CYP2D6 bupropión aumenta el nivel plasmático un 128%. Esto no se observa ante la combinación con otros inhibidores. En consecuencia, no se recomienda administrar vortioxetina en combinación con el bupropión, ya que aumentará el riesgo de náuseas, diarrea y cefaleas.


Conclusión

La vilazodona, el levomilnacipran y la vortioxetina constituyen opciones adicionales para el tratamiento de los pacientes con depresión mayor. De acuerdo con los datos disponibles, la vilazodona debería ser utilizada en pacientes con depresión ansiosa, en tanto que el levomilnacipran sería más apropiado para los pacientes con depresión y dolor y la vortioxetina brindaría beneficios especialmente a los ancianos con depresión y deterioro cognitivo. 

♦ SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica