Evaluación del nivel de PCR

Asociación entre el nivel de inflamación y la respuesta al tratamiento antidepresivo

Los biomarcadores inflamatorios se asociaron con el curso de la depresión y podrían predecir la respuesta al tratamiento antidepresivo.

Autor/a: Uher R, Tansey K, McGuffin P y colaboradores

Fuente: American Journal of Psychiatry 171(12): 1278-1286, Dic 2014

Introducción y objetivos

La falta de respuesta adecuada al tratamiento es frecuente y genera una carga significativa a los pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM). Según algunos autores, el empleo de biomarcadores puede resultar útil para personalizar el tratamiento antidepresivo y mejorar el resultado. No obstante, no se cuenta con información suficiente sobre los predictores clínicamente significativos del resultado terapéutico.

De acuerdo con los datos disponibles, la inmunidad y la inflamación se relacionan con la fisiopatología de la depresión y con la respuesta al tratamiento antidepresivo. Asimismo, los biomarcadores inflamatorios se asociaron con el curso de la depresión y podrían predecir la respuesta al tratamiento antidepresivo.

Mientras que la noradrenalina inhibe la síntesis de citoquinas proinflamatorias Th1 como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF alfa), la serotonina inhibe la síntesis de citoquinas Th2 como la interleuquina 6 (IL-6). A su vez, los antidepresivos que modulan dichos neurotransmisores también afectan el nivel de las citoquinas, en tanto que las citoquinas inflamatorias modulan el metabolismo de la serotonina y de la noradrenalina. Lo antedicho permite suponer que los niveles de inflamación sistémica observados antes del inicio del tratamiento predicen la respuesta al tratamiento antidepresivo.

El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar si el nivel de proteína C-reactiva (PCR) predice la respuesta al escitalopram y a la nortriptilina en pacientes con depresión.
 
Pacientes y métodos

Los autores analizaron la información obtenida en el estudio Genome-Based Therapeutic Drugs for Depression (GENDEP) llevado a cabo con el objetivo de comparar el tratamiento con nortriptilina o escitalopram. Participaron 811 adultos con TDM diagnosticados mediante la entrevista semiestructurada Schedules for Clinical Assessment in Neuropsychiatry. El presenta análisis incluyó la información correspondiente a 241 pacientes para los cuales se contaba con la evaluación de los niveles de PCR al inicio del tratamiento.

Los participantes recibieron tratamiento con escitalopram (n = 115) o nortriptilina (n = 126) durante un período de 12 semanas, en dosis medias de 17 mg/día y 106 mg/día, respectivamente. El tratamiento fue completado por el 80.9% y 68.3% de los pacientes, respectivamente. No obstante, no se observaron diferencias entre ambos grupos en términos de eficacia antidepresiva.

El criterio principal de valoración fue el puntaje total de la Montgomery-Åsberg Depression Rating Scale (MADRS). En segundo lugar se evaluó el resultado de la 17-item Hamilton Rating Scale for Depression (HAM-D) y del Beck Depression Inventory (BDI). El nivel de PCR fue analizado en muestras de sangre periférica mediante una prueba estandarizada, sensible y reproducible.
 
Resultados

La evaluación realizada al inicio del estudio indicó que el 54% de los pacientes presentaban niveles bajos de inflamación sistémica, en tanto que el 26%, el 15% y el 4% de los sujetos presentaban niveles moderados, altos o correspondientes a la inflamación aguda, respectivamente. El nivel inicial de inflamación sistémica se correlacionó en forma positiva con el índice de masa corporal (IMC) y la edad, en tanto que no guardó relación con la gravedad o los síntomas depresivos. No se hallaron diferencias significativas del nivel de inflamación entre los grupos tratados con escitalopram o nortriptilina.

Ambas drogas resultaron igualmente efectivas para mejorar la depresión. El nivel inicial de PCR interactuó en forma significativa con el tratamiento antidepresivo. Concretamente, el escitalopram fue menos efectivo en los pacientes con un nivel más elevado de inflamación sistémica. En cuanto a los pacientes tratados con nortriptilina, el nivel elevado de inflamación sistémica inicial se asoció con un resultado terapéutico superior, aunque dicha superioridad no fue significativa. La interacción entre el tratamiento antidepresivo y la inflamación sistémica tuvo lugar al considerar el estado anímico, los síntomas cognitivos y los síntomas neurovegetativos.
 
Discusión

Los resultados obtenidos permiten indicar que el nivel de PCR predice la respuesta al tratamiento con escitalopram y nortriptilina. En consecuencia, la medición del nivel de PCR puede resultar útil para mejorar los resultados del tratamiento de los pacientes con depresión. Una ventaja de la elección de dicho parámetro es la facilidad de medición, ya que puede analizarse mediante una muestra de sangre periférica. Es posible que la combinación de biomarcadores y variables clínicas permita predecir la respuesta al tratamiento con un nivel aún mayor de precisión. De todos modos, es necesario contar con estudios adicionales que permitan corroborar los resultados.

A diferencia de la farmacogenética, la medición del nivel de PCR resultó promisoria. Es posible que los biomarcadores dependientes de estado sean necesarios para individualizar el tratamiento antidepresivo. La realización de estudios adicionales permitirá conocer la utilidad de combinar herramientas genéticas con biomarcadores dependientes de estado. Los resultados obtenidos coinciden con lo informado en estudios anteriores. Por ejemplo, algunos autores hallaron que el nivel elevado de PCR o de citoquinas proinflamatorias se asocia con una disminución de la respuesta al tratamiento con fluoxetina, escitalopram o venlafaxina, entre otras drogas.

Puede indicarse que la inflamación sistémica es un moderador de la respuesta al tratamiento antidepresivo. No obstante, es necesario tener en cuenta ciertas limitaciones a la hora de interpretar los resultados obtenidos. En primer lugar, los antidepresivos evaluados tienen características farmacológicas diferentes. En segundo lugar, no fue posible analizar los efectos observados desde el punto de vista molecular. Además, el estudio GENDEP fue farmacogenético y la obtención de muestras de sangre no fue prioritaria, con lo cual la cantidad de participantes incluidos en el presente estudio fue relativamente baja. Es necesario contar con estudios adicionales para obtener conclusiones definitivas.
 
Conclusión

La evaluación del nivel de PCR puede ser de utilidad para seleccionar el antidepresivo que será más beneficioso para un determinado paciente. El nivel elevado de inflamación indica un beneficio potencial superior ante la administración de nortriptilina en comparación con el tratamiento con un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina.

♦ SIIC - Sociedad Iberoamericana de Información Científica