En personas con sobrepeso y obesidad

Relación de las circunferencias corporales con la enfermedad cardiometabólica

La circunferencia de la muñeca puede ser utilizada como herramienta práctica para evaluar el riesgo metabólico en personas con sobrepeso y obesidad, pero no como marcador de aterosclerosis avanzada.

Autor/a: Maddaloni E, Cavallari I, Pozzilli P y colaboradores

Fuente: American Journal of Cardiology 118(6): 822-827, Sep 2016

► Introducción

La obesidad es un factor de riesgo conocido de enfermedad metabólica y enfermedad cardiovascular (ECV). Más que la cantidad de tejido adiposo, su distribución y función suelen desempeñar un papel importante en la aparición de ECV. La obesidad suele evaluarse mediante el índice de masa corporal (IMC). Además, la medición de las circunferencias corporales constituye un método sencillo para evaluar la distribución del tejido adiposo en la práctica diaria. En particular, la circunferencia de la cintura constituye uno de los criterios diagnósticos para síndrome metabólico (SM). Otras circunferencias corporales han sido sugeridas como potenciales mediciones antropométricas de riesgo cardiometabólico, como la circunferencia del cuello y de la muñeca, dada su asociación independiente con la insulinorresistencia y la diabetes. El índice de adiposidad visceral (IAV) es un índice específico para sexo propuesto como marcador indirecto de la función del tejido adiposo debido a su fuerte asociación con los niveles de adiponectina y los eventos cardiovasculares y cerebrovasculares.

La obesidad es un factor de riesgo conocido de enfermedad metabólica y enfermedad cardiovascular (ECV). Más que la cantidad de tejido adiposo, su distribución y función suelen desempeñar un papel importante en la aparición de ECV. 

Los autores realizaron el presente estudio para validar las circunferencias corporales (cuello, muñeca y relación cintura/cadera [RCC]) como marcadores prácticos de disfunción metabólica como correlato de IAV, SM y aterosclerosis.

► Métodos

En el presente estudio transversal se incluyeron sujetos que, en forma consecutiva, fueron sometidos a angiografía coronaria y ecografía Doppler carotídea, diagnósticas y electivas, en el Departamento de Ciencias Cardiovasculares de la Universidad de Roma, entre septiembre de 2014 y enero de 2015. Fueron excluidos los sujetos con diabetes, IMC < 18.5 kg/m2 o > 45 kg/m2 o con infarto de miocardio con elevación del segmento ST o sin ella. Se recabaron datos demográficos y antropométricos, antecedentes médicos y medicamentos concomitantes. 

Antes de la angiografía coronaria se realizó un análisis de laboratorio. La ecografía Doppler carotídea incluyó la medición del espesor íntima-media carotídeo (EIMc). Se definió aterosclerosis avanzada con > 70% de estenosis luminal de cualquier arteria coronaria con requerimiento de intervención o > 50% de estenosis luminal de cualquier carótida.

► Resultados

Un total de 120 participantes, 87 hombres y 33 mujeres, fueron incluidos en el estudio. Las principales indicaciones para la angiografía diagnóstica fueron evaluación prequirúrgica de rutina en candidatos para cirugía cardíaca o vascular, o síntomas o pruebas no invasivas sugestivas de isquemia miocárdica. El 69.4% de los pacientes presentaba al menos 2 factores de riesgo cardiovascular mayores (hipertensión arterial, dislipidemia, tabaquismo o antecedente familiar de ECV) y el 70.9% cumplía los criterios de SM. La edad promedio de los participantes fue de 68.3 ± 9.8 años. Los hombres presentaron valores más altos de RCC y circunferencia de muñeca y cuello en comparación con las mujeres.

En el análisis bivariado en toda la población, el IAV se asoció en forma significativa con la RCC y la circunferencia de la muñeca y del cuello. Estas asociaciones persistieron significativas luego de contemplar la edad. No obstante, cuando se introdujo el IMC en el modelo multivariado, sólo la relación entre el IAV y la RCC persistió significativa. Las 3 circunferencias fueron mayores en los individuos con SM.

Cuando la población fue estratificada por categorías de IMC, no se encontró una asociación entre las circunferencias corporales y el IAV o el SM en sujetos con IMC < 25 kg/m2. El IAV se vinculó en forma significativa con la RCC y la circunferencia de cuello y de la muñeca en sujetos con IMC > 25 kg/m2. En este último subgrupo, el IAV no se asoció con la edad, el sexo, el IMC, el empleo de estatinas o los niveles de colesterol total o de colesterol asociado con lipoproteínas de baja densidad (LDLc).

Los sujetos con sobrepeso u obesidad con SM mostraron valores más elevados de circunferencia de muñeca y de cuello y de RCC que aquellos sin SM. Sin embargo, sólo la diferencia en la circunferencia de muñeca persistió significativa luego del ajuste (IMC, sexo y edad). Los terciles más altos específicos para sexo de la circunferencia de muñeca se asociaron en forma independiente con un riesgo aumentado de SM en pacientes con IMC > 25 kg/m2, pero no de RCC o circunferencia del cuello.

En el 73.3% de los sujetos se diagnosticó enfermedad aterosclerótica avanzada; el 64.2% de los pacientes presentaron enfermedad coronaria significativa, mientras que en el 32.4% manifestaron aterosclerosis significativa. El EIMc promedio fue mayor en los hombres que en las mujeres. El análisis de regresión mostró asociaciones significativas entre el EIMc y el IAV y entre el EIMc y la relación triglicéridos/lipoproteínas de alta densidad. Estas asociaciones persistieron significativas luego de realizar ajustes por la edad, el sexo y el empleo de estatinas. Luego del ajuste por el sexo, la RCC, la circunferencia del cuello y la circunferencia de la muñeca no mostraron asociación con el EIMc.

Los participantes con aterosclerosis avanzada en al menos un sitio, coronario o carotídeo, eran con mayor frecuencia hombres, de mayor edad, y tenían hipertensión arterial y SM que los sujetos sin aterosclerosis avanzada. La diferencia significativa en los niveles de colesterol total y LDLc desapareció luego del ajuste por la terapia con estatinas. Los modelos de regresión logística para la asociación con la aterosclerosis avanzada indicaron que el EIMc y la presencia de SM se correlacionaron con un aumento de la tasa de aterosclerosis avanzada, en forma independiente de la edad y el sexo. En esta cohorte, el IAV no se asoció de manera significativa con la aterosclerosis avanzada. Ni el IMC ni las circunferencias corporales o sus terciles específicos por sexo se asociaron en forma independiente con el diagnóstico angiográfico ni ecográfico de aterosclerosis avanzada.

► Discusión

El principal hallazgo de este estudio es que las circunferencias corporales representan una herramienta de utilidad para identificar las alteraciones metabólicas en personas con sobrepeso u obesidad. Los datos también confirman que las alteraciones metabólicas se asocian en forma independiente con el EIMc y con la aterosclerosis avanzada.

El principal hallazgo de este estudio es que las circunferencias corporales representan una herramienta de utilidad para identificar las alteraciones metabólicas en personas con sobrepeso u obesidad.

Con anterioridad existía controversia respecto de qué mediciones de adiposidad predecían mejor el riesgo cardiovascular. El desacuerdo principal reside en si la cantidad total de la distribución del tejido adiposo es lo que confiere el mayor riesgo para enfermedad metabólica y ECV. Estudios previos han mostrado que la grasa visceral, pero no la subcutánea o la periférica, es proaterogénica. Por otro lado, ninguna medición permite discriminar en forma adecuada entre la masa magra y la masa grasa, lo que puede conducir a clasificar incorrectamente a los pacientes dentro de peso normal u obesidad, como ocurre en ocasiones con ancianos, mujeres, personas de baja estatura o con gran desarrollo muscular. En este contexto, las circunferencias corporales han sido propuestas como herramienta de utilidad para evaluar la obesidad visceral y el depósito de grasa periférica. Si bien todas estas circunferencias han demostrado alta correlación, cada una tiene su peculiaridad. Por ejemplo, la circunferencia de la cintura se asocia con el tejido adiposo visceral y la circunferencia de la cadera, del cuello y de la muñeca con otra distribución de la grasa corporal.

En este estudio, en los participantes con IMC > 25 kg/m2, las mencionadas circunferencias se asociaron con el IAV, un marcador indirecto de la función del tejido adiposo. Este índice fue tomado como modelo en una población de pacientes de raza blanca de atención primaria y mostró una correlación fuerte e independiente con eventos tanto cardiovasculares como cerebrovasculares, así como una asociación inversa significativa con la sensibilidad a la insulina. Posteriormente, se publicó su correlación directa con los niveles de adiponectina.

En concordancia con estos hallazgos, los datos de este estudio sugieren que la circunferencia de la muñeca podría contribuir para identificar sujetos con sobrepeso u obesidad con mayor probabilidad de padecer SM. En este mismo sentido, se ha demostrado una relación estrecha entre la circunferencia de la muñeca y la insulinorresistencia en sujetos con sobrepeso u obesidad.

Todos estos datos, en conjunto, sugieren que, en la práctica diaria, podrían distinguirse fenotipos metabólicamente no saludables frente a saludables de sujetos con sobrepeso y obesidad mediante una cinta métrica. En este estudio, los autores encontraron que la circunferencia del cuello y la RCC se asociaron con el SM en sujetos con sobrepeso u obesidad, pero de acuerdo con los resultados del análisis multivariado, estas mediciones no agregaron información significativa a la aportada por el IMC.

En el contexto de la ECV, las pruebas señalan que en la población de bajo riesgo la circunferencia de la cadera y la RCC constituyen métodos válidos para predecir una evolución adversa, incluida la mortalidad de causa coronaria. No obstante, poco se sabe respecto del valor predictivo de la circunferencia del cuello y de la muñeca. De hecho, los autores resaltan que en la presente investigación ninguna de estas mediciones se asoció con aterosclerosis subclínica o avanzada.

Asimismo, señalan que los datos obtenidos confirman que el EIMc y el SM se asocian en forma independiente con el riesgo de aterosclerosis avanzada. Esto podría sugerir que la disfunción adiposa podría estar implicada en los estadios tempranos de la patogenia de la aterosclerosis, pero otros factores de riesgo cardiovasculares graves, como la dislipidemia y la hipertensión arterial, son necesarios para la progresión de la enfermedad.


SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica