Glaucoma de ángulo abierto

Repetición de trabeculectomía en el mismo sitio para procedimientos que fracasan

Trabeculectomía con mitomicina C luego del fracaso de un procedimiento previo e identificación de factores de riesgo de fracaso en pacientes con glaucoma de ángulo abierto

Autor/a: Pradtana Hirunpatravong, MD, Alizadeh Reza, MD y colaboradores.

Fuente: Am J Ophthalmol. 2016 Oct;170:110-118.

Indice
1. Página 1
2. Referencias bilibiográficas

Texto principal:

La trabeculectomía, realizada por primera vez en 1967, se convirtió en la cirugía más común para tratamiento de glaucoma. Los metabolitos adyuvantes, generalmente mitomicina C (MMC), aumentan las probabilidades de éxito del procedimiento. No obstante, la trabeculectomía falla en general con el tiempo, pero se repite el procedimiento y se trata de no afectar más tejido conjuntivo realizándolo en el mismo lugar.

En el presente estudio se analizaron los resultados tonométricos a largo plazo de la repetición de trabeculectomía en el mismo sitio con MMC en pacientes con glaucoma de ángulo abierto, luego del fracaso de un primer procedimiento y se identificaron factores de riesgo del fracaso quirúrgico.


Pacientes y métodos:

Participaron 117 pacientes (130 ojos) con glaucoma primario de ángulo abierto, glaucoma pigmentario o pseudoexfoliación, en quienes fracasó una primera trabeculectomía. Los pacientes fueron mayores de 40 años. Se establecieron tres niveles de éxito para el procedimiento: A) PIO≤18 mmHg y reducción de 20%. BI PIO ≤15 mmHg y reducción de 25% y C) PIO ≤12 mm Hg y reducción de 30%.

Se utilizó análisis de regresión multivariante de Cox para identificar factores de riesgo.

El éxito de la trabeculectomía se considera aquel donde la PIO menor de 21 mmHg o un porcentaje determinado de reducción de PIO. Sin embargo, en la actualidad los objetivos postoperatorios están por debajo del nivel tradicional de 21 mmHg.

En el presente estudio, el éxito de la trabeculectomía a los 5 años de la repetición de trabeculectomía fue de 53%, 43% y 26% para los criterios A, B y C, respectivamente. El criterio C (PIO ≤12mmHg) se utiliza para pacientes con daño grave o pacientes en los que el glaucoma avanza a pesar de tener una PIO relativamente baja.

La repetición de trabeculectomía en el mismo sitio tiene la ventaja de preservar mejor la conjuntiva y, en general no hace falta nueva iridotomía. Según nuestra experiencia las ampollas en posición superior provocan menos disestesia que las ubicadas en posición nasal o temporal.

Cuando fracasa una primera trabeculectomía, la alternativa está entre colocar un dispositivo de drenaje o repetir la trabeculectomía. El presente estudio muestra buenos resultados para la repetición de trabeculectomía con MMC especialmente para los criterios A y B, a los cinco años. Para el objetivo de una PIO ≤12 mmHg la repetición de la trabeculectomía no da tan buenos resultados.

Según el estudio TVT la repetición de trabeculectomía y la colocación de drenaje dieron resultados similares en cuanto a la reducción de la PIO y utilización de medicación a los 5 años. Nuestro estudio proporciona otra opción, la de la trabeculectomía en el mismo sitio con MMC, después del fracaso de una primer trabeculectomía.

En el análisis de factores de riesgo, observamos que un plazo más corto entre la primer trabeculectomía y la repetición estuvo asociado con aumento del riesgo de fracaso. Un plazo de menos de tres años estuvo asociado un grado más alto de probabilidad de fracaso de la repetición. Otros factores de riesgo fueron una peor agudeza visual y PIO más alta en línea de base.

No se presentaron casos de blebitis, endoftalmitis o hemorragia coroidal en este grupo. Es importante destacar la ausencia de complicaciones graves. Solo se registró un caso de hipotonía, que se recuperó al revisar la ampolla.


► Conclusiones:

El presente estudio muestra resultados relativamente buenos a los 5 años, especialmente al realizar la repetición de trabeculectomía con MMC pasados los tres años de la primer trabeculectomía. Sin embargo, dicha repetición podría no alcanzar la presión deseada en pacientes que requieren niveles de PIO muy baja. Asimismo se observó una disminución de la medicación luego del procedimiento.

Resumen y comentario objetivo: Dr. Martín Mocorrea