En su estudio, los investigadores vieron que el virus invade los tejidos del sistema nervioso, el tracto reproductivo y el urinario, los nódulos linfáticos, los músculos y las articulaciones.
El Zika persiste entonces en estos tejidos durante al menos 35 días, reportaron los investigadores.
"Este estudio nos ayuda a comprender mejor cómo se manifiesta el virus, para que los científicos puedan desarrollar terapias y vacunas que podrían funcionar en seres humanos", dijo el autor del estudio, Daniel Streblow, profesor asociado de microbiología molecular e inmunología en el Instituto de Terapia Genética y Vacunación de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón.
"Lo que diferencia a nuestra investigación es que también pudimos observar los lugares específicos en el tiempo para ver dónde crecía el virus en los tejidos, no solo en la sangre, para que podamos identificar y dirigirnos a los depósitos donde se esconde el virus", explicó Streblow en un comunicado de prensa de la universidad.
La nueva investigación supone un avance significativo en lo que se sabe sobre el crecimiento del virus en las etapas tempranas de la infección a lo largo de un mes desde el momento de la infección, añadió Streblow.
La investigación se realizó con 7 monos macacos Rhesus. Los expertos indican que los estudios con animales a veces no producen los mismos resultados en los seres humanos.
El estudio se publicó el 9 de marzo en la revista PLoS Pathogens.
FUENTE: Oregon Health & Science University
El virus del Zika también podría dañar al corazón
Nueve pacientes venezolanos desarrollaron una arritmia cardiaca e insuficiencia cardiaca tras la infección, señalan unos investigadores
El Zika podría provocar problemas en el corazón de algunas personas infectadas con el virus transmitido por los mosquitos, informan unos investigadores.
Un nuevo estudio identificó a nueve pacientes venezolanos que sufrieron problemas cardiacos poco después de presentar síntomas del virus del Zika.
Ocho de los nueve pacientes desarrollaron unos trastornos peligrosos del ritmo cardiaco, y dos tercios tuvieron evidencias de insuficiencia cardiaca, una afección en que el corazón no bombea la suficiente sangre como para satisfacer las necesidades del cuerpo.
La investigadora líder, la Dra. Karina González Carta, dijo que los médicos deben pensar en realizar electrocardiogramas (ECG) a todos los pacientes infectados con el Zika, y pruebas de seguimiento si se detecta un latido cardiaco irregular.
"Aunque anticipábamos ver efectos cardiovasculares con el Zika, la gravedad de los hallazgos nos sorprendió", dijo Carta, nativa de Venezuela, cardióloga y miembro de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
Este es el primer estudio que reporta problemas cardiacos relacionados con el Zika tras la infección, dijeron los investigadores. Los hallazgos se presentaron el jueves en la reunión anual del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology), en Washington, D.C.
Hasta ahora, la preocupación sobre el Zika se ha enfocado sobre todo en las mujeres embarazadas, porque el virus puede aumentar el riesgo de defectos congénitos de un recién nacido hasta 20 veces respecto a los bebés nacidos de mujeres que no se han infectado. El defecto congénito más común es la microcefalia, en que los bebés nacen con una cabeza más pequeña de lo normal y con el cerebro poco desarrollado.
Pero el Zika también se ha vinculado con casos raros del síndrome de Guillain-Barré, un trastorno autoinmune que provoca debilidad muscular y parálisis.
Los nueve pacientes son todos adultos que fueron tratados en el Instituto de Medicina Tropical en Caracas, Venezuela, uno de los epicentros del brote del virus del Zika.
Los pacientes sufrieron síntomas relacionados con el corazón, como palpitaciones, fatiga y falta de aire, además de síntomas más comunes del Zika, como sarpullido, fiebre y conjuntivitis, dijo Carta. Solo uno tenía un problema anterior de salud cardiaca, una hipertensión bien controlada.
"No tenían una enfermedad cardiaca conocida anterior", anotó Carta. "Nunca habían presentado ningún hallazgo de problemas cardiacos, así que sabíamos que era algo relacionado con el Zika".
Los pacientes se sometieron a una serie de pruebas y evaluaciones cardiacas que revelaron evidencias de miocarditis, o inflamación de la pared del corazón. La miocarditis puede afectar tanto a las células del músculo del corazón como a su sistema eléctrico, conduciendo a una reducción en la capacidad de bombeo y a un latido cardiaco irregular.
Los hallazgos no sorprendieron del todo al equipo de Carta. "Sabemos a partir de otras investigaciones que las enfermedades transmitidas por los mosquitos pueden afectar al corazón, así que anticipamos que con el Zika podría suceder lo mismo", dijo Carta.
Durante su presentación, Carta citó en concreto el caso de un hombre de 62 años con Zika que desarrolló palpitaciones y falta de aire cinco días tras los síntomas iniciales de la infección.
Imágenes obtenidas con escáneres mostraron que la pared de su corazón se había inflamado. "Las paredes del corazón de este paciente del estudio se mueven con mucha lentitud", dijo Carta. "Muestra que la función del corazón es limitada".
Hasta ahora, ninguno de los problemas cardiacos de los pacientes han desaparecido, pero sus síntomas han mejorado gracias al tratamiento de la insuficiencia cardiaca o la fibrilación auricular, dijeron los investigadores.
El Zika podría estar dañando el corazón al dañar directamente las células del músculo cardiaco, o al fomentar la inflamación, o mediante alguna respuesta inmunitaria nociva todavía desconocida, sugirió Carta.
Los investigadores anotaron que los síntomas cardiacos tienden a desarrollarse más adelante en el proceso de la infección, con un retraso promedio de 10 días entre las quejas iniciales de síntomas del Zika del paciente y los reportes de síntomas relacionados con el corazón.
En este momento, no hay forma de saber qué tan comunes son estos problemas del corazón entre las personas que han contraído el Zika, dijeron Carta y la Dra. Martha Gulati, jefa de cardiología en la Universidad de Arizona, en Phoenix. Gulati también es editora jefa de CardioSmart.org, el sitio web para consumidores del Colegio Americano de Cardiología.
"Esta es la primera vez que hemos considerado que la enfermedad cardiovascular podría estar asociada con el Zika", comentó Gulati. "Pero sin duda es difícil determinar la prevalencia cuando solo sabemos quién entró en ese estudio específico. Sería importante que recolectáramos estos datos a largo plazo".
Mientras tanto, dijo Carta, las personas que viajen a áreas con transmisión activa del Zika se deben proteger de las picaduras de mosquitos y estar atentas a las señales potenciales de infección.
Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales. Además, este estudio solo encontró una asociación, y no probó una relación causal.
FUENTES: Karina Gonzalez Carta, M.D., cardiologist and research fellow, Mayo Clinic, Rochester, Minn.; Martha Gulati, M.D., chief, cardiology, University of Arizona-Phoenix and editor-in-chief, CardioSmart.org; March 9, 2017, presentation, American Heart Association meeting, Portland, Ore.