Un nuevo análisis cuestiona la efectividad de distintos métodos para controlar los mosquitos que pueden transmitir el Zika y otras enfermedades.
Los investigadores, de la Universidad de East Anglia en Inglaterra, revisaron las evidencias sobre los controles químicos, como pesticidas y larvicidas, y los controles biológicos, como colocar crustáceos o peces que comen larvas de mosquitos en los contenedores de agua estancada.
Los controles biológicos parecieron reducir las cantidades de mosquitos portadores de enfermedades más que los químicos, pero la calidad de las evidencias con frecuencia era mala, anotó el equipo de investigación.
Algunos estudios mostraron que los controles químicos reducían las cantidades de mosquitos en hasta un 76 por ciento, mientras que otros no hallaron una reducción significativa. Además, los resultados generales de los estudios fueron flojos, añadieron los investigadores.
Encontraron poca evidencia de que la fumigación química alrededor de las viviendas fuera efectiva, y cualquier reducción en la cantidad de mosquitos no fue sostenida.
"Aunque las medidas químicas se usan ampliamente y se anticipa que sean efectivas, consideramos que la mayor parte de las evidencias a favor de la fumigación química es bastante mala", señaló el líder del estudio, el Dr. Paul Hunter, profesor de medicina.
"De hecho, hay ciertas evidencias de que fumigar podría ser contraproducente, dado que genera una falsa sensación de seguridad de forma que la gente no sigue esforzándose en eliminar los lugares donde los mosquitos se reproducen alrededor de las viviendas", comentó en un comunicado de prensa de la universidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda usar más de un tipo de método de control para afrontar todas las etapas vitales del mosquito, y afirma que la eliminación de los sitios donde se reproducen los mosquitos es el método de control más efectivo, dijeron los investigadores.
"Aunque hay evidencias limitadas relacionadas con las campañas integradas que combinan métodos múltiples de control, la OMS está en lo correcto al reiterar que es probable que la intervención más efectiva sea la eliminación de los lugares donde los mosquitos se reproducen. Esto requiere unas campañas educativas sostenidas y continuas", dijo Hunter.
Al análisis aparece en la edición del 7 de diciembre de la revista PLOS Neglected Tropical Diseases.
FUENTE: University of East Anglia