Introducción
El trauma es una importante causa de ceguera y baja visión que puede prevenirse. Entre 1 y 6% de los casos en los servicios de emergencia del mundo involucran el ojo. Un estudio del año 2000 sobre lesiones oculares en el deporte de Escocia halló que de 400 casos admitidos en el hospital por lesiones oculares, 12,5% estaban relacionadas con el deporte.
Otro estudio del Reino Unido halló que 33% de las lesiones oculares estaban relacionadas con el deporte y de estas 4,6% se debían al golf. La proporción de lesiones oculares en el deporte asociadas con el golf oscila entre 1,2% y 4,6%, aunque algunos han informado hasta 7,7%. Otro estudio observó que 13,8% de las enucleaciones asociadas con el deporte eran producto de lesiones en el golf. Aunque los estudios indican que las lesiones oculares en el golf son poco comunes, los resultados visuales son malos.
El presente estudio realizó una revisión sistemática y meta análisis de dichas lesiones, se incluyeron 11 estudios (102 pacientes) y el análisis se focalizó en el mecanismo de la lesión, utilización de protección ocular, resultados visuales y otros factores. Además, se revisaron series de casos de lesiones oculares en el golf.
Pacientes y métodos
La búsqueda arrojó como resultado 11 estudios con 102 participantes en total. Los artículos describen lesiones oculares en el golf que se presentaron en determinada institución durante cierto periodo de tiempo. Se analizaron ocho factores: edad, sexo, ubicación y mecanismo de la lesión, uso de protección ocular, lesión resultante, enucleación resultante y cambios en agudeza visual.
No se logró encontrar una norma nacional para el uso de protección ocular adecuada durante la práctica del golf, por lo que la definimos como el uso de lentes de policarbonato utilizados en otros deportes. Todas las lesiones informadas ocurrieron en jugadores sin protección ocular. Deberá analizarse la utilidad de los lentes de policarbonato como protección ocular para determinar su eficacia en lesiones oculares asociadas con el golf.
La proporción de lesiones a globo abierto fueron significativamente menores en personas que no utilizaban lentes que en los que llevaban lentes o lentes de sol. Un estudio recomendó no utilizar lentes comunes durante actividades deportivas por la tendencia a romperse y causar heridas adicionales. Otro estudio, por el contrario concluyó que los lentes aportan “protección sustancial” disminuyendo la severidad de las lesiones.
No existe registro de la agudeza visual previa a las lesiones, por lo que la proporción de lesiones a globo abierto, enucleaciones y mejora de la agudeza visual posterior a la lesión se tomaron como medida de la gravedad de la lesión.
Los ojos no enucleados mejoraron un promedio de >6 líneas luego de tratamiento. 51% de las lesiones oculares en golf resultaron en lesiones a globo abierto y 33% en enucleación. La combinación de mejora significativa de la agudeza visual por un lado y los altos índices de lesiones a globo abierto y enucleación por el otro, subestiman la morbilidad de las lesiones oculares de golf informadas.
Los altos índices de lesiones con palos de golf en niños fueron debido a un mal manejo de los mismos, o por encontrarse parados demasiado cerca.
Las pelotas de golf y la cabeza de los palos son lo suficientemente pequeñas para entrar en la órbita ósea
Las lesiones con pelotas de golf tienen una mayor tendencia a ser a globo abierto y necesitar enucleación, en general los resultados son peores que las lesiones causadas con palos de golf. El mecanismo y las características fueron bien descriptos por Vinger: las pelotas de golf y la cabeza de los palos son lo suficientemente pequeñas para entrar en la órbita ósea, que en vuelo a grandes velocidades y al estar hechas de materiales duros puede trasmitir toda la energía directamente sobre el globo. Un estudio de 80 deportes informó que solo las pistolas de aire comprimido y flechas/dardos causan más enucleaciones que el golf, por encima de hockey, baseball, pesca, sky, etc.
No hubo diferencias significativas entre los porcentajes de lesión a globo abierto (51 vs 41%) y enucleaciones (33 vs. 39%) entre adultos y niños. La única pequeña diferencia es que los niños tiendes a sufrir heridas con el palo y los adultos con la pelota de golf y que los niños se recuperan rápidamente. Tampoco hubo diferencias entre ambos sexos.
Los ojos no enucleados tienen una expectativa de recuperación significativa de la agudeza visual.
Golf ha demostrado causar entre 1,2% y 7,7% de las lesiones oculares relacionadas con el deporte, causando menos lesiones que otros deportes. Sobre la base de lesiones a globo abierto y enucleaciones informadas relacionadas con el golf una gran proporción de las enucleaciones son producto de accidentes de golf.
Algunas medidas podrían reducir la frecuencia y severidad de estas lesiones. Los jugadores que usan lentes o lentes para el sol deberían utilizar lentes de policarbonato, también asegurarse que nadie esté al alcance del palo de golf antes de pegar. Asimismo, se debe instruir cuidadosamente a los niños con respecto al uso del equipamiento de golf y medidas de seguridad.
Conclusiones:
Las lesiones oculares informadas suceden con menor frecuencia en el golf que en otros deportes, pero pueden tener serios resultados que amenazan la visión. La supervisión de los niños que usan equipo de golf es aconsejable.
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea.