Deportes

Mecanismo de las lesiones oculares en el football y su prevención

Se recomienda la utilización de protectores oculares que reúnan los requisitos de la norma ASMT F803.

Autor/a: Dres. Vinger PF, Capao Filipe JA.

Fuente: Br J Ophthalmol. 2004 Feb;88(2):167-8.

Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía

A pesar de que el football constituye una causa común de lesiones oculares serias, generalmente causadas por la pelota pateada, se sabe muy poco acerca del mecanismo por el cual la pelota causa dichas lesiones y sobre la eficacia del uso de protección ocular en éste deporte. En el presente estudio se determinó la velocidad de la pelota pateada por jugadores de distintas edades y niveles de experiencia, el mecanismo de las lesiones oculares provocadas por la pelota y si el tamaño de la pelota y la presión a la que está inflada constituyen  factores de riesgo. Además se evaluó la efectividad de los protectores oculares existentes.

Pacientes y métodos:

Se midió la velocidad de la pelota pateada por  jugadores de distintas edades y experiencia. Las pelotas (tamaño 3,4 y 5) infladas a 3, 6 y 9 psi, impactó sobre una órbita artificial y los resultados fueron analizados mediante 1000 tomas fotográficas por segundo. Se colocó un protector ocular en una cabeza artificial y se evaluó el impacto.

Resultados:

La velocidad pico media de la pelota fue de 20.4 m/s. La pelota a 18 m/s penetró la órbita entre 7,5 y 8.7 mm. No existieron diferencias significativas en la penetración orbital como resultado del tamaño o la presión de la pelota. La pelota permaneció en la órbita aproximadamente 10ms y tuvo, aparentemente, un efecto de succión al retirarse. Los protectores oculares que reúnen los requisitos de la norma ASTM F803, evitan el contacto de la pelota con el ojo.


Figura 1. Velocidad  pico de la pelota de football por edades y experiencia.


Figura 2.-  El impacto de la pelota de football en una órbita artificial. La órbita (plano anterior, flecha más pequeña) es penetrada 8,1 mm por una pelota de football nº 3 a una velocidad de 18 m/s, comprimiendo el aro de acero que rodea la órbita (flecha grande). En el momento de la compresión, la pelota penetra en la órbita (1-4 ms), esto se ve claramente al estudiar los triángulos oscuros de la pelota. Durante el rebote, la salida lenta de la pelota produce un segundo efecto de succión sobre el contenido de la órbita.

Está claro que la pelota de football debe impactar directamente sobre el ojo para causar una lesión ocular significativa. Cuando la pelota golpea el ojo (especialmente en jugadores más jóvenes) se transmite mayor energía directamente a la retina temporal expuesta, mientras que la nariz protege a la retina nasal. Un componente de succión se agrega a la distorsión de la anatomía del globo que causa daños en los sectores anterior y posterior del ojo.

Gran parte de la fuerza de la pelota es absorbida por la cara y la porción que entra en la órbita lo hace aproximadamente 10ms. No se producen lesiones de globo abierto. Las pelotas que producen lesiones de globo abierto son duras y tienen mayor fuerza (golf, baseball) o penetran profundamente en la órbita (squash). Comparada con otras pelotas, la de football penetra menos pero permanece en la órbita de 2,5 a 10 veces más tiempo. Las pelotas duras (hockey, baseball, softball, polo, golf) rebotan mucho más rápido.
Aunque la posibilidad de que se produzca una lesión ocular en un jugador, durante un partido de football es pequeña, la gran cantidad de jugadores de football que existen en el mundo hace que se convierta en un problema para la sociedad. En defensa de la salud pública es importante incentivar a los jugadores a utilizar protectores oculares para reducir el número de lesiones.

 El costo social de los traumas oculares es enorme y constituye la causa más común de hospitalización,. Proyecciones nacionales estiman un costo anual de $ 175 a 200 millones en los hospitales de los EEUU, por 227 000 días de internación por traumas oculares.
Al evaluar los mecanismos subyacentes, patrones y porcentajes de lesiones en un determinado deporte, es posible diseñar e implementar programas preventivos eficientes.

Las lesiones oculares en el football son un problema importante de la salud ocular en Europa y, probablemente, en el mundo entero. A pesar de la diferencia de tamaño entre la órbita y el diámetro de la pelota de football standard, experimentos de laboratorio han probado que la pelota se deforma en el impacto, permitiendo que una pequeña porción penetre en la órbita e impacte sobre el globo. Además, se ha demostrado que la pelota de football es única con respecto a otras pelotas probadas: la penetración en la órbita es menor, pero el tiempo que permanece en ella es mayor y durante el rebote un  efecto secundario de succión se produce sobre el contenido orbital. El componente de succión se suma a la distorsión en la anatomía del globo, lo que explica la severidad desproporcionada de las lesiones en el football registradas en estudios clínicos. Por otro lado, los experimentos han demostrado que la penetración de la pelota no está relacionada con el tamaño  o la presión a la que está inflada.

En casos de pelotas más grandes, como la de football, se transmite mayor fuerza a la retina temporal expuesta. Por lo tanto, se debe examinar la retina periférica de los ojos lesionadas por pelotas de football, con especial atención en el cuadrante supertemporal.
La necesidad de utilizar protectores oculares sigue siendo mucho menos evidente en el football que en otros deportes. Se recomienda, especialmente, su utilización  en niños y adolescentes cuya estructura orbital no está del todo desarrollada, pero también en  adultos, sobre todo en quienes requieren lentes, deportistas con vista en un solo ojo y quienes hayan sido sometidos a cirugías refractivas que debilitan el ojo.

Conclusiones

La pelota de football es distinta a otras pelotas que han sido probadas. La penetración en la órbita es menor, pero el tiempo que permanece en ella es mayor y durante el rebote se produce un efecto de succión secundario sobre el contenido orbital.
Se recomienda la utilización  de protectores oculares que reúnan los requisitos de la norma ASMT F803.
La prevención de las lesiones oculares en el football ya ha comenzado.

Síntesis y traducción: Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed para la especialidad de oftalmología.