Introducción
La Dra. Marcia Herman Giddens era medica asociada en la década del 80 cuando advirtió algo que llamo su atención, todos sus textos médicos señalaban los 11 años como la edad de inicio puberal, pero eso no era lo que ella veía, muchas niñas en su centro de atención en el departamento de pediatría de la Universidad de Duke en Carolina del Norte tenían botón mamario para los 9 o 10 años.
Determinada a investigar, realizó un estudio con 17000 niñas, sus resultados confirmaron una tendencia a la pubertad temprana. “Fue realmente el primer estudio que reparó en este fenómeno” refirió Louise Greenspan, endocrinólogo pediatra de la Universidad de California, San Francisco “ahora hay otros estudios que corroboran lo observado por la Dra. incluyendo nuestro trabajo”.
La edad de pubertad, lejos de ser una constante biológica, ha ido cambiando mucho en la historia de la humanidad, la evidencia más clara se observa en las mujeres teniendo la menarca como registro. Durante la era paleolítica la menarca se producía entre los 7 y 13 años, a medida que los seres humanos se asentaron en sociedades agroculturales la edad de la menarca fue aumentado.
Luego del 1700, cuando mejoraron las condiciones de higiene, nutrición y control de las enfermedades infecciosas las niñas tuvieron menarcas más precoces, en un promedio de 3 meses y medio de anticipación cada 10 años. Para principios de 1850 el norte de Europa mostraba una edad de menarca promedio de 16 años, y para principios del siglo XX la edad ya había descendido a los 15 años, para encontrarse en los 12 años y medio en la actualidad.
En países desarrollados la velocidad con la que la menarca se iba anticipando ha declinado desde mitad del siglo 20 pero el inicio de la pubertad, señalado por la telarca, siguió manifestándose más precozmente, de este modo, la pubertad comienza antes y se extiende más, iniciando típicamente entre los 9 y 10 años aunque en algunos casos entre los 6 y 7 años.
“La pubertad precoz no es beneficiosa para los niños por varias razones”
Los investigadores en adolescencia han observado con cierta preocupación la tendencia actual de un inicio puberal precoz, “la pubertad precoz no es beneficiosa para los niños por varias razones” afirmo Laurence Steinberg de la Universidad de Filadelfia “en las mujeres se asocia a un incremento de distintos tipos de cáncer de mama y útero”
Los investigadores han estado explorando las razones de la actual tendencia, los factores pueden variar, y lo han hecho durante años, pero una de las teorías posibles es la abundancia de comida. En animales, un mayor acceso a comida se correlaciona con una pubertad precoz, este concepto y otros hallazgos podrían explicar el inicio precoz de la pubertad como una respuesta maladaptativa a la epidemia actual de obesidad.
Respuesta establecida |
El rito de pasaje a la adultez comienza silenciosamente en el cerebro con la liberación hormonal., la hormona Kisspeptina estimula las neuronas que estimulan la liberación de la hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH) desde el hipotálamo, al mismo tiempo las glándulas suprarrenales que son las responsables de la producción de las hormonas sexuales (andrógenos) se vuelven más activas, estos cambios hormonales son seguidos por cambios físicos que en las niñas se manifiestan con el desarrollo mamario y psicológicamente con los primeros enamoramientos fugaces.
La pubertad progresa a través de los 5 estadios de maduración física de Tanner, en ambos sexos el vello púbico aparece y va cambiando de color y distribución, de manera simultánea comienza a desarrollarse el botón mamario y en el penúltimo estadio de Tanner se produce la menarca.
Normalmente la pubertad en las mujeres dura entre 2 y 4 años, sin embargo el Dr. Anastasios Papadimitriou, pediatra endocrinólogo de la Universidad de Atenas en Grecia señala que podría haber un proceso compensatorio que extiende el proceso de maduración en aquellos que inician tempranamente la pubertad, llevando la duración de la misma a 6 años.
Disruptores puberales |
A nivel poblacional una explicación para la pubertad de inicio tempano es el aumento de sobrevida de los pacientes prematuros, quienes tienden a tener una pubertad más precoz, esto parece estar relacionado con el rápido catch up post natal y altos niveles de andrógenos circulantes en la infancia.
Existen otras características que se dan de modo individual y contribuyen a esta tendencia, la obesidad es una de las más establecidas, un estudio (Bogalusa Heart Study) examinó más de 1.100 niñas a los 9 años y luego a los 26 años, cada incremento en un desvío estándar del IMC a la edad de 9 años se correlacionó con el doble de posibilidades de tener la menarca antes de los 12 años, el mecanismo detrás de este efecto estaría ligado a la Leptina, una hormona producida por el tejido graso que inhibe el apetito y a su vez promueve la liberación de Kisspeptina de modo que, a mayor tejido graso, mayores niveles de Leptina y Kisspeptina y por ende un inicio más temprano de la pubertad.
La obesidad por sí sola no explica todas las instancias de la pubertad temprana, son muchas las formas en que la vida moderna puede acelerar el desarrollo, se sabe que la melatonina, una hormona secretada en la oscuridad suprime la liberación de kisspeptina, cuanto mayor es la exposición a la luz (natural o artificial) menor es la secreción de melatonina y por ende aumenta la secreción de kisspeptina llevando a una pubertad más temprana. Los niños que viven cerca del Ecuador están más expuestos a luz natural durante la infancia, como resultado comienzan la pubertad antes que los niños que viven cercano a los polos.
Estos efectos también pueden ser vistos en otras especies, si te acercas a una granja de criado de pollos vas a ver que las luces permanecen prendidas todo el tiempo sostiene Steinberg, los pollos expuestos a mayor luminosidad alcanzan la madurez sexual más rápido y comienzan también la producción de huevos más precozmente. |
Los niños de familias de bajos ingresos son más propensos a desarrollar la pubertad antes
Otro factor es el rango de disruptores endocrinos ambientales, los retardantes de flama, los bisfenoles en los plásticos, alimentos como la leche, la soja y las carnes rojas están en la lista de sospechosos. El humo del cigarrillo, si bien no es considerado un disruptor endocrino, el contenido de cadmio podría tener efectos similares asociando la exposición prenatal a una edad más precoz de menarca.
La psicología también tendría un rol en la pubertad temprana, “existe un pequeño efecto de la conflictividad familiar en la pubertad precoz en niñas” sostiene Steingerg, factores como el apego, y el mayor tiempo compartido con los padres en el cuidado de los chicos antes del ingreso escolar están asociados a inicios más tardíos de desarrollos puberales, por el contrario un estudio longitudinal de 23 años de duración demostró que las niñas que habían sufrido abuso sexual entre los 7 y 8 años tenían un desarrollo puberal más temprano, se cree que el mecanismo que explica esto es la respuesta sicológica al estrés que afecta el nivel hormonal a través del eje hipotálamo hipofiso adrenal.
La distribución de la pubertad precoz no es homogénea en la población, los niños de familias de bajos ingresos son más propensos a desarrollar la pubertad antes que aquellos niños de familias de mejores ingresos las causas no son difíciles de entender si prestamos atención a que los grupos económicamente más desfavorecidos están más afectados por los factores implicados en la pubertad temprana, son más propensos a la obesidad, a acostarse tarde, a tener familias disfuncionales y vivir en ambientes que contienen más disruptores hormonales.
Preocupaciones clínicas |
Greenspan y Papadimitriou sostuvieron que los padres generalmente no necesitan preocuparse si sus hijos muestran signos de pubertad antes del rango normal para la edad, entre los 8 y 9 años.
Los médicos evalúan un niño que desarrolla tempranamente primeramente para descartar un tumor cerebral que este alterando la secreción hormonal , ocasionalmente si un niño desarrolla una pubertad precoz puede retrasarse utilizando agonistas GnRH que actúan inhibiendo la producción de hormonas que estimulan el desarrollo gonadal, estos agonistas son inyectados o implantados pero no deben usarse por un tiempo prolongado o en edades más avanzadas, Greenspan señala “el uso prolongado de los mismos podría detener el crecimiento óseo y cambiar el desarrollo cerebral”
Parte del consejo médico para las niñas incluye la discusión del cáncer de mama, muchos estudios sugieren una asociación entre la menarca temprana y el riesgo de cáncer de mama en la adultez.
Un metanalisis de 117 estudios epidemiológicos encontró un 5% de incremento en el riesgo de cáncer de mama por cada año de menarca anterior al promedio (13 años), sin embargo el riesgo podría ser aún mayor, si bien la menarca es un marcador de pubertad que se usa retrospectivamente en distintos estudios, el inicio de la pubertad está marcado por la telarca siendo probablemente más importante ya que “es la exposición a estrógenos lo relevante” menciona Greenspan.
El consejo médico puede ayudar a las niñas en desarrollo y sus padres a aprender como disminuir los riesgos de desarrollar cáncer uterino y de mama.
Las grandes diferencias en la edad de la pubertad a lo largo de los siglos sugiere que no hay una edad óptima para iniciar la maduración, la edad saludable es amplia, y el momento está afectado por varios factores incluyendo diferencias individuales, finalmente el factor más importante para una niña es el social, “el mejor momento para atravesar la pubertad es cuando sus amigas están haciendo lo mismo” sostuvo Papdimitriou “de esa manera ella no es diferente”.
Dra. María Julia Lamborizio, editora de IntraMed