Incremento de la vulnerabilidad psicológica

La pubertad precoz y la salud mental de las niñas

Tienden a ser más psicológicamente vulnerables durante la adolescencia

Fuente: MedlinePlus

Una niña que tiene su primer periodo menstrual a una edad temprana, incluso a los 7 años, tiene un riesgo más alto de desarrollar depresión y conductas antisociales que duran hasta la veintena, sugiere un nuevo estudio.

"Las chicas que pasan por la pubertad antes que sus pares tienden a ser más psicológicamente vulnerables durante la adolescencia", comentó la autora líder del estudio, Jane Mendle, psicóloga clínica y profesora asociada de desarrollo humano en la Universidad de Cornell.

Pero no había estado claro si la vulnerabilidad se extendía más allá de la adolescencia. Ahí es donde entra el nuevo estudio. Mendle y sus colaboradores siguieron a un grupo de casi 8,000 mujeres jóvenes hasta finales de la veintena.

"Las chicas que pasaron por la pubertad más temprano seguían mostrando unas tasas más altas de síntomas depresivos y conducta antisocial que sus pares más de una década más allá de la adolescencia", señaló Mendle.

Un primer periodo temprano es una señal de pubertad temprana.

Mendle dijo que no hay un consenso sobre qué constituye un primer periodo temprano, pero las chicas del estudio tuvieron su primer periodo a los 12 años, en promedio. Algunas chicas tuvieron su primer periodo incluso a los 7 años de edad, aunque eso fue poco común. Menos de un 1 por ciento de las niñas tuvieron un primer periodo a una edad tan joven.

Pero casi un 7 por ciento de las niñas tuvieron su primer periodo a los 10 años, y un 19 por ciento a los 11, según el estudio, que aparece en la edición en línea del 26 de diciembre de la revista Pediatrics.

En general no se conoce la causa de la pubertad precoz, dijo la Dra. Ellen Selkie, especialista en medicina adolescente en la Universidad de Michigan, y autora de un editorial publicado junto con el estudio. Tampoco hay una forma probada de prevenir la pubertad precoz, lamentó.

Mendle dijo que otras investigaciones han sugerido que la obesidad o la exposición a sustancias químicas que afectan al sistema endocrino podrían tener un rol. Dichas sustancias se encuentran en los plásticos y en los retardantes del fuego, dijo.

Cualquiera que sea la causa de la pubertad precoz, el nuevo estudio encontró que parece tener unas consecuencias duraderas.

"La pubertad tiene repercusiones en prácticamente todas las áreas de la vida", dijo Mendle. "Aunque es una transición biológica, es acompañada por cambios dramáticos en los roles y en las relaciones sociales, las emociones, y la forma en que los niños piensan sobre sí mismos, los demás y su lugar en el mundo".

Dicho esto, añadió que la pubertad precoz tiene solo un pequeño rol al contribuir a la depresión y a las conductas antisociales. Y el estudio actual no se diseñó para probar una relación causal directa.

"Aunque una chica pase por la pubertad temprano, eso no significa que necesariamente tenga en la adultez el tipo de problemas que se mostraron en nuestro estudio", dijo Mendle. "Es un riesgo añadido, uno que vale la pena tener en cuenta. Pero la depresión y la conducta antisocial son complejas, y vienen determinadas por muchos factores distintos, aparte del momento de la pubertad".

El Dr. Victor Fornari, director de psiquiatría infantil y adolescente en el Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York, dijo que las conductas antisociales son aquellas que "se desvían de las normas sociales, por ejemplo infringir las normas, hacer trampas y otras conductas que no resultan socialmente adecuadas". Fornari no participó en el estudio.

¿Cómo podría una pubertad precoz contribuir a esos tipos de conductas y a la depresión?

Selkie dijo que las conexiones probablemente sean biológicas y psicológicas.

"Algunos piensan que la exposición temprana al estrógeno podría aumentar el riesgo de depresión, pero también hay factores respecto a ser físicamente distinto de los otros niños si se experimenta la pubertad a una edad más temprana", planteó.

Carole Filangieri, neuropsicóloga clínica en el Hospital de Winthrop de la NYU en Mineola, Nueva York, tampoco participó en el estudio, y advirtió que no se debe pensar que la pubertad precoz podría en realidad provocar las conductas con que se vinculó en la nueva investigación.

"El peligro es pensar que la pubertad precoz en sí predice esas conductas antisociales", dijo. "Los ambientes al crecer, las presiones de crecer como mujeres a una edad tan temprana y de ser tratadas de forma más adulta forman parte del panorama general, y debemos observar qué sucede en la vida de una niña".

Por ejemplo, dijo Filangieri, "para una niña de 9 años de edad, que le silben por la calle es confuso y molesto".

Como dijo Fornari, "este estudio llama la atención al hecho de que la menarquía precoz no es solo que a una niña le llegue el periodo. Ayuda a enseñar a los padres que deben estar atentos a perturbaciones en el estado de ánimo y la conducta y buscar la atención necesaria".

Mientras antes se comienza el tratamiento, mejor, dijo, sin importar cuál pudiera ser la causa de la pubertad precoz.

Selkie se mostró de acuerdo. "Creo que el principal mensaje de este estudio para los padres es que los niños podrían comenzar a desarrollar la pubertad incluso a los 8 o los 9 años de edad, aunque no todos los niños", dijo.

"Si su hijo se desarrolla antes que sus pares, es importante prestar mucha atención a cómo se sienten, desde el punto de vista del estado de ánimo y de la conducta, de forma que si se necesitan intervenciones, como psicoterapia o fármacos, podamos comenzar y con algo de suerte prevenir más problemas en el futuro", planteó Selkie.


FUENTES: Jane Mendle, Ph.D., clinical psychologist and associate professor, human development, Cornell University, Ithaca, N.Y.; Ellen Selkie, M.D., clinical lecturer, adolescent medicine, University of Michigan, Ann Arbor; Victor Fornari, M.D., director, child and adolescent psychiatry, Zucker Hillside Hospital, Glen Oaks, N.Y., and Cohen Children's Medical Center, New Hyde Park, N.Y.; Carole Filangieri, Ph.D., clinical neuropsychiatrist, NYU Winthrop Hospital, Mineola, N.Y.; Pediatrics, Dec. 26, 2017