La warfarina, un anticoagulante de uso común que también se conoce como Coumadin, podría elevar el riesgo de hemorragia grave dentro del cráneo mucho más de lo que se pensaba, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores examinaron datos de casi 32,000 veteranos de EE. UU. de a partir de los 75 años de edad con un trastorno común del latido cardiaco conocido como fibrilación auricular. Encontraron que casi uno de cada tres sufrió una hemorragia "intracraneal" mientras tomaba warfarina para la afección.
"La fibrilación auricular es un trastorno común del ritmo cardiaco en los pacientes mayores. Y en los pacientes con fibrilación auricular, el tratamiento con el anticoagulante warfarina reduce el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) en casi dos terceras partes", explicó el autor líder del estudio, el Dr. John Dodson.
"Pero muchos profesionales clínicos se muestran renuentes a recetar warfarina a los pacientes mayores, con frecuencia por la preocupación sobre los traumatismos en la cabeza relacionados con las caídas, que pueden resultar en una hemorragia catastrófica", señaló Dodson, profesor asistente de medicina del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
Dodson anotó que, hasta ahora, "ningún estudio de gran tamaño ha observado qué tan común es el sangrado intracraneal en la práctica clínica, o si hay afecciones que ponen a los pacientes en mayor riesgo".
Para ayudar a averiguarlo, su equipo siguió los resultados de la población de veteranos mayores entre 2002 y 2012. Todos tomaban warfarina para la fibrilación auricular.
El estudio encontró que las tasas de hemorragia intracraneal traumática en las personas mayores con fibrilación auricular eran más altas de lo que se había reportado.
"Casi un tercio de los pacientes experimentaron más de un episodio de hemorragia intracraneal traumática", apuntó Dodson, y muchos pacientes "también experimentaron ACV en ese periodo de cualquier forma".
Los investigadores también determinaron varios factores que aumentaban el riesgo de hemorragia: la demencia, la anemia, la depresión, el uso de anticonvulsivos, y unos niveles de warfarina altamente variables en la sangre.
"Estos hallazgos resaltan la importancia de equilibrar los beneficios y los riesgos de la terapia con warfarina en los pacientes mayores con fibrilación auricular, y la necesidad de un método personalizado", planteó Dodson.
Dos expertos se mostraron de acuerdo en que encontrar el equilibrio adecuado entre prevenir los coágulos pero no aumentar las tasas de hemorragias siempre ha sido difícil en el tratamiento de la fibrilación auricular.
"A medida que la población de personas mayores siga creciendo, la incidencia de afecciones como la fibrilación auricular también aumentará. Y el pilar del tratamiento siguen siendo los anticoagulantes, como la warfarina", dijo el Dr. Richard Temes, director del Centro de Atención Neurocrítica del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York.
Temes dijo que hace poco se han desarrollado anticoagulantes más nuevos (y mucho más caros) como Eliquis, Pradaxa y Xarelto, pero que conllevan sus propios problemas. "Como médicos, debemos sopesar con cuidado los riesgos de usar anticoagulantes en la población de adultos mayores, que tiene tendencia a las caídas y a las lesiones en la cabeza, con los riesgos de ACV", comentó.
Otro experto se mostró de acuerdo. "Este artículo resalta un problema común al que se enfrenta la comunidad médica: los riesgos y los beneficios de los anticoagulantes en las personas mayores con fibrilación auricular, dado que este grupo tiene un riesgo alto tanto de ACV como de hemorragia intracraneal", apuntó el Dr. Joseph Germano, director asociado de electrofisiología del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York.
El estudio, financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU., aparece en la edición en línea del 9 de marzo de la revista JAMA Cardiology.
FUENTES: Richard Temes, M.D., director, Center for Neurocritical Care, North Shore University Hospital, Manhasset, N.Y.; Joseph Germano, M.D., associate director of electrophysiology, Winthrop-University Hospital, Mineola, N.Y.;JAMA Cardiology