Un simple análisis de sangre pareció detectar las señales de conmoción cerebral hasta una semana después de que los pacientes sufrieran la lesión en la cabeza, informan los investigadores.
La prueba podría proporcionar un nuevo modo de diagnosticar la conmoción, especialmente en los pacientes que no muestran síntomas inmediatos, dijeron los investigadores.
Pero la investigación es preliminar y la prueba no estaría lista para un uso generalizado hasta dentro de varios años, dijeron los expertos.
"Los síntomas de una conmoción, o una lesión cerebral traumática entre leve y moderada, pueden ser sutiles y a menudo se retrasan, en muchos casos durante varios días", dijo la autora del estudio, la Dra. Linda Papa, médica de emergencias e investigadora en Orlando Health.
"Este [análisis de sangre] podría proporcionar a los médicos una herramienta importante para diagnosticar fácil y correctamente a estos pacientes, en particular a los niños, y para asegurarse de que se les trata de forma adecuada", añadió en un comunicado de prensa del proveedor de atención de la salud de Florida.
El análisis busca un biomarcador, conocido como proteína ácida fibrilar glial (PAFG), que se libera en el torrente sanguíneo cuando el cerebro se lesiona. En casi 600 pacientes de a partir de 18 años de edad, el análisis de sangre detectó la conmoción cerebral entre leve y moderada con hasta un 97 por ciento de precisión, indicaron los investigadores.
"No solamente estaban presentes en el torrente sanguíneo, sino que pudimos detectar niveles medibles de la PAFG hasta una semana después de la lesión", dijo Papa, investigadora financiada por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
El análisis también podría ayudar a identificar a los pacientes que necesitan neurocirugía, y podría reducir significativamente el uso de TC para diagnosticar las conmociones, según el estudio publicado en línea el 28 de marzo en la revista JAMA Neurology. Aunque son precisas, las TC son caras y exponen a los pacientes a la radiación.
Se estima que 250,000 niños estadounidenses se tratan en hospitales cada año para las conmociones producidas jugando algún deporte, equivalente a casi 700 al día. Casi todas las conmociones que sufren los niños se diagnostican solamente por los síntomas, como los vómitos, la pérdida de equilibrio, la visión borrosa o los dolores de cabeza. Como consecuencia, puede resultar difícil para los médicos determinar la gravedad de la lesión, señaló Papa.
"Si no se diagnostica y se trata adecuadamente a los pacientes, podría llevar a problemas a largo plazo", dijo, como los dolores de cabeza, los mareos, la pérdida de memoria y la depresión.
"Tenemos muchos análisis de sangre diagnósticos para diferentes partes del cuerpo, como el corazón, el hígado y los riñones, pero nunca ha habido un análisis de sangre fiable para detectar los traumatismos del cerebro. Creemos que esta prueba podría cambiar eso", dijo Papa.
FUENTE: Orlando Health