Un nuevo estudio muestra que el virus del Zika provoca un daño tan variado en el cerebro del feto que los investigadores están sugiriendo el término "síndrome congénito del Zika" para describir los numerosos defectos congénitos.
La microcefalia (un cráneo y un cerebro poco desarrollados) es el defecto congénito característico provocado por el Zika, que es transmitido sobre todo por la picadura de los mosquitos.
Pero el estudio de once bebés infectados con el Zika en Brasil, que ha sido el epicentro de la epidemia del Zika, encontró que la microcefalia solo es una de muchas lesiones cerebrales que el virus provoca.
Los escáneres cerebrales de ocho bebés vivos y las autopsias de tres bebés que murieron encontraron lesiones en el cerebro. Esas pruebas también mostraron un exceso de fluido en el cerebro, un cerebelo poco desarrollado, una ausencia de pliegues en la corteza cerebral, y unas contracciones musculares voluntarias e involuntarias anómalas.
"El virus del Zika puede matar directamente a las células neurales además de alterar su vía de diferenciación, haciendo que para finales del embarazo el cerebro del feto sea más pequeño", apuntó el investigador principal, el Dr. Amilcar Tanuri, director del Laboratorio de Virología Molecular de la Universidad Federal de Río de Janeiro, en Brasil.
La microcefalia se desarrolla de esa forma, explicó.
"Pero no solo vemos microcefalia. Podemos encontrar otras alteraciones que nos hacen pensar sobre esto como un síndrome congénito asociado con la infección con el Zika", planteó.
El Zika es el primer virus transmitido por los mosquitos que se sepa que provoca unos defectos congénitos tan devastadores. Miles de bebés han nacido con microcefalia relacionada con el Zika, la mayoría en Brasil, desde que comenzó un brote en Sudamérica en abril de 2015.
También se han estado produciendo infecciones con el Zika en la parte sur de Florida, con 59 casos hasta el 28 de septiembre, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Aunque los mosquitos son la principal ruta de transmisión del Zika, los investigadores están descubriendo otros modos de infección. Se ha identificado transmisión sexual a través del esperma, y la revista New England Journal of Medicine reportó la semana pasada un caso en que un hombre de 38 años de edad en Salt Lake City pareció contraer el Zika a través del contacto físico con el sudor o las lágrimas de un paciente infectado.
En este nuevo estudio, los investigadores en Brasil buscaron a mujeres que tenían diagnósticos confirmados del virus del Zika durante el embarazo, además de exámenes con ultrasonido que encontraron el desarrollo cerebral anómalo en sus hijos no nacidos.
Se identificaron once madres. Tres de los 11 bebés murieron en un plazo de 48 horas tras el parto; se siguió a los demás bebés hasta los seis meses de edad.
Se identificaron un daño cerebral y unas discapacidades neurológicas en todos los bebés. Los investigadores confirmaron el Zika en tejidos de la madre y del bebé, y también descartaron otras causas de microcefalia, como trastornos genéticos y otras infecciones.
Los ultrasonidos regulares durante el embarazo son esenciales para identificar a los niños que podrían ser víctimas del síndrome congénito del Zika, dijo Tanuri.
El estudio aparece en la edición del 3 de octubre de la revista JAMA Neurology.
El Dr. Amesh Adalja, asociado principal del Centro UPMC de Seguridad de la Salud de la Universidad de Pittsburgh, en Baltimore, comentó que "el [nuevo] estudio establece que el espectro completo de daño que el Zika puede infligir en el feto en desarrollo va más allá de la microcefalia, y ofrece una base para el uso del término 'síndrome congénito del Zika'".
Adalja lo comparó con el síndrome de rubeola congénita, en que una mujer embarazada con rubeola puede dar a luz a un niño con varios defectos congénitos distintos.
Los nuevos hallazgos amplían las crecientes preocupaciones sobre los problemas neurológicos a largo plazo de cualquier feto expuesto al virus del Zika, incluso si nacen sin microcefalia, señaló el Dr. Raymond Roos, profesor de neurología del Centro Médico de la Universidad de Chicago.
Esos problemas podrían incluir trastornos del aprendizaje y conductuales que no se harían aparentes hasta años más tarde, dijo Roos, autor de un editorial que acompañó al nuevo estudio en la revista.
"Me sorprendería mucho si no hubieran efectos a largo plazo", indicó Roos. "No todas las infecciones con el virus del Zika resultan en anomalías claras que son obvias en el momento del nacimiento".
El editorial de Roos llamó al Zika una "emergencia de salud pública de inquietud internacional". Pero añadió que la medida del Congreso de EE. UU. la semana pasada de proveer 1.1 mil millones de dólares en fondos adicionales para combatir al virus "hace que me sienta un poco menos ansioso por la situación".
Nuevas informaciones sobre el Zika y sus efectos han apuntado el camino hacia nuevas vacunas que puedan prevenir la propagación del virus y antivirales que puedan reducir el daño provocado durante una infección, comentó Roos.
El Zika es muy similar al virus del dengue, y esa similitud es una ventaja para los investigadores, afirmó.
"Sabemos mucho sobre los virus del dengue y otros virus relacionados con el del Zika, así que podemos usar ese conocimiento y ampliarlo", dijo Roos. "No estamos comenzando desde cero".
FUENTES: Amilcar Tanuri, M.D., Ph.D., head, Molecular Virology Laboratory, Federal University of Rio de Janeiro, Brazil; Amesh Adalja, M.D., senior associate, University of Pittsburgh's UPMC Center for Health Security, Baltimore; Raymond Roos, M.D., professor of neurology and director of the Amyotrophic Lateral Sclerosis (ALS)/Motor Neuron Disease Clinic, University of Chicago Medical Center; Oct. 3, 2016, JAMA Neurology