Orientación clave para gastroenterólogos:
La ACE2 (enzima convertidora de angiotensina II), que se cree que es el receptor de entrada objetivo para el SARS-coV2, se expresa abundantemente en epitelios gástricos, duodenales y rectales, lo que implica a ACE2 como vehículo para una posible transmisión fecal-oral.
Además, los receptores ACE2 pueden expresarse en colangiocitos hepáticos y hepatocitos, lo que potencialmente permite la infección directa de las células hepáticas.
Los síntomas no GI para COVID-19 incluyen fiebre, tos, falta de aliento, escalofríos, temblores repetidos con escalofríos, dolor muscular, dolor de cabeza, dolor de garganta y nueva pérdida de sabor u olfato.
Se han notificado síntomas gastrointestinales (GI), como anorexia, náuseas, vómitos, dolor abdominal y / o diarrea en pacientes con COVID-19.
Además, también se observan enzimas hepáticas anormales. Sin embargo, se ha observado una heterogeneidad significativa en el informe de síntomas gastrointestinales y hepáticos en todos los entornos.
El síntoma GI más comúnmente reportado en COVID-19 es la diarrea, que se ha reportado en 1-36% de los pacientes.
Se necesita una caracterización actualizada de las manifestaciones gastrointestinales y hepáticas en entornos globales para informar mejor la orientación clínica en el tratamiento de pacientes con COVID-19.
Los síntomas gastrointestinales no son tan comunes en COVID-19 como se estimó previamente: la prevalencia general fue de 7.7% (IC del 95%: 7.4 a 8.6%) para la diarrea, 7.8% (IC del 95%: 7.1 a 8.5%) para las náuseas / vómitos, y 3.6% (IC 95% 3.0 a 4.3%) para dolor abdominal. En particular, en pacientes ambulatorios, la prevalencia combinada de diarrea es menor (4.0%). |
Sin embargo, COVID-19 puede presentarse atípicamente, con síntomas gastrointestinales: COVID-19 puede presentarse con diarrea como síntoma inicial, con una prevalencia combinada del 7.9% en 35 estudios, que abarca a 9.717 pacientes. Muy a menudo, la diarrea se acompaña de otros síntomas de infección de las vías respiratorias superiores. Sin embargo, en algunos casos, la diarrea puede preceder a otros síntomas en unos pocos días, y COVID-19 puede presentarse como síntomas gastrointestinales aislados antes del desarrollo de síntomas de infección de las vías respiratorias superiores. |
Monitoree a los pacientes con diarrea nueva, náuseas o vómitos para detectar otros síntomas de COVID-19: los pacientes deben informar a los gastroenterólogos si comienzan a experimentar nuevos síntomas de fiebre, tos, falta de aliento u otros síntomas de infección de las vías respiratorias superiores después del inicio de los síntomas gastrointestinales. Si esto ocurre, se deben considerar las pruebas de COVID-19. |
Las anormalidades en las pruebas de función hepática deben provocar una evaluación exhaustiva: se pueden observar anormalidades en las pruebas hepáticas en COVID-19 (en aproximadamente el 15% de los pacientes). Sn embargo, los datos disponibles respaldan que estas anormalidades son más comúnmente atribuibles a los efectos secundarios de la enfermedad grave, en lugar de la lesión hepática mediada por el virus primario. Por lo tanto, es importante considerar etiologías alternativas, como la hepatitis viral, cuando se observan nuevas elevaciones en las aminotransferasas. |
Conclusiones
La pandemia global de COVID-19 debido a la infección por SARS-CoV-2 se asocia con una morbilidad y mortalidad significativas debido a la neumonía grave, el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y la falla multiorgánica.
Aunque la fiebre, la tos y la dificultad para respirar siguen siendo las quejas de presentación más comunes en las personas afectadas, los datos emergentes sugieren que pueden observarse síntomas no pulmonares que afectan el tracto gastrointestinal y el hígado.
Según la revisión sistemática y el metanálisis de 47 estudios y 10.890 pacientes únicos, se observan síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea) en menos del 10% de los pacientes con COVID-19 y enzimas hepáticas anormales (AST, ALT , bilirrubina) se observan en aproximadamente el 15-20% de los pacientes con COVID-19.
Estos hallazgos informan la orientación clínica urgente en el contexto de esta pandemia para llevar a cabo una evaluación cuidadosa de los pacientes con un nuevo inicio de manifestaciones gastrointestinales por síntomas clásicos y atípicos de COVID-19.
Todos los pacientes hospitalizados con COVID-19 pueden beneficiarse del monitoreo de las enzimas hepáticas, particularmente en el contexto del tratamiento farmacológico con potencial hepatotóxico conocido. Se necesita más investigación para aclarar aún más las implicaciones del SARS-CoV-2 en las heces y el impacto potencial en la transmisión y el manejo clínico.
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