Como cada 19 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sensibilizar y concientizar a las mujeres de todo el mundo sobre la importancia de realizarse estudios mamarios anuales.
De acuerdo a las estadísticas emitidas por la OMS, esta enfermedad representa el 16% de todos los cánceres en pacientes femeninas. A la vez, se estima que una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida, que con detección precoz en ciertos casos puede superar el 95% en la tasa de curación.
“En Argentina, el 90% de las pacientes se diagnostican en estadios iniciales o localmente avanzados y solo un 10% debutan como enfermedad metastásica” indicó a IntraMed la doctora Valeria Cáceres, jefa del departamento de Oncología del Instituto Ángel H. Roffo y directora de la carrera Especialistas en Oncología de la UBA.
Pero aclaró que existen diferencias según el sector en el que son atendidas: “En el hospital público, un 35% de las pacientes tienen un estadio locorregionalmente avanzado, mientras que en los efectores privados, el 90% presentan estadios localizados, tumores pequeños, axila negativa”.
Que todas las mujeres que tengan indicación de mamografía y ecografía mamaria accedan a esos estudios es una asignatura pendiente. Aquí, los principales puntos de la entrevista qué Cáceres brindó, en sus propias palabras.
Asignaturas pendientes en Argentina y Latinoamérica. Existe una heterogeneidad en el acceso a los estudios. Debemos plantearnos la diversificación de las técnicas de detección precoz para que el 100% de las mujeres con indicación de ecografía mamaria y mamografía puedan realizárselas. Hoy solo lo consiguen el 30% de ellas. Otra cuestión a resolver es que no haya inequidades en el acceso a la medicación oncológica, ya que no todos tienen la posibilidad de obtener los medicamentos, especialmente los de alto costo.
Hitos en el tratamiento. Si tomamos en cuenta que el cáncer de mama no es una enfermedad sino un conjunto de enfermedades, los hitos de los últimos años se pueden clasificar en las siguientes ramas.
•Cirugía: ya no se practica el vaciamiento de la axila sino que se toma el ganglio centinela; a la mayoría de las pacientes se le realiza una cirugía conservadora de la mama y si tienen indicación de mastectomía, en muchas de ellas se pueden conservar la areola y el pezón.
•Radioterapia: cada vez se emplean más las técnicas de hipofraccionamiento, es decir mayor dosis en menos tiempo, lo que logra que ahora las pacientes se traten entre tres y cuatro semanas en vez de ocho, con igual eficacia.
•Terapia sistémica: Puede dividirse en terapia hormonal; quimioterapia y terapia blanco-dirigida, con muchos avances en esta última de acuerdo a la enfermedad de la paciente (detalles en video).
Relación entre el cribado y la disminución de la mortalidad. Está demostrado que con la detección precoz, disminuimos la mortalidad. Porque si a una paciente le encuentro microcalcificaciones y esas microcalcificaciones son un carcinoma in situ, que es el estadio previo al cáncer de mama, estamos ante una enfermedad 100% curable. Y si encuentro a una paciente con un tumor menor de un centímetro con axila negativa, la probabilidad de curación es del 95%.
Recomendaciones vigentes sobre la edad de la realización de estudios. No existe un consenso entre todas las sociedades científicas. La Sociedad Argentina de Mastología recomienda realizarse mamografía y ecografía mamaria anual a partir de los 40 años. Sin embargo, a un 5% de los cánceres de mama que se asocian a factores hereditarios (los más conocidos son los genes BCRA1 y BCRA2) corresponden pautas dirigidas, que comenzarán antes con esos estudios, intercalados con resonancias magnéticas.
Cronificación de la enfermedad metastásica. Una revolución en el tratamiento de cáncer de mama fue en materia de enfermedad metastásica. Antes, los oncólogos hablábamos de que las pacientes tenían una sobrevida muy corta, pero en la actualidad hemos cronificado esta enfermedad y tratamos que la paciente viva más y con mucho mejor calidad de vida. Hoy las sobrevidas promedios de estas pacientes exceden los 6 o 7 años.
Cáncer de mama y Covid-19. Tras el pico de la pandemia, vimos una mayor cantidad de pacientes porque hubo quienes durante dos años no pudieron hacerse sus controles y mayor cantidad de mujeres con enfermedad locorregionalmente avanzada. Es decir, que pacientes que se podían haber diagnosticado antes de dar síntomas con una mamografía o una ecografía llegaron a la consulta ya con un nódulo palpable o una patología en la axila.
Consejos para el médico de atención primaria. Sugiero que si no están seguros, deriven a la paciente a un ginecólogo y específicamente a un mastólogo. Porque muchas veces se piensa que porque la paciente es joven o recientemente terminó de dar de mamar, si tiene un nódulo o bulto en la mama no es nada. Pero cualquier síntoma o molestia que refiera la paciente no se lo debe dejar pasar al suponer que va a ser algo benigno. Y por otro lado, recomendaría que les insistan a las pacientes que vayan al control anual con el ginecólogo y/o mastólogo.
* Dra. Valeria Cáceres – Médica Oncóloga. Jefa del Departamento de Oncología del Instituto Ángel H. Roffo y Directora de la Carrera Especialistas en Oncología de la UBA.