En una entrevista exclusiva, IntraMed entabló el diálogo con el Dr. Guillermo Galán, Investigador Principal del Centro de Capacitación e Investigaciones Clínicas (CCIC), Santiago, Chile, Profesor Asistente Obstetricia y Ginecología Universidad de Chile, Profesor invitado Universidad de Santiago de Chile, Universidad Mayor y miembro honorario de la SOCHOG.
¿Cuáles son los cambios más relevantes del punto de vista del control de natalidad que ha percibido en estos últimos años? |
La creciente cobertura de uso de métodos anticonceptivos modernos, eficaces y seguros. La todavía insuficiente cobertura de uso en la población adolescente, producto en parte de la ausencia de educación sexual adecuada en el período pre escolar y escolar.
La aparición oportuna de la oferta de nueva metodología anticonceptiva tan pronto como es aprobada por el mercado farmacológico mundial. Prácticamente tenemos, al menos en el segmento privado, la oferta de todos los métodos anticonceptivo modernos en uso en el mundo. Como consecuencia de ello, se asiste a una disminución de los índices de fecundidad y natalidad, aún sin repercusión en el crecimiento de la población.
¿Cuáles fueron los motivos por los cuales eligió en la Ginecología el área anticoncepción? |
En mis primeros años de ginecólogo, la posibilidad ética y segura de evitar los embarazos no deseados y la utilización consiguiente de la interrupción del embarazo en situación de riesgo, que años atrás eran causa de morbilidad con graves secuelas y mortalidad materna. Actualmente, se mantiene ese objetivo aun cuando el riesgo de mortalidad y morbilidad ha ido disminuyendo con la aparición de fármacos que evitan el uso de maniobras peligrosas para interrumpir los embarazos. Se agrega a ello el poder mejorar la calidad de vida de la mujer aprovechando las acciones no anticonceptivas del uso de los métodos anticonceptivos modernos. Y finalmente, aunque tan importante como lo dicho, la posibilidad real de disminuir el embarazo adolescente, que prácticamente siempre es indeseado y producto de una falla de nuestro actuar como sociedad.
¿Cómo vislumbra el futuro de la anticoncepción? |
Va a seguir aumentando la cobertura anticonceptiva en la medida en que mejore la educación e información a la población necesitada de evitar la elevada cifra de embarazos no planificados, la mayoría de ellos no deseados, especialmente en la población adolescente. Aparición de nuevos esquemas anticonceptivos que faciliten su uso manteniendo alta eficacia y casi nulos efectos adversos. Y la tan esperada anticoncepción masculina, de tal modo que los hombres también participen en la decisión reproductiva de las parejas.
¿Cómo percibe el futuro de las generaciones nuevas de ginecólogos? |
Con grandes desafíos dados por los cambios de los sistemas de salud y la dificultad de actuar en forma individual pasando a ser dependientes de los grandes sistemas administradores de salud. Igual son cambios de paradigmas, y sin emitir juicios, se asistirá cada vez más a la ausencia del médico consejero, casi un médico de familia, situación que con mucha frecuencia asumíamos los antiguos ginecólogos.
¿De qué modo el uso de ACO ha modificado el control de la natalidad y la sexualidad humana en el mundo? |
Los anticonceptivo hormonales, y especialmente la “píldora”, llegó a ser considerada el mejor invento farmacológico del siglo pasado. Le dio a la mujer la libertad de ejercer su sexualidad alejándola del riesgo de aparición de un embarazo como consecuencia de ello, la mayoría de las veces no buscado y muchas veces no deseado.
¿Cuál es el estado del control de la natalidad en Chile? |
Bueno, con una adecuada cobertura de uso de métodos anticonceptivos modernos, eficaces, de entrega gratuita la mayoría de ellos en los establecimientos de atención primaria, y amplia variedad de oferta en el sistema privado, con libre acceso a ellos, incluido la anticoncepción de emergencia. Pero aun esta cobertura no es suficiente considerando el alto porcentaje de embarazos no planificados que inician el control de embarazo, especialmente evidente en la población adolescente, donde debe crecer esta cobertura
¿Cuáles son los obstáculos más frecuentes para el uso de ACO? |
Desinformación y temor a complicaciones o efectos adversos, temor que no se sustenta en ninguna evidencia científica. Y cuando se acepta su uso, el gran obstáculo es la mantención de su ingesta adecuada en el tiempo, observándose con gran frecuencia el olvido u omisión de la toma de la píldora en forma diaria. Lo que se ha llamado “compliance”.
¿Qué puede decirnos acerca de las estrategias de control de la natalidad en la adolescencia en Chile? |
Falta mucho para conseguir una adecuada cobertura que permita disminuir la alarmante cifra de 75% de embarazos no deseados en aquellas adolescentes que inician su control de embarazo en los servicios de atención primaria.
La información acerca de la posibilidad de acceder a los servicios de anticoncepción debe iniciarse antes del comienzo de la actividad sexual, es decir durante la educación escolar.
Y posteriormente, falta establecer centros amigables exclusivos para las personas jóvenes, con un enfoque dirigido en forma exclusiva a ellos, lejos de los lugares donde se atiende a la población adulta.
¿Cuáles son las complicaciones posibles que los médicos deberían considerar ante la prescripción segura de ACO? |
Las complicaciones son muy poco frecuentes. Una buena manera de evitarlas es ceñirse al documento de la Organización Mundial de la Salud “Criterios Médicos de Elegibilidad de los Métodos Anticonceptivos” y su versión local en Chile, “Normas Nacionales de Regulación de la Fecundidad”. En ellos están analizados todas las condiciones de precaución que se deberá observar para el uso de los muy diversos métodos anticonceptivos frente a las diferentes condiciones que una eventual usuaria pudiera tener.
¿Cuáles son los factores de riesgo de trombosis venosa en las mujeres en edad reproductiva? |
El gran factor de riesgo es el embarazo, y especialmente el momento del parto y los primeros 21 días del puerperio. El uso de los métodos anticonceptivos hormonales combinados tienen un riesgo muchísimo menor, sabiendo que hay situaciones que por sí son capaces de aumentar dicho riesgo, como la obesidad, el hábito de fumar tabaco, algunas patologías vasculares y la hipertensión arterial, situaciones que obligan a considerar el tipo de anticonceptivos que debemos ofrecer a la usuaria.