Introducción |
La medicina y el arte del cuidado de los pacientes evolucionaron y cambiaron su enfoque de combatir las enfermedades a ayudar a reconstruir la vida humana. Vivimos y eventualmente morimos con enfermedades crónicas o somos sobrevivientes de una batalla contra el cáncer o contra la sepsis en la unidad de cuidados intensivos.
La medicina regenerativa ha contribuido con notables aportes tecnológicos, pero el término y la práctica de la regeneración empezaron a tener un sentido más amplio todavía.
El presente trabajo propone utilizar la perspectiva regenerativa en medicina, con la necesidad de combatir la enfermedad y el daño ampliándola a la reconstrucción y regeneración de las vidas afectadas por las enfermedades crónicas, para lo que se utilizó el estudio de un caso cínico como método para obtener una mejor comprensión del tema.
Estudio del caso: de la lucha a la construcción |
Un hombre de 56 años con dolor torácico concurrió a la guardia, donde se constató la presencia de un extenso infarto de miocardio causado por un trombo de la arteria coronaria descendente anterior, el cual fue tratado con angioplastia y un stent farmacológicamente activo. Fue trasladado sin dolor a la unidad coronaria.
> Escenario 1: cuidados habituales (concentrados en la lucha)
Luego del procedimiento se le informó que la obstrucción afectaba la arteria “hacedora de viudas”. Fue dado de alta con tratamiento antiagregante plaquetario e indicación de 6 semanas de rehabilitación. En su control cardiológico se le explicó que debía seguir luchando contra la enfermedad y que sin cambios en su estilo de vida podía desarrollar una insuficiencia cardíaca tan dañina como un cáncer metastásico.
Tres meses después consultó nuevamente a la guardia por presentar el mismo dolor. Se descartó esta vez un origen cardíaco y se le dio de alta con prescripción de ansiolíticos. La familia lo trataba como a una persona frágil y sus relaciones y trabajos empezaron a resentirse. Su psiquiatra le diagnosticó estrés postraumático y depresión con ansiedad.
> Escenario 2: cuidados regenerativos actuales (de la lucha a la reconstrucción)
Luego de la angioplastia se le mostró un gráfico de la arteria afectada explicándole que la intervención realizada tenía como finalidad restablecer la circulación al músculo cardíaco y, con ello, reconstituir su funcionalidad y la vida del paciente. Se comprometió a la familia a apoyarlo en los cambios en el estilo de vida y se lo derivó con su pareja a consejería. Se le indicó terapia cognitiva-conductual, que lo ayudó a perder el miedo a la actividad y, 2 meses más tarde, refería sentirse muy bien y estar altamente motivado.
> Escenario 3: cuidados regenerativos en el futuro (comenzando con la reconstrucción)
En este escenario futurista recibió una intervención regenerativa profiláctica para proteger el corazón y detener las arritmias antes de la cateterización. Se le colocó un stent reabsorbible y se le administraron fármacos biológicos intracoronarios para formar nuevos vasos y proteger el músculo.
Antes del alta el paciente se involucró en una comunidad virtual de enfermos y aprendió la importancia de completar el tratamiento y de participar en la rehabilitación cardíaca y en la consejería junto con su familia. Dos meses más tarde su función cardíaca era normal y se le pudo suspender la medicación. Un año después se fue de campamento con sus compañeros del grupo virtual y no pensó sobre su ataque durante meses.
Necesidades de los pacientes
En el primer escenario la obstrucción coronaria fue tratada inmediatamente y la estrategia de lucha fue llevada más allá de su utilidad. Es frecuente la construcción imaginaria de entidades sustitutas en medicina, como usar amenazas de muerte como motivación para mantener la estrategia de lucha, sin contemplar lo que produce en la vida de las personas. Términos como “luchar”, “sobreviviente”, “vigilar”, “fortalecerse”, “rendirse” o “perder la batalla” se usan en ese sentido.
En el segundo escenario luego de esta etapa de lucha, los actores involucrados exploran la reconstrucción de la persona y de su vida. Esta regeneración construye los fundamentos de nuevas rutinas y perspectivas apropiadas a una buena calidad de vida luego de un infarto. Como consecuencia, esta estrategia va en contrasentido de la tendencia actual en la asistencia sanitaria que degenera, aliena, desadapta y fragmenta a la persona y a su vida.
Cultivando las condiciones para una reconstrucción
El cuidado regenerativo no se centra solo en restablecer la integridad y la función de los tejidos, sino en cultivar las condiciones (culturales y ambientales) en las que el cuerpo y el sujeto se pueden reconstruir.
En el segundo y el tercer escenario el abordaje regenerativo opera acompañando la lucha urgente y, según los autores, este trabajo de reconstrucción debería comenzar lo antes posible, desde el nivel tisular en la sala de emergencias creando condiciones para prevenir el deterioro y permitir una restitución funcional.
Tras esta etapa, viene la creación de comunidades que brinden apoyo al paciente después del alta y lo ayuden a su adaptación y prosperidad. La medicina regenerativa debe facilitar el acople de las intervenciones terapéuticas dentro de la vida de los pacientes con el menor grado de interrupción posible en ambientes saludables, y contribuir a integrar la enfermedad con la historia de vida de las personas.
Los cuidados paliativos, la terapia física y ocupacional, los cuidados psicológicos y psiquiátricos, la rehabilitación, la medicina cuerpo-mente y la medicina de las enfermedades agudas y crónicas pueden considerarse regenerativos, y esto debería quedar claro en el entrenamiento profesional.
La promoción de ambientes saludables también es regenerativa, desde hospitales limpios hasta la promoción de barrios saludables y la maximización de las capacidades de las personas. A medida que la tecnología regenerativa tisular empiece a tener lugar, debe acompañarse de prácticas que cultiven las condiciones que ayuden a reconstruir el cuerpo y el alma.
Conclusión |
La lucha contra las enfermedades seguirá siendo necesaria, pero no con una mirada de ganar o perder, sino como un paso para la reconstrucción de las personas y requerirá reformas en el sistema de cuidados de la salud.
La regeneración tisular encontrará su lugar en el arsenal terapéutico disponible, pero la práctica no debería limitarse a la inyección de células madre, sino incluir el compromiso de ayudar a los pacientes a regenerarse ellos mismos desde la esfera molecular hasta la social, a adaptarse y a progresar en su vida.
SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica