Introducción
La función eréctil puede verse afectada por las enfermedades vasculares, los problemas psicológicos, las lesiones de la médula espinal y los trastornos hormonales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos años la cantidad de personas diabéticas aumentó casi 4 veces, y en los hombres diabéticos la prevalencia de disfunción eréctil (DE) es 3 veces más alta que en los hombres no diabéticos. Más de la mitad de los hombres diabéticos padecen DE.
Las complicaciones vasculares provocadas por la hiperglucemia y las enfermedades psicopatológicas vinculadas con el estrés que causa la diabetes llevan a la DE. Los fármacos de primera elección para el tratamiento de la DE son los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (IPDE-5) que, usados en el momento necesario, son eficaces para tratar la DE. Sin embargo, las enfermedades crónicas reducirían la tasa de éxito de estos fármacos.
La actividad del óxido nítrico (NO) reducida, la inflamación crónica, la hiperactividad autonómica y la arterosclerosis pelviana causan disminución de la función neural, alteración en el tono muscular liso, daño tisular relacionado con la hipoxia y proliferación celular en la próstata. |
En el presente estudio se comparó la eficacia entre el uso diario de 5 mg y el uso a demanda de 20 mg de tadalafilo en los pacientes diabéticos con DE, y los efectos de dos diferentes protocolos de tadalafilo en la eyaculación y los síntomas del tracto urinario inferior (STUI).
Métodos
El presente estudio incluyó a pacientes diabéticos que tuvieran la tríada clásica de la enfermedad y una concentración sérica de glucosa > 200 mg/dl o que estuvieran bajo tratamiento con insulina o recibiendo un fármaco oral para disminuir los valores de glucosa.
Todos los pacientes presentaban diabetes tipo 2 por al menos 6 meses.
Los pacientes con hipertensión arterial no controlada, enfermedad renal crónica, insuficiencia hepática, enfermedades coronarias inestables, trastornos psiquiátricos, con microinfusión de insulina o que hubieran sido diagnosticados de manera reciente fueron excluidos.
Tambén se consideraron criterios de exclusión la cirugía pelviana radical, la cirugía de prótesis de pene, la terapia hormonal y la terapia con nitratos.
Se evaluaron de forma retrospectiva 63 hombres diabéticos con DE, que fueron asignados de manera aleatoria al protocolo de tratamiento.
El grupo I estuvo conformado por 31 pacientes a los que se les suministró 5 mg de tadalafilo una vez por día durante 12 semanas, y
El grupo II estuvo integrado por 32 sujetos a los que se les suministró 20 mg de tadalafilo a demanda durante 3 meses.
Todos los participantes fueron instruidos para mantener relaciones sexuales al menos 4 veces en un mes, y se realizaron controles mensuales. Para evaluar las medidas sexuales primarias utilizaron el cuestionario de 6 preguntas del International Index of Erectil Function (IIEF) y, según el puntaje obtenido, clasificaba el grado de disfunción del paciente.
La calidad de la firmeza de la erección fue evaluada usando la escala de firmeza eréctil (EFE). Para valorar la función eyaculatoria se utilizó la forma abreviada del Male Sexual Health Questionnaire (MSHQ). Los STUI fueron analizados mediante el International Prostate Symptom Score (IPSS), por uroflujometría, medición de la orina residual posterior al vaciado y puntaje de la calidad de vida.
Resultados
El promedio de edad en el grupo I fue 60.5 ± 6.8 años y en el grupo II, 60.9 ± 7.2 años.
En el grupo I los promedios de los puntajes del IIEF del pretratamiento, al primer mes y al tercer mes de los pacientes menores de 65 años fueron 12.6, 14.7 y 15.6 (p = 0.001), respectivamente, y los de los sujetos mayores de 65 años fueron 13.2, 15.3 y 16 (p = 0.001), en el mismo orden.
Mientras que en el grupo II los promedios de los puntajes del IIEF del pretratamiento, al primer mes y al tercer mes de los pacientes menores de 65 años fueron 12.8, 14.4 y 15.1 (p = 0.04), en orden respectivo, y los de los individuos mayores de 65 años fueron 14.1, 14.7 y 15.0 (p = 0.09), respectivamente.
La función eyaculatoria mejoró en ambos grupos.
En el grupo I los promedios de los puntajes del MSHQ fueron 13.7, 16.2 y 16.8, respectivamente, con una diferencia estadísticamente significativa entre el pretratamiento y el primer mes de tratamiento (p = 0.001), el pretratamiento y el tercer mes de tratamiento (p = 0.001) y el primer mes y el tercer mes de tratamiento (p = 0.001), respectivamente.
En el grupo II, los promedios de los puntajes del MSHQ fueron 17.2, 20.6 y 22, en el mismo orden; no se observó diferencia significativa entre el primer mes y el tercer mes de tratamiento (p = 0.14), pero sí hubo diferencias significativas entre el pretratamiento y el primer mes de tratamiento, y entre el pretratamiento y el tercer mes de tratamiento (p = 0.02).
Tanto en el grupo I como en el grupo II, independientemente de la edad, mejoraron los promedios de los puntajes del MSHQ. Los promedios de los puntajes de la EFE fueron 1.9, 2.6 y 2.9, respectivamente, en el grupo I (p = 0.001), y 1.8, 2.6 y 2.7 en el grupo II (p = 0.001), en el mismo orden. Durante todo el período de estudio los incrementos en los puntajes de la EFE fueron estadísticamente significativos (p = 0.001).
Los promedios de los puntajes del IPSS del pretratamiento, el primer mes y el tercer mes fueron 12.9, 11.3 y 11, respectivamente, en el grupo I (p = 0.002), y 9.4, 8.9 y 8.4, en el mismo orden, en el grupo II (p = 0.03). En el grupo I, el promedio del flujo de orina del pretratamiento fue 10.3 ml/s, mientras que el grupo II fue 10.2 ml/s.
Al tercer mes de tratamiento el promedio del flujo de orina fue 13.7 y 12.1 ml/s en el grupo I (p = 0.01) y en el grupo II (p = 0.03), respectivamente, y la mejoría fue superior en el grupo I. El número de pacientes sin DE en el pretratamiento, el primer mes y el tercer mes fue 0, 2 y 2, en orden respectivo, en el grupo I (p = 0.04), mientras que en el grupo II fue 0, 0 y 3 (p = 0.03), respectivamente.
Los efectos adversos observados fueron leves.
Discusión
La diabetes contribuiría a la DE y el tadalafilo sería una buena opción como primera elección en la terapia de esta última, según la bibliografía.
La administración diaria de tadalafilo sería beneficiosa en los pacientes con DE leve a moderada, en quienes el uso a demanda no sería útil.
Sin embargo, algunos autores postulan que no habría diferencias importantes entre los dos regímenes terapéuticos.
Una investigación concluyó que la administración crónica de tadalafilo a bajas dosis ayudaría a preservar la integridad del tejido eréctil, y destacaron la necesidad de estudios sobre el tiempo de administración, la dosis y la duración del tratamiento de los IPDE-5.
En el presente estudio, la función eréctil mejoró durante todo el período de estudio en ambos grupos y no hubo diferencias importantes en lo referido a los puntajes del IIEF. No obstante, los pacientes menores de 65 años en el grupo de tadalafilo diario demostraron mejores tasas de respuesta que los del grupo de tadalafilo a demanda.
El tratamiento diario de tadalafilo aumentó el promedio de los puntajes del IIEFE en los pacientes mayores de 65 años, pero no se observó mejora de estos puntajes en los individuos que utilizaron el tadalafilo a demanda.
En el análisis de los subgrupos de DE hubo un cambio de los hombres con DE moderada a DE leve o sin DE, en ambos grupos. Según los autores, el tadalafilo estaría asociado con mayor cantidad de relaciones sexuales completas por píldora que el sildanafil.
La bibliografía indica que el tadalafilo aumentaría la cantidad de la eyaculación y prolongaría la duración de esta. Según una investigación, 10 mg o 20 mg de tadalafilo a demanda mejoría la eyaculación.
Los resultados del presente estudio sobre la función eyaculatoria coinciden con los de otras investigaciones, en el hecho de que el promedio del puntaje del MSHQ aumentó de manera notable durante todo el protocolo en el grupo I, mientras que el puntaje del MSHQ aumentó durante el primer mes de tratamiento en el grupo II.
Esto sugiere que el uso diario de 5 mg de tadalafilo sería más eficaz para la eyaculación que el uso del tadalafilo a demanda. Al igual que en diversos estudios, en el presente trabajo se observó que dosis bajas de tadalafilo diario mejoran la función eréctil e incrementan de manera significativa el puntaje de la EFE.
Según los autores, sostener un nivel terapéutico con bajas dosis diarias de tadalafilo disminuiría la isquemia en el cuerpo cavernoso y en el suelo pelviano. El estrés oxidativo que provocaría la diabetes es la primera etapa de la disfunción endotelial, y esto, eventualmente, deriva en aterosclerosis. |
Los STUI y la DE serían el resultado de la insuficiencia circulatoria en los órganos pelvianos. Por lo tanto, la DE debe ser considerada como un trastorno sistémico.
Entre los mecanismos de acción del tadalafilo se encuentran la relajación de la salida de la vejiga y un incremento en el flujo sanguíneo en el suelo pelviano, la oxigenación del tejido prostático y el número de células endoteliales.
En un estudio se observó que los IPDE-5 aumentan el flujo sanguíneo renal y el nivel urinario de nitritos, por lo que sería razonable que el tadalafilo mejore los STUI. En el presente estudio, el tadalafilo mejoró el promedio del puntaje del IPSS en ambos grupos, pero de manera particular en el grupo I.
Conclusión
- El tadalafilo mejoraría significativamente la función sexual en los hombres diabéticos con DE, y sus efectos adversos serían aceptables.
- Ambos protocolos de tadalafilo mejoraron de manera similar el promedio de la tasa de flujo de orina y la calidad de la erección.
- El uso diario de 5 mg de tadalafilo mejoraría significativamente la calidad de la eyaculación y los STUI, más que el uso a demanda de 20 mg de tadalafilo.
- Podría ser beneficioso administrar 5 mg de tadalafilo diariamente a los pacientes mayores de 65 años en quienes no resulta útil el tratamiento con 20 mg de tadalafilo.
SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica