En adultos con sobrepeso en entornos de la vida real

Vínculos entre las horas de sueño y la ingesta calórica

Mejorar y mantener una duración adecuada del sueño podría reducir el peso

Autor/a: Esra Tasali, MD; Kristen Wroblewski, MS; Eva Kahn, MS; et alJennifer Kilkus, MS, Dale A. Schoeller, PhD

Fuente: Effect of Sleep Extension on Objectively Assessed Energy Intake Among Adults With Overweight in Real-life Settings

Puntos clave

Pregunta  

¿Cuál es el efecto de la extensión del sueño sobre la ingesta de energía evaluada objetivamente en adultos con sobrepeso en su entorno familiar habitual?

Hallazgos  

En este ensayo clínico aleatorizado de 80 adultos con sobrepeso y sueño habitual de menos de 6,5 horas por noche, los aleatorizados a una intervención de extensión del sueño de 2 semanas redujeron significativamente su ingesta diaria de energía en aproximadamente 270 kcal en comparación con el grupo de control.

El gasto total de energía no difirió significativamente entre los grupos de extensión del sueño y de control, lo que resultó en un balance energético negativo con la extensión del sueño.

Significado  

Los hallazgos sugieren que mejorar y mantener una duración adecuada del sueño podría reducir el peso y ser una intervención viable para los programas de prevención de la obesidad y pérdida de peso.

Introducción

La obesidad es un importante problema de salud pública. La epidemia de obesidad parece coincidir con un patrón de dormir menos que se ha observado en la sociedad durante las últimas décadas. Por ejemplo, un tercio de la población de EE. UU. informó que no dormía las 7 a 9 horas recomendadas por noche.

Evidencia sustancial sugiere que dormir menos de 7 horas por noche de manera regular está asociado con consecuencias adversas para la salud. En particular, la duración insuficiente del sueño se reconoce cada vez más como un factor de riesgo importante para la obesidad. Los estudios epidemiológicos prospectivos sugieren que la corta duración del sueño es un factor de riesgo importante para el aumento de peso.

Sin embargo, aún se desconoce si extender la duración del sueño puede ser una estrategia efectiva para prevenir o revertir la obesidad. Aunque los expertos en obesidad alientan la educación sobre la higiene del sueño, la mayoría de los profesionales de la salud y los pacientes no implementan la obtención de una duración adecuada del sueño como parte de las estrategias para combatir la epidemia de obesidad.

A nivel de la población, la asociación entre el flujo de energía y el peso corporal implica que el aumento de la ingesta de energía es el principal factor del aumento del peso corporal en la sociedad moderna. De acuerdo con los modelos de predicción dinámica, un aumento sostenido en la ingesta de energía de incluso 100 kcal/d daría como resultado un aumento de peso de alrededor de 4,5 kg durante 3 años.

Es necesario comprender mejor los factores que subyacen al aumento persistente observado en la ingesta de energía y el aumento medio de peso a nivel de la población. Uno de esos factores es la duración insuficiente del sueño. Los estudios de laboratorio experimentales a corto plazo han encontrado que la restricción del sueño en individuos sanos se asocia con un aumento de la ingesta energética media de alrededor de 250 a 350 kcal/d con un cambio mínimo o nulo en el gasto de energía.

Sin embargo, estos estudios de laboratorio no representan la vida real. La magnitud de la restricción del sueño fue extrema en la mayoría de los casos, y la ingesta de energía se determinó a partir de una sola comida o de unas pocas. En un entorno de la vida real en el que los participantes continúan con sus actividades diarias normales, múltiples factores que interactúan (p. ej., interacciones sociales y actividad física de vida libre) pueden influir en la ingesta o gasto de energía y el peso.

Hasta la fecha, se desconoce si y en qué medida una intervención destinada a aumentar la duración del sueño en un entorno de la vida real afecta el equilibrio energético y el peso corporal. Realizamos un ensayo clínico aleatorizado (RCT) para determinar los efectos de una intervención de extensión del sueño sobre la ingesta de energía, el gasto de energía y el peso corporal evaluados objetivamente en entornos de la vida real entre adultos con sobrepeso que habitualmente reducen la duración del sueño.

Resumen

Un ensayo clínico aleatorizado

Importancia  

La corta duración del sueño ha sido reconocida como un factor de riesgo para la obesidad. Aún se desconoce si extender la duración del sueño puede mitigar este riesgo.

Objetivo  

Determinar los efectos de una intervención de extensión del sueño sobre la ingesta de energía, el gasto de energía y el peso corporal evaluados objetivamente en entornos de la vida real entre adultos con sobrepeso que habitualmente reducen la duración del sueño.

Diseño, ámbito y participantes  

Este ensayo clínico aleatorizado de un solo centro se llevó a cabo del 1 de noviembre de 2014 al 30 de octubre de 2020. Los participantes eran adultos de 21 a 40 años con un índice de masa corporal (calculado como el peso en kilogramos dividido por la altura en metros cuadrados) entre 25,0 y 29,9 y tenían una duración habitual del sueño de menos de 6,5 horas por noche. Los datos se analizaron según el principio de intención de tratar.

Intervenciones  

Después de un período de sueño habitual de 2 semanas al inicio del estudio, los participantes fueron asignados al azar a una sesión individualizada de asesoramiento sobre higiene del sueño que tenía como objetivo extender su hora de acostarse a 8,5 horas (grupo de extensión del sueño) o continuar con su sueño habitual (grupo de control).

Se instruyó a todos los participantes para que continuaran con las actividades rutinarias diarias en el hogar sin ninguna dieta o actividad física prescrita.

Principales resultados y medidas  

El resultado principal fue el cambio en la ingesta de energía desde el inicio, que se evaluó objetivamente como la suma del gasto total de energía y el cambio en las reservas de energía del cuerpo.

El gasto total de energía se midió por el método del agua doblemente marcada. El cambio en las reservas de energía corporal se calculó utilizando la regresión de los pesos domésticos diarios y los cambios en la composición corporal a partir de la absorciometría de rayos X de energía dual. La duración del sueño se controló mediante actigrafía. Los cambios desde el inicio se compararon entre los 2 grupos mediante el análisis por intención de tratar.

Resultados  

Se analizaron los datos de 80 participantes aleatorizados (edad media [DE], 29,8 [5,1] años; 41 hombres [51,3 %]). La duración del sueño aumentó aproximadamente 1,2 horas por noche (IC del 95 %, 1,0 a 1,4 horas; P  < 0,001) en el grupo de extensión del sueño frente al grupo de control.

El grupo de extensión del sueño tuvo una disminución significativa en la ingesta de energía en comparación con el grupo de control (−270 kcal/d; IC del 95 %, −393 a −147 kcal/d; P  < 0,001).

El cambio en la duración del sueño se correlacionó inversamente con el cambio en la ingesta de energía (r  = −0,41; IC del 95 %, −0,59 a −0,20; P  < 0,001).

No se encontró un efecto significativo del tratamiento en el gasto total de energía, lo que resultó en una reducción de peso en el grupo de extensión del sueño frente al grupo de control.

Conclusiones y relevancia  

Este ensayo encontró que la extensión del sueño redujo la ingesta de energía y resultó en un balance energético negativo en entornos de la vida real entre adultos con sobrepeso que habitualmente redujeron la duración del sueño.

Mejorar y mantener la duración del sueño saludable durante períodos más largos podría ser parte de los programas de prevención de la obesidad y pérdida de peso.

Registro de ensayo   ClinicalTrials.gov Identificador: NCT02253368