John Kennedy Toole se fue de este mundo demasiado pronto. Tan pronto que no pudo ver cómo su libro La conjura de los necios se publicó once años después de su suicidio y se convirtió en un éxito de taquilla. Pero también fue galardonado con un Premio Pulitzer, que por primera vez reconoció a un autor desconocido y a una publicación de una pequeña editorial universitaria. Además solo hubo otro antecesor en recibir este galardón de forma póstuma.
Icono de la novela humorística, el libro abre con la cita de Jonathan Swift: “Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele con este signo: todos los necios se conjuran contra él”. Y la madre de Toole, Thelma, hizo carne esa frase, al creer ciegamente en la genialidad de su hijo y al convencerse que su precipitado final se debió a la necedad. Tras encontrar el manuscrito en una caja de zapatos, años después del deceso de John, lo mandó a ocho editoriales y tras ocho rechazos, contactó al novelista William Percy, quien iba a dar una conferencia en la Universidad de Louisiana en Laffayette. Le insistió para que leyera el volumen porque era “una obra maestra”. Percy lo hizo y sus recomendaciones influyeron para que la editorial de esa casa de estudios, LSU Press, lo publicara en 1981, con una tirada inicial de 3.000 ejemplares.
El libro hizo a John Kennedy Toole una celebridad, pero también a su madre Thelma, que hasta su muerte en 1984, otorgó entrevistas sobre su hijo y cómo los rechazos editoriales habían influido en su pronto deceso. Sin embargo, una biografía evidenció que más allá de las malas noticias, había antecedentes de enfermedad mental en la familia de Toole y que John había enviado La conjura de los necios a una sola editorial, Simon & Shuster. Incluso, el original había despertado el interés de uno de los editores más pujantes del momento, Robert Gottlieb, quien le pidió más de una vez que corrigiera el manuscrito, algo que Toole no estaba dispuesto a hacer por completo.
Una joven promesa
Toole nació el 17 de diciembre de 1937 en Nueva Orleans y fue un estudiante brillante, al punto que a los 16 años ya había ingresado a la universidad y terminado su primera novela La Biblia de neón (que terminó por publicarse en 1989). Tras graduarse en la Universidad de Tulane, realizó una maestría en lengua inglesa en la Universidad de Columbia y ya para sus 22 años era profesor en la Universidad del Suroeste de Louisiana (actualmente llamada U.L. Lafayette). Más tarde, escribió La conjura de los necios cuyo personaje principal es Ignatius J. Reilly, un vago outsider de 30 años con problemas de obesidad, que vivía con su madre Irene y que escribía cuadernos sobre su visión del mundo, hasta que tuvo que salir a buscar un trabajo para vivir en el entorno capitalista que tanto odia y así toparse con los “necios”.
Se pensó durante mucho tiempo que el personaje de Ignatuis estaba basado en el mismo John, por el vínculo simbiótico que Reilly tenía con su madre Irene que, al igual que Thelma, estaba convencida de la inteligencia superior de su hijo. Pero Toole era un hombre respetado, elegante y gracioso, conocido como el alma de la fiesta. Ignatius se parecería más a su compañero y colega, el profesor Bobby Byrne, quien vivía aislado en una cabaña, estaba excedido de peso, vestía ropas anchas, usaba una gorra tipo cazadora y se sabía que gustaba de los panchos o hot dogs, además de ser famoso por sus flatulencias. Como estudioso de la Edad Media, Byrne solía hablar de “la geometría y la teología”, frase que aparece en libro como un frecuente latiguillo de Ignatius.
Dos manuscritos en el cajón
Thelma, encontró el manuscrito de La conjura de los necios dentro de una caja de zapatos años después de la muerte de John y desde entonces no paró hasta que se reconociera que su hijo era un genio que, al no haber sido reconocido como tal y tras múltiples rechazos, “se quitó la vida”. Sin embargo, en la biografía Una mariposa en la máquina de escribir, de Cory Mclaughin, se revela que Toole solo había mandado el original a una sola editorial, Simon & Schuster y que había despertado el interés del pujante editor Robert Gottlieb, luego de que su secretaria se lo recomendara. Lo prueba al incluir el intercambio epistolar entre ambos.
El editor decidió publicar “Trampa 22” de Joseph Heller en 1961, pero insistió en que Toole corrigiera el manuscrito (reconocía que era divertido, pero criticaba que fuera largo, que faltara un hilo conductor, que el personaje de Ignatius no cambiara a lo largo de la novela –solo se volvía más gordo— y cuestionaba algunos personajes, como el de Mirna Minkoff y el matrimonio Levy). Entre las palabras de Gottlieb, se encuentran: “Leeré su libro, lo volveré a leer, lo corregiré y quizá lo publique; dicho de otro modo, apáñeselas como pueda hasta que se harte de mí”. A Toole nunca se le ocurrió enviar el libro a otro sello.
Pero había otro original escondido en otra caja de zapatos, La Biblia de Neón, de un tono más dramático y que no fue difundido por Thelma. De hecho, recién se editó en 1989, cinco años después de que ella falleciera.
Salud mental y un final precipitado
La conjura de los necios se hizo famoso a la par de su leyenda de rechazos, sin que su autor pudiera afirmarla ni negarla, porque se quitó la vida en 1969, cuando apenas tenía 32 años. Tras un viaje de dos meses, que realizó solo por su país sin avisar a su madre, estacionó su auto cerca de unos pinos en las afueras de Biloxi, Misisipi, escribió una carta de suicidio para sus padres (de la cual nunca se supo el contenido, porque Thelma la destruyó) y después “introdujo un extremo de una manguera de jardín en el tubo de escape y metió el otro en el coche por una rendija de la ventanilla”, según la biografía Una mariposa en el Jardín.
Thelma, quien defendió con persistencia el talento de su hijo, también a su modo, lo había “editado”. Lo hizo al no luchar por la edición del La Biblia de Neón, al destruir la carta de suicidio que había dejado John, así como también a los cambios que había hecho Toole a raíz de las sugerencias de Gottlieb. Por tanto, el manuscrito que conocemos es el original.
Más allá de que los rechazos seguro tuvieron un impacto en el estado de ánimo del autor, John Kennedy Toole tenía antecedentes de enfermedad mental en su familia. Un tío de su madre se suicidó antes de que él naciera, un hermano de ella terminó internado en una institución psiquiátrica y el padre de John ostentaba un comportamiento excéntrico probablemente asociado a la demencia, al punto que estaba obsesionado con las manzanas y le regalaba una a cada invitado, lo que hacía que John pasara momentos incómodos.
Si bien Ignatius no se parecía a John, con el correr del tiempo John se terminó pareciendo a Ignatius, si de aislamiento hablamos así como también de la ganancia de peso (Toole tenía miedo a engordar y tenía una tendencia).
Por lo tanto, ni los necios "conjuraron" contra el genio de Toole, ni se puede atribuir fiabilidad alta al discurso de Thelma, que odiaba a Gottlieb y lo hacía partícipe de la fatalidad. Lo que sí sabemos es que nos perdimos de una carrera extensa de un gran escritor, pero rescatamos dos grandes obras, porque los lectores de La Biblia de neón saben que Toole encontró un estilo prematuramente perfecto, fluido, alcanzado cuando apenas era un adolescente. Y si bien resulta imposible para cualquiera “ponerse en los zapatos” de este escritor norteamericano, al menos podemos disfrutar de los libros rescatados de dos de sus cajas.
Textos de Celina Abud.
Referencias
• Grandes infelices, luces y sombras de grandes novelistas, podcast de Javier Peña, # 3 John Kennedy Toole.
• Quién era en realidad John Kennedy Toole, Revista Noticias, Sección Cultura, 07/09/2015.
• John Kennedy Toole, Busca Biografías.
•John Kennedy Toole, desventuras de un torpe entrañable, por Manuel Llorente, Diario El Mundo, Sección Literatura, 24/07/2019.