La próxima vez que se siente en su restaurante local favorito, considere esto: dos nuevos estudios hallan que la comida promedio de restaurante provee a los comensales la mayoría de las calorías, grasas y sal que necesitan para todo el día.
Los autores de ambos informes dijeron que esos excesos pueden hacer que comer en los restaurantes resulte malsano, empeorando la epidemia de la obesidad y aumentando el riesgo de enfermedades cardiacas de los comensales.
"En todas las categorías de comidas hay unos rangos inmensos de calorías, sodio y grasas", advirtió Mary Scourboutakos, de la Universidad de Toronto, y autora principal de uno de los estudios. "En realidad uno no sabe [cuál opción del menú es la más saludable] a menos que haya etiquetas de las calorías o del sodio. No hay forma de predecir qué comidas serán peores".
Ambos informes aparecen en la edición en línea del 13 de mayo de la revista JAMA Internal Medicine.
El primer informe fue llevado a cabo por investigadores del Centro de Investigación en Nutrición Humana y Envejecimiento de la Universidad de Tufts, en Medford, Massachusetts. Hallaron que las comidas de restaurante más comúnmente pedidas contenían más de la mitad de las calorías que una persona necesitaría al día.
"La porción promedio (simplemente un entrante, sin bebidas, aperitivos ni postres) casi contiene todas las calorías del día en un solo plato", señaló la investigadora líder, Susan Roberts, directora del Laboratorio del Metabolismo de la Energía del centro.
Para el estudio, el equipo de Roberts analizó 157 comidas completas de 33 restaurantes del área de Boston.
Hallaron que el 73 por ciento de las comidas ordenadas tenían más de la mitad de las 2,000 calorías recomendadas para los adultos por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU., y 12 comidas contenían una cantidad de calorías que superaba a la recomendación diaria completa.
Unas porciones de gran tamaño parecieron ser la clave, halló el estudio de Boston, ya que investigaciones anteriores han mostrado que las personas tienden a comer lo que les ponen delante.
"Cuando los restaurantes proveen estas porciones [grandes], que son mucho más de lo que el cuerpo humano puede procesar, contribuyen de manera muy directa a la terrible epidemia de obesidad que sufrimos hoy en día", lamentó Roberts.
Las comidas con el mayor número de calorías incluían las que se servían en restaurantes que se especializaban en comida italiana (1,755 calorías), estadounidense (1,494 calorías) y china (1,474 calorías). Las comidas con el número promedio más bajo de calorías eran las de los restaurantes vietnamitas (922 calorías) y japoneses (1,027 calorías), apuntaron los investigadores.
Los restaurantes locales o familiares eran igual de propensos a ofrecer muchas calorías que una gran cadena, halló el estudio de Boston. De hecho, los restaurantes locales o de cadenas pequeñas tendían a tener unos conteos calóricos ligeramente superiores por comida (con un promedio de 1,437) que las cadenas nacionales (con 1,359), aunque la diferencia no tuvo significación estadística.
"Muchos de estos restaurantes [locales] hacen que la comida rápida parezca saludable", señaló Roberts.
Sin embargo, sin la ayuda de conteos calóricos en los menús, averiguar qué comida es mejor para uno puede resultar difícil.
Sin conteos calóricos publicados, "no hubo forma de identificar las comidas que tenían unas calorías adecuadas para un ser humano normal", advirtió Roberts. "Las porciones y las calorías por onza variaban mucho entre restaurantes incluso para los mismos platos, con frecuencia por un factor de dos".
Por tanto, "los restaurantes que no proveen información nutricional son lugares muy malsanos para comer, desde la perspectiva de las calorías", advirtió. A Roberts le gustaría ver que muchos más restaurantes publicaran la información calórica y nutricional, "de forma que los consumidores puedan elegir si comer en exceso o no".
En el segundo estudio, investigadores canadienses liderados por Scourboutakos, que es estudiante de postgrado, analizaron 685 comidas y 156 postres de 19 restaurantes formales de cadenas.
Hallaron que el desayuno, almuerzo y cena promedios contenían 1,128 calorías, de nuevo una mayoría de las calorías diarias recomendadas a los adultos.
Además, normalmente las comidas contenían el 151 por ciento de la cantidad recomendada diaria que una persona debe consumir, el 89 por ciento de la grasa recomendada al día, el 83 por ciento de las grasas saturadas y trans recomendadas al día, y el 60 por ciento del colesterol que alguien debe ingerir a diario.
Una experta concurrió en que, con frecuencia, las comidas de los restaurantes contienen cantidades inesperadas de calorías, sal y grasas.
"Comer fuera es divertido", reconoció Samantha Heller, nutricionista clínica principal del Centro Médico de la Universidad de Nueva York, en esa ciudad. "Para el ama de casa, es un descanso de tener que cocinar y limpiar todas las noches". Sin embargo, el problema es que muchas, o incluso la mayoría, de las comidas de restaurantes, ya sean locales o de cadenas, contienen muchas más grasas saturadas, calorías y sodio de lo que uno podría imaginarse, señaló.
"Hace poco, revisé las opciones del menú en línea de un restaurante de una cadena con un paciente. La ensalada de pollo asado que comía con regularidad, y que creía que era saludable, al final tenía más de 2,000 miligramos de sodio y 41 gramos de grasa. Se quedó completamente sorprendido", comentó.
Otro problema es que muchas personas comen fuera varias veces por semana, poniéndolos en riesgo de comer en exceso, planteó Heller.
Las tradicionales comidas familiares presentan ventajas más allá de una dieta saludable, anotó. "Las comidas familiares en casa mantienen a los niños sanos y respaldan unas mejores relaciones entre los miembros de la familia, reducen los trastornos alimentarios y el abuso de sustancias, y mejoran el bienestar", aseguró Heller. "Si come fuera de casa varias veces por semana, intente que sean menos noches. Las comidas frescas cocinadas en casa pueden ser sencillas, saludables y deliciosas".
Otro estudio publicado en la misma revista halló que las muy publicitadas reducciones voluntarias en los niveles de sal en las comidas de la industria de los restaurantes y la alimentaria han sido "inconstantes y lentas".
La investigación, liderada por Michael Jacobson, del Centro de Ciencia para el Interés Público (CSPI, por su sigla en inglés) en Washington, D.C., halló que la sal de 402 comidas procesadas se redujo en apenas alrededor del 3.5 por ciento entre 2005 y 2011.
En el mismo periodo, la cantidad de sal en la comida de 78 restaurantes de comida rápida aumentó en un 2.6 por ciento.
Aunque en algunos productos hubo una reducción del 30 por ciento en la sal, en la mayoría la sal aumentó por lo menos un 30 por ciento, hallaron los investigadores del CSPI.
"Unas medidas más contundentes [por ejemplo, unos límites graduales sobre los niveles de sal, impuestos por el gobierno federal] resultan necesarias para reducir los niveles de sodio y la prevalencia de la hipertensión y de las enfermedades cardiacas", concluyeron los investigadores.
FUENTES: Susan Roberts, Ph.D., director, Laboratory, Human Nutrition Research Center on Aging, Jean Mayer USDA Energy Metabolism, Tufts University, Boston; Mary Scourboutakos, B.S., University of Toronto, Canada; Samantha Heller, M.S., R.D., senior clinical nutritionist, New York University Medical Center, New York City; May 13, 2013, JAMA Internal Medicine, online.