Se habla menos de lo necesario

Sexo después de un infarto

Los médicos no están hablando sobre las relaciones sexuales con los sobrevivientes a un infarto de miocardio.

Fuente: Medlineplus

Después de sufrir un paro cardiaco, Karen Englert recordó que sus médicos le aconsejaron sin reservas que no levantara jarras con leche, que no condujera y que no se duchara, pero no dijeron nada sobre volver a mantener relaciones sexuales con su marido, Jeff.

"Me han realizado 6 operaciones cardiacas distintas, y nunca me han dado ninguna instrucción concreta sobre cuándo podría volver a hacerlo", dijo Englert, de 33 años, de una zona suburbana de St. Louis, Misuri.

Es razonable que las personas que sobreviven a eventos graves, como un paro cardiaco o un ataque cardiaco, estén preocupadas por hacer un esfuerzo excesivo, y esa preocupación se extiende a si mantener relaciones sexuales podría ser perjudicial o peligroso.

Un nuevo estudio de supervivientes jóvenes a ataques cardiacos descubre que su médico les da consejos a menos de 1 de cada 5 sobre si pueden volver a mantener relaciones sexuales, y que la información que reciben a menudo es errónea.

"La gran mayoría de las personas que sufren un ataque cardiaco no reciben ningún consejo por parte de su médico sobre las relaciones sexuales", dijo la autora principal del estudio, la Dra. Stacy Tessler Lindau, directora de medicina sexual integradora en el Centro Médico de la Universidad de Chicago. "Si un médico no lo comenta, algunas personas no volverán a mantener relaciones sexuales porque temen que podría desencadenar otro ataque cardiaco".

Un mes después de sufrir el ataque cardiaco, solamente el 12 por ciento de las mujeres y el 19 por ciento de los hombres del estudio reportaron haber recibido consejos sobre las relaciones sexuales por parte de su proveedor de atención sanitaria, según los hallazgos, publicados el 15 de diciembre en la revista Circulation.

Las directrices dicen que es perfectamente seguro volver a mantener relaciones sexuales tras un ataque cardiaco, en la medida que el paciente ya no sufra de angina o dolor de pecho, dijo Lindau.

Pero muchos médicos no dan esa información a los pacientes, hallaron los investigadores.

En el estudio, se preguntó a más de 3,500 mujeres y hombres de 18 a 55 años de edad sobre los consejos con respecto a la actividad sexual que habían recibido después de su ataque cardiaco. Se realizó preguntas a pacientes de 127 hospitales de Estados Unidos y España entre 2008 y 2012.

En las raras ocasiones en que los pacientes sí hablaron sobre las relaciones sexuales con su médico, en el 68 por ciento de los casos se pusieron restricciones injustificadas, hallaron los investigadores.

A aproximadamente el 35 por ciento de los que fueron asesorados les dijeron que limitaran las relaciones sexuales, al 26 por ciento les dijeron que tuvieran un papel más pasivo y al 23 por ciento les dieron la instrucción de mantener su frecuencia cardiaca en un nivel bajo durante el sexo.

"No hay evidencias para hacer este tipo concreto de recomendaciones, y además son difíciles de realizar, si se piensa en ello", dijo Lindau.

Los investigadores hallaron que cuando los médicos hablaron con los pacientes sobre las relaciones sexuales, eso ayudó. Dos terceras partes de los pacientes que reportaron haber hablado dijeron que estaban completamente satisfechos con las recomendaciones que les dieron.

Después de la pérdida abrupta de su función cardiaca, Karen Englert dijo que ella y su marido pasaron por dificultades con respecto al sexo. Englert, que sufre una enfermedad del nodo sinusal (coronaria) y fibrilación auricular, ambos trastornos del ritmo cardiaco, afirmó que a su marido le preocupaba hacerle daño o provocarle otro episodio cardiaco, y ella pasó malos momentos en los que se sentía inadecuada y poco atractiva.

Les costó mucho tiempo volver a como era antes, añadió, y señaló que "al principio era un poco incómodo. Empezábamos a tener sexo, y él tenía mucho miedo, de modo que constantemente se detenía y me preguntaba: '¿Estás bien? ¿Paramos?' Se iban las ganas".

Englert dijo que los médicos no deberían esperar a que los pacientes empiecen a hablar de ello. "Aunque solamente sugirieran algún material de lectura sutilmente, eso ya sería mejor que nada", señaló.

La Dra. Nieca Goldberg, directora médica del programa cardiaco de mujeres del Centro Médico Langone de la NYU, comentó que no le sorprendió que tan pocos pacientes con ataques cardiacos recibieran consejos sobre las relaciones sexuales.

"Creo que quizá esto queda de lado entre todos los otros mensajes que les transmitimos a los pacientes, sobre lípidos y presión arterial y otros modos de prevenir un segundo ataque cardiaco", dijo Goldberg.

Los médicos deberían aconsejar tanto a los supervivientes de ataques cardiacos como a sus parejas sobre el sexo, añadió. "A veces es la pareja quién está ansiosa por no provocar ningún problema al paciente", indicó.

Los pacientes de un ataque cardiaco deberían sentirse con la libertad de preguntar a su médico si parece que éste no lo va a comentar, afirmaron Lindau y Goldberg.

"No deberían volver a casa y seguir preocupándose por ello", dijo Goldberg. "Deben comentarlo con el médico".


FUENTES: Stacy Tessler Lindau, M.D., associate professor, obstetrics and gynecology and geriatric medicine, and director, Program in Integrative Sexual Medicine, University of Chicago Medical Center; Nieca Goldberg, M.D., medical director, Women's Heart Program, NYU Langone Medical Center, New York City; Karen Englert, Suburban St. Louis, Mo.; Dec. 15, 2014, Circulation