Los amantes del café podrían vivir más tiempo que los que no lo beben, ya que presentan unos riesgos más bajos de muerte por enfermedad cardiaca y afecciones neurológicas como la enfermedad de Parkinson, encuentra un gran estudio de EE. UU.
Los investigadores dijeron que el estudio, que aparece en la edición en línea del 16 de noviembre de la revista Circulation, se añade a las numerosas evidencias sobre el lado positivo del café.
Con frecuencia las personas creen que beber café es un hábito malo que deben abandonar, dijo el líder del estudio, el Dr. Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.
Pero, dijo Hu, muchos estudios han vinculado la ingesta moderada de café con unos riesgos más bajos de contraer varias enfermedades: enfermedades cardiacas y la diabetes, el cáncer de hígado, y enfermedades neurológicas como el Parkinson, esclerosis múltiple y Alzheimer.
El estudio de su equipo, financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU., añade una evidencia más. Encontró que las personas que beben café no solo son menos propensas a contraer ciertas enfermedades, sino que también tienden a vivir más tiempo.
Durante 30 años, los no fumadores que bebían de tres a cinco tazas de café al día tenían un 15 por ciento menos probabilidades de morir por cualquier motivo, en comparación con los que no bebían café. Específicamente, tenían unas tasas más bajas de muerte por enfermedades cardiacas, accidente cerebrovascular, afecciones neurológicas y suicidio.
Tanto el café regular como el descafeinado se vincularon con una mayor supervivencia, encontró el estudio.
Nada de eso prueba que el café en sí alargue la vida de las personas ni proteja directamente de ciertas enfermedades, comentó Hu. Otros factores podrían explicar la conexión.
Pero Hu añadió que su equipo tomó en cuenta muchos de esos factores. Y el beneficio del café se sostuvo.
Los hallazgos se basan en más de 200,000 médicos, enfermeras y otros profesionales sanitarios de EE. UU. que fueron encuestados varias veces en un periodo de casi tres décadas. En ese periodo, murieron casi 32,000 de los participantes del estudio.
Se encontró que las personas que bebían entre una y cinco tazas de café al inicio tuvieron menos probabilidades de morir durante el periodo del estudio cuando se tomaron en cuenta otros hábitos de estilo de vida y ciertos problemas de salud, como la hipertensión y la diabetes.
La relación se hizo más fuerte cuando los investigadores solo observaron a los no fumadores: los que bebían de tres a cinco tazas de café al día tenían un 15 por ciento menos de probabilidades de morir durante el periodo del estudio, en comparación con los adultos que no bebían café. Se observaron riesgos más bajos incluso entre los que más café bebían (más de cinco tazas al día), que tenían un riesgo de morir un 12 por ciento más bajo que los que no bebían café.
"Las evidencias sugieren que el café puede incluirse en un estilo de vida saludable", aseguró Hu.
Hu anotó que la evidencia ya se ha incorporado en las más recientes directrices dietéticas de EE. UU., que señalan que una dieta saludable puede incluir hasta de tres a cinco tazas de café al día.
Pero el estilo de vida general es clave, enfatizó Hu. Es decir, hay una diferencia entre alguien que duerme poco y usa café para funcionar durante el día y una persona que duerme bien, hace ejercicio, y come una dieta equilibrada que incluye algo de café.
Alice Lichtenstein, vocera de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), se mostró de acuerdo.
"Esto no significa que se deba comenzar a beber café con la esperanza de obtener beneficios de salud", dijo Lichtenstein, que también es profesora de ciencias y políticas de la nutrición de la Universidad de Tufts, en Boston.
Pero, añadió, los nuevos hallazgos se suman a años de evidencias de que el café no es tan malo como muchos creen. "Persiste la idea de que el café debe ser malo para uno porque es agradable", dijo Lichtenstein. "Es casi como si intentáramos encontrar algo malo en el café".
Pero hay limitaciones. "Hay que tener cuidado con lo que le echa al café", apuntó Lichtenstein. Un poco de leche está bien, dijo, pero tenga cuidado con el azúcar y la crema.
¿Y por qué estaría el café relacionado con unos beneficios de salud? No está claro a partir de este estudio, dijo Hu, pero otras investigaciones han sugerido que los compuestos del café pueden reducir la inflamación, actuar como antioxidantes y mejorar la regulación del azúcar en sangre, entre otras cosas.
Además, cuando se trata de afecciones neurológicas como la enfermedad de Parkinson, Hu señaló que hay evidencias de que la cafeína ofrece beneficios.
FUENTES: Frank Hu, M.D., Ph.D., professor, nutrition and epidemiology, Harvard School of Public Health, Boston; Alice Lichtenstein, D.Sc., professor, nutrition science and policy, Tufts University, Boston; Nov. 16, 2015, Circulation