Al contrario de la creencia popular, el café no parece aumentar el riesgo de ritmo cardiaco irregular en personas con insuficiencia cardiaca, según un pequeño estudio brasileño.
"Nuestros datos trasmiten la tranquilidad de que la mayoría de los pacientes con enfermedad cardiaca podrían beber cantidades moderadas de bebidas ricas en cafeína sin riesgos importantes", comentó el investigador principal del estudio, el Dr. Luis Rohde, de la división de cardiología de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Porto Alegre.
Hace mucho que se sospecha que las bebidas ricas en cafeína provocan síntomas relacionados con el corazón, como palpitaciones o latidos cardiacos con un ritmo rápido o irregular, dijo Rohde.
Debido a esta suposición, en la práctica clínica la mayoría de los médicos recomiendan reducir o evitar el consumo de cafeína a los pacientes con alguna enfermedad cardiaca.
Pero el equipo de Rohde no encontró ningún vínculo entre la cafeína y el ritmo anómalo de los latidos cardiacos a corto plazo. "De hecho, nuestros resultados ponen en duda la idea de que los pacientes con enfermedad cardiaca y en riesgo de sufrir arritmias deberían evitar o limitar la ingesta de cafeína".
La insuficiencia cardiaca se produce cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre como para satisfacer las necesidades del cuerpo.
El estudio incluyó a 51 personas con insuficiencia cardiaca. Los investigadores los asignaron aleatoriamente a dos nuevos grupos. A un grupo se le dio café descafeinado que contenía 100 miligramos (mg) de cafeína en polvo. El otro grupo recibió café descafeinado con leche en polvo.
Los pacientes tomaron las bebidas en intervalos de una hora durante un periodo de 5 horas. A los que se dio cafeína recibieron un total de 500 miligramos. El estudio también incluyó una prueba de "estrés" en la cinta caminadora una hora después de la última taza de café.
Aunque no se observó ningún efecto de la cafeína en los ritmos cardiacos, los investigadores indicaron que el estudio fue pequeño. Aproximadamente la mitad de los voluntarios del estudio bebían café con regularidad, así que podrían ser menos propensos a experimentar los efectos de la cafeína.
El estudio tampoco observó el uso a largo plazo de la cafeína y su efecto en los ritmos cardiacos anómalos de los pacientes con insuficiencia cardiaca, comentaron los investigadores.
El informe aparece en la edición en línea del 17 de octubre de la revista JAMA Internal Medicine.
El Dr. Christopher Granger, profesor en la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, dijo que "este estudio se suma a las evidencias de que el consumo de café y de cafeína parece ser seguro desde una perspectiva cardiovascular".
"Incluso en un grupo de alto riesgo, un grupo por el que uno tendría una mayor preocupación por el hecho de beber cafeína, un consumo modesto de cafeína pareció ser seguro", dijo Granger, que fue el coautor de un editorial que acompañó al estudio en la revista.
Pero advirtió que la cafeína es un estimulante y puede aumentar ligeramente la presión arterial, aunque no tuvo un efecto sobre la frecuencia cardiaca de los participantes del estudio.
Granger indicó que este estudio no absuelve tampoco a todas las formas de cafeína para los pacientes con problemas cardiacos. "No tuvo en cuenta las bebidas energéticas que contienen mucha cafeína; éstas podrían producir efectos adversos", dijo.
La moraleja de este estudio es que "cantidades modestas de café son seguras incluso para las personas con problemas cardiacos", dijo Granger.
• Fuentes: Luis Rohde, M.D., Sc.D., division of cardiology, Federal University of Rio Grande do Sul, Porto Alegre, Brazil; Christopher Granger, M.D., professor, medicine, Duke Clinical Research Institute, Duke University, Durham, N.C.; Oct. 17, 2016, JAMA Internal Medicine