El 21 por ciento de los niños y adolescentes estadounidenses tienen alguna forma de lectura "anómala" del colesterol en la sangre que les deja en riesgo alto de sufrir enfermedades cardiacas o accidentes cerebrovasculares (ACV) cuando lleguen a la edad adulta.
Esa es la conclusión de una revisión de los datos de salud federales de 2011-2014 recopilados por los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
En general, un poco más del 13 por ciento de los niños tenían unos niveles demasiado bajos del colesterol HDL ("bueno"), el que en realidad podría ayudar a despejar las arterias. Los CDC afirman que un poco más del 8 por ciento tenían un nivel demasiado alto de otras formas de colesterol que son perjudiciales para las arterias, y más del 7 por ciento presentaban un nivel alto de colesterol "total", hasta el punto de ser malsano.
La obesidad contribuyó a fortalecer estas tendencias, según los CDC. Por ejemplo, más del 43 por ciento de los niños que eran obesos obtuvieron alguna forma de lectura anómala del nivel de colesterol, frente a menos del 14 por ciento de los niños con un peso normal.
Como era de esperar, las tasas de lecturas anómalas del nivel de colesterol aumentaron a medida que los niños se hacían mayores. Por ejemplo, aunque un poco más del 6 por ciento de los niños de 6 a 8 años de edad tenían unos niveles altos de colesterol malo, esa cifra era casi el doble (el 12 por ciento) en el momento en que los niños tenían entre 16 y 19 años de edad, señalaron los CDC.
El informe de los CDC indicó que aunque hubo diferencias en las tasas de colesterol según el sexo, la raza no pareció importar.
Los hallazgos no sorprendieron a los cardiólogos.
"Cuando uno mira los datos, está claro que la epidemia de obesidad es la responsable de una porción sustancial de esos valores anómalos del nivel de colesterol", dijo el Dr. Michael Pettei, codirector de la unidad de cardiología preventiva del Centro Médico Pediátrico Cohen de New Hyde Park, en Nueva York. "Aproximadamente una tercera parte de los niños y adolescentes estadounidenses tienen sobrepeso u obesidad".
"Claramente, las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) de hacer pruebas del colesterol a todos los niños, y de que se tomen medidas para prevenir y gestionar la obesidad, son más adecuadas que nunca", señaló.
El Dr. Kevin Marzo, jefe de cardiología del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York, se mostró de acuerdo.
"El nivel anómalo de colesterol es un factor de riesgo clave modificable de las enfermedades cardiovasculares, incluyendo el ataque cardiaco y el ACV, en la edad adulta", comentó. "Este estudio confirma que las estrategias preventivas deben empezar en la niñez, lo que incluye unos hábitos de alimentación saludables, hacer ejercicio de forma regular y mantener un peso corporal ideal".
Los hallazgos aparecen en la edición del 10 de diciembre de la publicación Data Brief del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS).
FUENTES: Kevin Marzo, M.D., chief, division of cardiology, Winthrop-University Hospital, Mineola, N.Y.; Michael Pettei, M.D., co-director, preventive cardiology, Cohen Children's Medical Center, New Hyde Park, N.Y.; Dec. 10, 2015, Data Brief, U.S. National Center for Health Statistics, U.S. Centers for Disease Control and Prevention