Efectos antiinflamatorios

Las estatinas ayudan en la recuperación después de un by pass coronario

Una revisión del uso de los medicamentos para bajar el colesterol muestra que reducen el riesgo de muerte o complicaciones

Fuente: MedlinePlus

Los pacientes que toman estatinas antes y después de una cirugía de derivación (bypass) cardiaca experimentan menos complicaciones y una reducción en el riesgo de morir durante y poco después de la operación, encuentra un análisis reciente.

En una revisión de estudios recientes sobre el uso de estatinas antes y después de la cirugía de derivación, los investigadores encontraron que los fármacos para bajar el colesterol reducían la incidencia de fibrilación auricular, un latido anómalo del corazón, en un 58 por ciento. Además, las estatinas también reducían el riesgo de morir en el hospital tras la operación en un 43 por ciento.

"Creemos que las estatinas tienen esos efectos porque reducen la inflamación", dijo el investigador, el Dr. Islam Elgendy, de la división de medicina cardiovascular de la Universidad de Florida, en Gainesville.

"Justo después de una cirugía de derivación, hay una inflamación intensa en el corazón", añadió. "Quizá comenzar con estatinas dos semanas antes de la cirugía reduce el nivel de inflamación".

El informe aparece en línea el 12 de enero y en la edición impresa de febrero de la revista Annals of Thoracic Surgery.

La cirugía de derivación cardiaca es una operación que utiliza vasos sanguíneos de otra parte del cuerpo para rodear (o "derivar") las arterias cardiacas bloqueadas o estrechadas, permitiendo que más sangre y oxígeno lleguen al músculo cardiaco, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).

Pero aunque los investigadores encontraron que las estatinas eran bien toleradas por los pacientes antes de una cirugía de derivación, también hallaron que se usaban muy poco.

En un estudio revisado por el equipo de Elgendy, apenas alrededor del 37 por ciento de los pacientes recibieron estatinas antes de la cirugía. En muchos casos, los pacientes con problemas cardiacos reciben la indicación de dejar de tomar estatinas antes de una cirugía de derivación, dijo Elgendy.

Esta revisión cuestiona esa práctica, añadió.

A algunos cirujanos les preocupa que las estatinas puedan provocar efectos secundarios graves, como dolor o daño musculares, explicó Elgendy. "Pero encontramos que esos efectos secundarios son muy mínimos y que los beneficios son mayores que dejar de tomar el fármaco", dijo.

Elgendy recomienda que los pacientes comiencen a tomar una estatina antes de una cirugía de derivación si aún no la toman, y que sigan tomando la estatina si ya lo hacen.

Además, aconseja que todos los pacientes sigan tomando estatinas tras la cirugía.

El Dr. Gregg C. Fonarow es profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles. Fonarow, que no participó en la nueva revisión, dijo que "las directrices actuales recomiendan que todos los pacientes de enfermedad cardiovascular, incluyendo los que se someten a una cirugía de derivación coronaria [cardiaca], reciban terapia con estatinas para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares letales y no letales".

Una terapia con estatinas de dosis alta se recomienda a todos esos pacientes que sean menores de 75 años, y para los mayores de 75 una dosis de estatinas moderada o alta, dijo Fonarow.

Añadió que más allá de los beneficios intermedios y a largo plazo de la terapia con estatinas, varios estudios han sugerido que comenzar o continuar una terapia con esos fármacos tras una cirugía de derivación podría ofrecer beneficios adicionales.

"A pesar de todas las evidencias y de las directrices actuales, muchos pacientes todavía se someten a una cirugía de derivación sin recibir terapia con estatinas, y esto representa una importante oportunidad para mejorar la atención y los resultados de esta población de pacientes en riesgo", enfatizó Fonarow.


FUENTES: Islam Elgendy, M.D., division of cardiovascular medicine, University of Florida, Gainesville; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; Jan. 12, 2016, Annals of Thoracic Surgery