Diferencias entre ciudades

El esmog puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular

Un estudio realizado en Estados Unidos y en China encuentra que el riesgo es máximo en las temperaturas extremas del invierno y el verano

Fuente: MedlinePlus

A medida que aumentan los niveles de contaminación atmosférica, también lo hace el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), según un estudio reciente.

Los investigadores usaron datos de Estados Unidos y de China. Estos dos países son los mayores productores de gases de invernadero en el mundo, y son los responsables de un tercio del calentamiento global, según el autor líder del estudio, el Dr. Longjian Liu.

"Las ciudades con una calidad del aire más pobre tienen una prevalencia significativamente más alta de ACV, en comparación con las ciudades que tienen una mejor calidad del aire", señaló Liu, profesor asociado de epidemiología y bioestadísticas en la Universidad de Drexel, en Filadelfia.

Las diferencias son particularmente llamativas en invierno y en verano, añadió Liu. "En invierno y en verano se dan unas concentraciones más altas de contaminación atmosférica que en la primavera y el otoño, y las muertes por ACV son significativamente más numerosas en invierno", dijo.

Pero es importante indicar que este estudio solo fue diseñado para buscar una asociación entre la contaminación atmosférica y los ACV. No probó causalidad.

Los hallazgos fueron presentados el miércoles en la reunión anual de la Asociación Americana del Accidente Cerebrovascular (American Stroke Association, ASA), en Los Ángeles. Los hallazgos presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

El ACV, que acaba con la vida de 129,000 estadounidenses cada año, es la quinta causa principal de muerte en Estados Unidos y es una causa importante de discapacidad, según la ASA. Además, el ACV es la segunda causa principal de muerte en todo el mundo, después de las enfermedades cardiacas.

Para realizar el estudio, el equipo de Liu recolectó datos sobre la calidad del aire entre 2010 y 2013. Los datos procedieron de más de 1,000 condados de 49 estados de EE. UU. y de 120 ciudades de 32 provincias de China, dijeron los autores del estudio.

Los investigadores observaron un tipo de contaminación conocida como materia particulada. Esos minúsculos trozos de contaminación atmosférica proceden de los coches, las centrales eléctricas, los incendios forestales y otras fuentes, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU. Dichas partículas, que tienen un diámetro menor de 2.5 micrómetros (PM2.5), suponen el riesgo para la salud más alto porque son tan pequeñas (un 1/30 del diámetro de un pelo humano) y pueden introducirse fácilmente en los pulmones.

Los investigadores hallaron que en todo Estados Unidos y en China, la cantidad total de casos de ACV aumentó un 1.19 por ciento por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico de PM2.5.

Además, los investigadores hallaron que las diferencias regionales en los niveles de PM2.5 se asociaron con la cantidad de ACV.

El sur de Estados Unidos tenía los niveles promedio anuales de PM2.5 más altos, mientras que el oeste tenía los niveles más bajos, según Liu. El sur, conocido como el "cinturón del accidente cerebrovascular", tenía la mayor prevalencia de casos de ACV, con un 4.2 por ciento, en comparación con el oeste, que tenía el valor mínimo, un 3 por ciento, dijo Liu.

La temperatura también pareció tener un efecto en la calidad del aire y el riesgo de ACV, señaló. Las variaciones estacionales en la calidad del aire pueden atribuirse parcialmente a los cambios climáticos, explicó.

"En verano, hay muchos días de lluvia y viento, lo que puede ayudar a dispersar la contaminación atmosférica. Las altas temperaturas crean un estrés térmico crítico que podría llevar a un aumento del riesgo de sufrir un ACV y otras enfermedades y fallecimientos que están relacionados con el calor y la calidad del aire", comentó Liu.

Aunque los pacientes no pueden controlar la calidad del aire, los hallazgos del estudio aportan evidencias para que los legisladores y autoridades de salud pública desarrollen unos mejores modelos para monitorizar y predecir los cambios climáticos, para que los pacientes puedan protegerse mejor, sugirió Liu.

"La contaminación atmosférica, el frío extremo en invierno o el calor extremo en verano son factores de riesgo de ACV", afirmó. "Los pacientes, sobre todo las personas mayores, que vivan en áreas con una mala calidad del aire, deberían prestar atención en concreto al riesgo de ACV que podría ser causado tanto por la contaminación atmosférica como por el frío o el calor extremos", indicó Liu.

El Dr. Gregg C. Fonarow, profesor de medicina y ciencia cardiovascular de la Universidad de California en Los Ángeles, señaló que "aunque hay una serie de estudios que han asociado los aumentos en los casos de ataque cardiaco y hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca con aumentos en los niveles de contaminación, se han realizado pocos estudios que observen las asociaciones con el número de ACV".

Se ha mostrado que ciertos tipos de contaminación aumentan la inflamación en los vasos sanguíneos, lo que a su vez aumenta el riesgo de ACV, dijo.

Reducir la contaminación ambiental podría tener un efecto positivo en la reducción de la cantidad de ACV y enfermedades cardiacas, añadió Fonarow. "Los esfuerzos por mejorar la calidad del aire podrían traducirse en reducciones de los ataques cardiacos, la insuficiencia cardiaca y los ACV", planteó.


FUENTES: Longjian Liu, M.D., Ph.D., associate professor, epidemiology and biostatistics, Drexel University, Philadelphia; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiovascular medicine and science, University of California, Los Angeles; Feb. 17, 2016, presentation, American Stroke Association, International Stroke Conference, Los Angeles