Para los pacientes hospitalizados por un accidente cerebrovascular (ACV), quizá sea bueno que los saquen de la cama durante periodos frecuentes, pero breves, de movimiento, informan unos investigadores.
Los autores australianos del estudio observaron a más de 2,100 pacientes en la unidad de ACV de un hospital, y hallaron que hacer que salieran de la cama y se movieran poco después de su ACV era beneficioso para ellos.
Cuanto mayor era la frecuencia con que se hacía, mejor era su recuperación física y más probabilidades tenían de recuperar su independencia tres meses tras el ACV, según el estudio.
Pero los investigadores encontraron que las sesiones solo eran efectivas cuando eran breves. Aumentar la duración de cada sesión redujo las probabilidades de que los pacientes fueran independientes en un plazo de unos pocos meses.
Algunos expertos han planteado preocupaciones sobre la seguridad de sacar a los pacientes de la cama poco después de un ACV, pero los investigadores no hallaron evidencias de que hacerlo aumentara el riesgo de problemas graves.
El movimiento temprano y frecuente fuera de la cama ayudó a reducir el riesgo de complicaciones graves en los pacientes de 65 a 80 años de edad, según la autora líder, Julie Bernhardt, directora de la división de accidente cerebrovascular del Instituto de Neurociencias y Salud Mental Florey en Victoria, y sus colaboradores.
El estudio se presentó el miércoles en la reunión anual de la Asociación Americana del Accidente Cerebrovascular (American Stroke Association), en Los Ángeles. Las investigaciones presentadas en reuniones médicas por lo general se consideran preliminares porque no se han sometido al mismo escrutinio que los estudios publicados en revistas médicas.
FUENTE: American Stroke Association