Una pastilla de esteroide podría ser tan buena como los antiinflamatorios no esteroides (AINE) para tratar a la dolorosa gota, sugiere una investigación reciente.
Unos investigadores que compararon al esteroide prednisolona con el medicamento para la artritis indometacina hallaron que ambos fármacos ofrecían un grado similar de reducción del dolor. Y aunque la indometacina (Indocin) pareció provocar efectos secundarios menores, ninguno de los dos tratamientos provocó complicaciones graves, señalaron los investigadores.
Investigaciones más pequeñas han apuntado en la misma dirección, comentó el autor líder del estudio, el Dr. Timothy Rainer, profesor de medicina de emergencia de la Universidad de Cardiff, en Gales. Pero dado que los nuevos hallazgos son producto de un trabajo "más grande y mejor diseñado", Rainer dijo que las pastillas de esteroides podrían aumentar en prestigio entre los expertos en gota que por lo general optan por los AINE como primera línea de tratamiento.
La moraleja es que hay opciones, dijo el Dr. Philip Mease, reumatólogo del Centro Médico Sueco, en Seattle.
"Es el mensaje clave: hay opciones", enfatizó Mease, que no participó en el estudio. "A veces los médicos de emergencias no piensan en la posibilidad de administrar prednisona en una dosis con reducción progresiva, pero puede resultar muy efectiva para ayudar con la gota, que puede ser muy dolorosa".
La gota es la forma más común de artritis inflamatoria entre los hombres, según el equipo del estudio, y afecta a alrededor del 3 por ciento de los adultos de Estados Unidos.
La culpable es una acumulación de ácido úrico. El ácido úrico cristalizado se acumula en las articulaciones, con frecuencia en el dedo gordo del pie, y provoca exacerbaciones extremadamente dolorosas que afectan la movilidad, el sueño y la calidad general de vida.
El nuevo estudio se enfocó en más de 400 pacientes de gota, sobre todo hombres, de Hong Kong, con una edad promedio de 65 años. Más o menos la mitad tenían hipertensión, y casi tres cuartas partes tenían antecedentes recurrentes de ataques de gota. Casi el 10 por ciento habían estado tomando el medicamento recetado alopurinol (Zyloprim), un reductor diario del ácido úrico que por lo general se toma durante toda la vida.
En el momento en que se ofreció el tratamiento, los pacientes se acercaban al tercer día de dolor por la gota. Todos se asignaron al azar a recibir prednisolona o indometacina. Ninguno de los dos es un fármaco nuevo, de forma que son relativamente baratos.
Los que recibieron indometacina tomaron 150 miligramos (mg) al día durante dos días, seguidos por 75 mg al día durante tres días. Los que recibieron prednisolona tomaron 30 mg al día durante cinco días.
Se encontró que ambos medicamentos ofrecían niveles más o menos comparables de analgesia, y el alivio comenzó a un ritmo similar, independientemente de que los pacientes estuvieran descansando o activos.
Unos efectos secundarios adversos menores, como dolor abdominal, náuseas, mareo y letargo, fueron "significativamente" más comunes en el grupo de AINE, dijeron los investigadores, pero ninguno de los dos medicamentos provocó ningún problema grave.
El estudio fue financiado por el gobierno de Hong Kong, y los resultados aparecen en la edición en línea del 23 de febrero de la revista Annals of Internal Medicine.
Pero los investigadores advirtieron que el estudio excluyó a los pacientes con antecedentes de hemorragias gastrointestinales superiores, y anotaron que investigaciones anteriores han vinculado a la indometacina con un riesgo más alto de complicaciones graves, como incomodidad gastrointestinal. También dijeron que los hallazgos sobre la indometacina quizá no apliquen a otros AINE, como el ibuprofeno y la aspirina.
Rainer enfatizó que "cada paciente individual debe aprender sobre su propio cuerpo" respecto a varios medicamentos.
"No todo el mundo reacciona de la misma forma al mismo fármaco", enfatizó. "Si uno ya ha tenido una mala reacción a los esteroides o a los AINE, entonces [ese medicamento] tal vez no sea el mejor para esa persona".
FUENTES: Timothy Rainer, M.D., professor, emergency medicine, Cardiff University, Cardiff, Wales; Philip Mease, M.D., rheumatologist, Swedish Medical Center, Seattle; Feb. 23, 2016, online, Annals of Internal Medicine