NUEVA YORK (Reuters Health) - El uso de diuréticos está asociado con una mayor incidencia de gota debido a un aumento de los niveles de urato en sangre, publica la revista Arthritis & Rheumatism.
"Aunque los diuréticos son seguros y efectivos para el tratamiento de la hipertensión, nuestro estudio suma pruebas de que su uso está asociado con un aumento del riesgo de desarrollar gota, independientemente de la hipertensión y otras enfermedades crónicas", escribe el equipo de la doctora Mara A. McAdams DeMarco, de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Johns Hopkins University, en Baltimore.
Para llegar a esta conclusión, el equipo analizó la aparición de gota incidental por uso de diuréticos durante nueve años entre 5.789 hipertensos de mediana edad que participaban del estudio llamado Atherosclerosis Risk in the Communities (Riesgo de Aterosclerosis en las Comunidades).
Además, evaluó si el urato en suero sanguíneo actúa como un intermediario entre el uso de diuréticos y la gota incidental.
El riesgo de desarrollar gota fue un 72 por ciento más alto en los usuarios de diuréticos que en los que no utilizaban esos fármacos (un 5,5 frente a un 2,9 por ciento). Tras considerar la presión y otros factores que podían generar confusión, ese aumento del riesgo se redujo al 48 por ciento.
En los subgrupos tratados con diuréticos, el uso de tiazidas estuvo asociado con un 44 por ciento de aumento del riesgo de desarrollar gota, mientras que los diuréticos del asa estuvieron relacionados con un 131 por ciento más riesgo.
Todo esto desapareció tras considerar el nivel de urato en suero sanguíneo, lo que sugiere "que el urato en sangre sería un intermediario clave entre el uso de diuréticos y la aparición de gota incidental", escribe el equipo.
En cambio, el uso de antihipertensivos no diuréticos estuvo asociado con un 36 por ciento menos riesgo de desarrollar gota, aun tras considerar el nivel de urato en suero sanguíneo.
Empezar a tomar diuréticos estuvo relacionado con un aumento del urato en sangre, mientras que sus niveles disminuyeron tras comenzar un régimen antihipertensivo no diurético.
El 86 por ciento de los pacientes (74 de 86) que tomaban un diurético antes de desarrollar gota seguían utilizando el fármaco en la consulta posterior a la aparición de esa enfermedad artrítica y sólo el 3 por ciento de los participantes con gota pasó de tomar un diurético en la consulta previa a la aparición de la enfermedad a utilizar otro antihipertensivo en la consulta posterior.
Estos resultados "respaldan la hipótesis de que los diuréticos aumentan los niveles de urato en suero sanguíneo y están asociados con una mayor incidencia de la gota", concluye el equipo.
FUENTE: Arthritis & Rheumatism, 2011