Por Lorraine L. Janeczko
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio de Inglaterra demuestra que las personas con gota tienen riesgo de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV).
"En los pacientes internados en un hospital por gota, se duplicaba el riesgo de padecer un infarto o un ACV", dijo por e-mail la autora principal del estudio, doctora Olena Seminog, de la Universidad de Oxford.
"Nos sorprendió la magnitud de riesgo de padecer un ACV o un infarto agudo de miocardio en los pacientes con gota. Esperábamos algún aumento, pero no el doble que en la población si gota".
Estudios previos habían identificado a la gota como un factor de riesgo cardiovascular, pero Seminog y el doctor Michael J. Goldacre, de la misma universidad, aseguran que existe más evidencia de la relación entre la gota y el infarto que entre la gota y el ACV y poca información sobre los riesgos según la edad y el sexo.
De modo que ambos investigadores estudiaron el infarto agudo de miocardio (IAM) y el ACV después de la aparición de la gota en la población de Inglaterra, incluidos los tipos de ACV, grupos etarios y sexos.
En Rheumatology aparecen los resultados del análisis de una serie de datos nacionales de internaciones del Servicio Nacional de Salud y registros de mortalidad del período 1999-2011 junto con una serie de datos similares del Estudio sobre la Agrupación de los Registros de Oxford (ORLS, por su nombre en inglés) del período 1963-1998.
Los autores incluyeron a todos los pacientes de 20 años o más con gota; excluyeron a quienes habían padecido un IAM o un ACV.
Los datos de Inglaterra incluyeron a 202.033 pacientes (74 por ciento, varones) y los del ORLS, a 3174 pacientes (73 por ciento, mujeres) con una edad promedio cercana a los 70 años.
El seguimiento promedio desde la primera internación por gota y el IAM, el ACV o la muerte duró unos 3,8 años en la serie de datos de Inglaterra y 5,7 años en la del ORLS.
En ambas cohortes había aumentado el riesgo de padecer un IAM y un ACV, y era similar. En la cohorte inglesa, la razón de tasas para el IAM después de la gota era de 1,82 y para todos los tipos de ACV, de 1,71 (1,68 para el ACV isquémico, 1,69 para el ACV hemorrágico y 2,0 para el ACV de tipo no específico). El patrón fue similar en la cohorte del ORLS.
La diferencia entre el aumento del riesgo en los hombres y las mujeres fue pequeña.
Mientras que la mayoría de los pacientes con gota eran mayores, y que la gota y el IAM y el ACV con la gota, son muy comunes en las mujeres, las razones de tasas para el IAM y el ACV aumentaban en los más jóvenes (entre los 20 y 44 años y los 45 y 69 años) y más en las mujeres que en los hombres.
El riesgo aumentaba a medida que disminuía la edad, en especial para el ACV.
Para el IAM, las razones de tasas fueron 1,74 en los de más de 70 años; 2,23 entre los 45 y 69 años, y 3,64 entre los 20 y 44 años. Las razones de tasas para los mismos grupos fueron, respectivamente, 1,60, 2,70 y 5,39.
En el grupo de entre 20 y 44 años, las razones de tasas para todos los ACV fueron 4,94 en los hombres y 11,89 en las mujeres, pero las cifras fueron pequeñas y las diferencias no fueron significativas. Entre los 45 y 69 años, las razones de tasas fueron 2,56 y 4,31, y significativamente más altas en las mujeres que en los hombres.
A los 70 años, las razones de tasas para los hombres y las mujeres fueron similares (1,60 y 1,64, respectivamente). Las razones de tasas para el IAM en los participantes de entre 20 y 44 años eran significativamente altas (9,73). En el grupo de entre 45 y 69 años, las razones de tasas fueron 2.65 para el IAM y 3,37 para todos los ACV (9,04 para el tipo hemorrágico y 2,67 para el tipo sin especificar).
FUENTE: Rheumatology
Estudio epidemiológico de gran escala
La gota eleva el riesgo de infarto o ACV
El riesgo aumentaba a medida que disminuía la edad, en especial para el ACV.