La cirugía para perder peso podría reducir de forma significativa el riesgo de muerte prematura de las personas obesas, encuentra un estudio reciente.
Unos cinco años tras la cirugía, la tasa de mortalidad era de apenas un 1 por ciento entre los que se habían sometido a una cirugía para perder peso, y del 4 por ciento en el grupo sin cirugía, apuntaron los investigadores.
En el estudio, los investigadores (liderados por Christina Persson, de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia) revisaron datos de casi 49,000 personas obesas en Suecia. Tenían entre 18 y 74 años de edad.
Más de 22,500 personas se sometieron a una cirugía para perder peso entre 2000 y 2011. El estudio las comparó con unas 26,000 personas que no se sometieron a la cirugía. La mayoría de los del grupo de cirugía se sometieron al procedimiento conocido como derivación gástrica (un 93 por ciento).
Según el estudio, la tasa general de mortalidad se redujo en un 57 por ciento en el grupo de cirugía, en comparación con el grupo sin cirugía. Esa cifra se mantuvo constante después de que los investigadores tuvieran en cuenta la edad y otras afecciones previas, como la enfermedad cardiaca, el cáncer y la diabetes.
Los accidentes, el suicidio, la enfermedad cardiaca y el cáncer fueron las causas más comunes de muerte entre los que se sometieron a la cirugía para perder peso. La enfermedad cardiaca y el cáncer fueron las causas más comunes de muerte entre los que no se sometieron a la cirugía para perder peso.
La enfermedad cardiaca y el cáncer explicaron la mayor parte de la diferencia significativa en las tasas de mortalidad entre las personas obesas que se sometieron a la cirugía para perder peso y las que no, apuntaron los investigadores.
El estudio se presentó el jueves en la Cumbre Europea de la Obesidad. Los hallazgos presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
FUENTE: European Obesity Summit