Un nuevo tipo de procedimiento para perder peso ofrece una alternativa a la cirugía bariátrica tradicional para las personas que son entre ligera y moderadamente obesas, informan los investigadores.
El procedimiento se llama gastroplastia en manga endoscópica e implica el uso de un endoscopio (un tubo flexible insertado a través de la boca) en lugar de hacer una incisión en el cuerpo. Cuando el endoscopio llega al estómago, el cirujano cose unos puntos en el estómago, lo que lo hace más pequeño y cambia su forma.
Un estudio pequeño halló que resultó en una pérdida de aproximadamente el 50 por ciento del exceso de peso cuando se midió 6, 9 y 12 meses después del procedimiento.
"Podemos entrar en el estómago hasta su conexión con el esófago", dijo el autor del estudio, el Dr. Barham Abu Dayyeh, gastroenterólogo en la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. A partir de ahí, los cirujanos usan un equipo de sutura para crear una manga del tamaño de una banana que sirve como un mini-estómago.
"Retrasa el vaciamiento del estómago, y los alimentos están dentro durante periodos más largos. Los pacientes podrían seguir una dieta baja en calorías, menos de 1,000 calorías al día, sin tener hambre todo el tiempo", dijo.
"No cortamos ni extraemos ninguna parte del estómago ni del tracto digestivo", explicó Abu Dayyeh. "Hay un riesgo bajo de sufrir alguna deficiencia nutritiva, porque el tracto gastrointestinal y el estómago se dejan intactos", añadió.
Aunque el procedimiento todavía necesita someterse a más investigaciones, Abu Dayyeh cree que tiene potencial. "Se trata de un cambio completo de paradigma", aseveró. "Esta técnica ofrece una pérdida de peso más efectiva con un riesgo más bajo y unos costos menores".
Pero no todo el mundo está convencido.
El Dr. Subhash Kini, un cirujano especializado en la pérdida de peso y profesor asociado en el Centro Médico Mt. Sinai de la ciudad de Nueva York, se muestra escéptico. Afirmó que los cirujanos han intentado métodos parecidos mediante incisiones, y no han funcionado bien. Además, dijo, el nuevo estudio duró poco, y no tuvo en cuenta el hecho de que las cirugías para perder peso tienden a fallar a partir de los 2 años.
Los hallazgos fueron publicados recientemente en la revista Clinical Gastroenterology and Hepatology. Dos de los autores del estudio revelaron la existencia de posibles conflictos de interés. Abu Dayyeh es asesor de una compañía llamada Apollo Endosurgery, que proporcionó parte de la financiación del estudio y ha respaldado su investigación. El coautor del estudio, el Dr. Christopher Gostout, es el jefe médico de Apollo Endosurgery y tiene una participación en la compañía.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., actualmente más de un tercio de los personas de Estados Unidos son obesas. Más allá de ser solamente un problema estético, la obesidad puede llevar a riesgos serios para la salud, como, por ejemplo, la diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer, hipertensión, colesterol alto, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, según los CDC.
La cirugía para perder peso (también llamada cirugía bariátrica), que limita la cantidad de alimentos que una persona puede comer, es una opción para las personas con un índice de masa corporal por encima de 40, según la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica (American Society for Metabolic and Bariatric Surgery). El índice de masa corporal es un estimado aproximado de la grasa de una persona en función de su estatura y su peso.
La cirugía para perder peso quizá también se puede recomendar a las personas con un IMC de 35 o más si tienen otros riesgos de salud, como la diabetes tipo 2, señala la sociedad.
Pero muchas personas con un IMC por debajo de 40 no califican para la cirugía para perder peso según las actuales directrices, comentó Abu Dayyeh. "Lo único que les queda son los medicamentos o las modificaciones del estilo de vida", dijo.
Incluso las personas que califican para una cirugía para perder peso podrían decidir no someterse a la operación debido a los costos y los riesgos, comentó Abu Dayyeh.
Para realizar el nuevo estudio, los investigadores realizaron pruebas de la nueva técnica en 25 personas obesas con un índice de masa corporal promedio de 36. El promedio de edad de los voluntarios del estudio fue de 48 años. Solamente 3 de los sujetos eran hombres.
Después del procedimiento, los voluntarios del estudio perdieron entre un 45 y un 53 por ciento de su exceso de peso.
Solamente se dispuso de la información sobre el peso de 8 pacientes a los 20 meses. En ese momento, 5 habían mantenido su pérdida de peso, pero 3 de los pacientes habían vuelto a recuperar todo el peso que habían perdido, según el estudio.
Tres pacientes sufrieron efectos secundarios graves tras el procedimiento, incluyendo un pulmón colapsado y un coágulo sanguíneo en el pulmón. Pero todos se recuperaron, según el estudio. Los investigadores dijeron que realizaron ajustes en la técnica después de estos casos y no encontraron más efectos secundarios graves.
El costo del procedimiento gira en torno a los 10,000 y los 15,000 dólares, aproximadamente un tercio del costo de otros procedimientos de control de peso, comentó Abu Dayyeh.
¿Cuál es la disponibilidad del procedimiento?
Abu Dayyeh dijo que ahora se está ofreciendo en centros de Estados Unidos y de todo el mundo. Se necesitan más estudios, dijo, y los investigadores acaban de presentar un nuevo análisis de la técnica en unos 270 pacientes.
FUENTES: Barham Abu Dayyeh, M.D. M.P.H., assistant professor, medicine, and gastroenterologist, Mayo Clinic, Rochester, Minn.; Subhash Kini, M.D., associate professor, surgery, Mt. Sinai Medical Center, New York City; Jan. 20, 2016, Clinical Gastroenterology and Hepatology