La cirugía para perder peso puede reducir el riesgo de ataque cardiaco, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud relacionados con la obesidad, afirma un estudio reciente.
"La cirugía bariátrica es segura y produce beneficios de salud sin igual que cambian las vidas de los pacientes y ahorran costos [al Servicio Nacional de Salud Británico]", señaló la coautora del estudio, Rachel Batterham, directora del Centro Bariátrico para la Gestión del Peso y la Cirugía Metabólica del Hospital del Colegio Universitario de Londres. Batterham también es profesora del Centro de Investigación sobre la Obesidad del Colegio Universitario de Londres, en Inglaterra.
"Desafortunadamente, menos del 1 por ciento de los pacientes que podrían beneficiarse de esta cirugía se someten a ella en la actualidad. Esto representa una gran oportunidad perdida en términos de mejorar la salud y de ahorros económicos. Ahora hay que tomar medidas para remediar esta situación", planteó en un comunicado de prensa de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. El estudio es fruto de una asociación entre ambas universidades.
Los hallazgos sugieren que hacer que la cirugía para perder peso esté más ampliamente disponible podría mejorar la salud de las personas que son muy obesas, dijeron los investigadores británicos.
Durante 3.5 años, revisaron los expedientes médicos de más de 3,800 personas muy obesas que se sometieron a una cirugía para perder peso. Las compararon con un grupo de control de personas muy obesas que no se operaron.
La cirugía para perder peso condujo a una pérdida de peso sustancial. El procedimiento también mejoró o redujo el riesgo de afecciones de salud graves relacionadas con la obesidad, señalaron los investigadores.
En comparación con el grupo de control, los que se sometieron a la cirugía para perder peso tenían un 70 por ciento menos de probabilidades de sufrir un ataque cardiaco, y nueve veces más probabilidades de experimentar mejoras importantes en la diabetes tipo 2, halló el estudio. La cirugía para perder peso también tuvo efectos positivos sobre la presión arterial, la angina y la apnea del sueño, añadieron los investigadores.
Los investigadores calcularon que si los 1.4 millones de personas muy obesas de Reino Unido se sometieran a cirugía para perder peso, habría 80,000 casos menos de hipertensión, 40,000 casos menos de diabetes tipo 2 y 5,000 ataques cardiacos menos en un periodo de cuatro años.
Además, 110,000 personas con diabetes tipo 2 y 13,000 personas con hipertensión experimentarían mejoras significativas en sus afecciones, según el estudio, publicado el 22 de diciembre en la revista PLOS Medicine.
Ian Douglas, autor principal y epidemiólogo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, dijo que "la obesidad es uno de los mayores problemas de nuestra generación. Las tasas de enfermedad cardiovascular, aunque están bajando poco a poco, siguen siendo alarmantemente altas, mientras que la diabetes tipo 2 está en aumento, afectando a 3.5 millones de personas en Reino Unido".
"Por tanto, encontrar formas efectivas de afrontar la crisis de obesidad es una estrategia clave de salud pública", enfatizó en el comunicado de prensa.
FUENTE: London School of Hygiene & Tropical Medicine