Una investigación reciente sugiere que tener sobrepeso o ser obeso podría provocar un envejecimiento prematuro del cerebro en la mediana edad.
El estudio se centró en cómo tener un exceso de peso podría afectar a la materia blanca del cerebro, que facilita la comunicación entre las distintas regiones cerebrales.
Se sabe que el tejido de la materia blanca se encoge con la edad. Pero el nuevo estudio encontró que la cantidad de materia blanca en el cerebro de una persona de 50 años de edad con sobrepeso u obesidad era comparable a la de una persona de 60 años delgada.
"La obesidad se asocia con varios procesos biológicos que se ven en el envejecimiento normal", dijo la autora del estudio, Lisa Ronan, asociada de investigación del departamento de psiquiatría de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra. "Por tanto, planteamos la hipótesis de que la obesidad podría de hecho agravar los efectos del envejecimiento que observamos en el cerebro. Eso fue lo que encontramos".
Ronan enfatizó que es "demasiado pronto para saber" qué significa esto en realidad. "Pero es posible que tener sobrepeso aumente el riesgo de desarrollar trastornos relacionados con la neurodegeneración, como el Alzheimer o la demencia", comentó.
Pero el estudio no probó que la obesidad cause un envejecimiento prematuro del cerebro. Y Ronan anotó que "no hubo diferencias en la capacidad cognitiva entre las personas con sobrepeso y obesas y sus contrapartes delgadas".
Ronan y sus colaboradores se enfocaron en casi 500 hombres y mujeres de 20 a 87 años de edad. Todos eran residentes de Cambridge y tenían una buena salud mental.
Más o menos la mitad eran "delgados", con un índice de masa corporal (IMC) de entre 18.5 y 25. Casi un tercio tenían "sobrepeso" (un IMC de 25 a 30) y alrededor del 20 por ciento eran "obesos" (un IMC de más de 30). El índice de masa corporal es una medida de la grasa corporal basada en la estatura en relación con el peso.
Las medidas iniciales de la materia blanca en general revelaron que los participantes con sobrepeso u obesos tenían un volumen de materia blanca notablemente reducido, en comparación con los participantes delgados.
Y una clasificación según la edad reveló que un participante de mediana edad que tenía sobrepeso o era obeso presentaba un volumen de materia blanca de un tamaño comparable al de un participante de mediana edad delgado una década mayor.
Los autores del estudio enfatizaron que la diferencia de 10 años en la materia blanca solo se observó a partir de la mediana edad, y no entre los participantes de 20 a 39 años. Esto, dijeron, sugiere que el cerebro podría hacerse cada vez más vulnerable al impacto del exceso de peso a medida que las personas envejecen.
"De momento en realidad no sabemos qué podría impulsar la correlación entre un IMC más alto y un volumen más bajo de materia blanca", anotó Ronan.
"De hecho, todavía no está claro si tener sobrepeso o ser obeso podría causar los cambios en el cerebro, o si los cambios en el cerebro podrían de alguna forma provocar un aumento en la adiposidad (el peso en exceso)", añadió.
"Hasta que comprendamos el mecanismo que relaciona el IMC con los cambios en el cerebro, no es fácil decir si perder peso mitigaría de alguna forma los efectos que reportamos", apuntó. "Es algo que estamos investigando ahora".
Los hallazgos aparecen en una edición reciente de la revista Neurobiology of Aging.
La Dra. Yvette Sheline es directora del Centro de Neuromodulación en la Depresión y el Estrés de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania. Describió el estudio de Ronan como "interesante desde varias perspectivas".
Pero Sheline anotó que el estudio tenía algunas "limitaciones", lo que podría explicar por qué el equipo de investigación no observó ninguna relación entre un volumen reducido de materia blanca y un empeoramiento de la memoria y el pensamiento.
Sheline dijo que el equipo de Ronan "solo observó la obesidad como una medida general, y no tomó en cuenta la distribución de la grasa". También anotó que algunos estudios han sugerido que la obesidad centrada en la cintura tiende a tener un efecto peor sobre el pensamiento que otros tipos de obesidad.
"Además, este estudio en realidad no siguió a las personas a lo largo del tiempo, así que sus conclusiones se ven limitadas por el hecho de tener medidas de un solo punto en el tiempo", añadió Sheline.
FUENTES: Lisa Ronan, Ph.D., research associate, department of psychiatry, University of Cambridge, Cambridge, England; Yvette Sheline, M.D., professor, psychiatry, radiology and neurology, and director, Center for Neuromodulation in Depression and Stress, University of Pennsylvania Perelman School of Medicine, Philadelphia; July 27, 2016, Neurobiology of Aging