En un estudio que pone en duda a una creencia comúnmente aceptada, unos investigadores suecos mantienen que la obesidad quizá no aumente el riesgo de ataque cardiaco o muerte prematura.
Su estudio con gemelos idénticos observó los casos en que un gemelo tenía sobrepeso u obesidad y el otro estaba más delgado.
"El gemelo con un mayor peso tenía un riesgo más bajo de ataque cardiaco o de muerte que el más delgado. Pero, tal y como se anticipaba, el gemelo con un mayor peso tenía un riesgo mayor de diabetes", dijo el investigador principal, Peter Nordstrom, jefe médico en el departamento de medicina comunitaria y rehabilitación de la Universidad de Umea.
"Los factores del estilo de vida que reducen el nivel de gordura quizá no reduzcan el riesgo de enfermedad cardiovascular o de muerte, pero reducen el riesgo de diabetes [tipo 2]", añadió Nordstrom.
Dado que los gemelos idénticos son iguales a nivel genético, proporcionan una herramienta única para evaluar los riesgos asociados con la obesidad independientemente de la genética, explicó.
Más de un tercio de la población de EE. UU. es obesa, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Los CDC afirmaron que la obesidad está asociada con la enfermedad cardiaca, el accidente cerebrovascular, la diabetes y ciertos tipos de cáncer. Los CDC estiman que las enfermedades relacionadas con la obesidad cuestan a Estados Unidos unos 147 mil millones de dólares cada año.
Para realizar el estudio, Nordstrom y sus colaboradores usaron un registro sueco de gemelos idénticos para recoger datos sobre unos 4,000 pares cuyo peso era distinto. La edad promedio de los participantes al inicio del estudio era de 58 años. El estudio se realizó entre marzo de 1998 y enero de 2003 y se siguió a los participantes hasta 2013.
A lo largo de 12 años de seguimiento, 203 de los gemelos con mayor peso sufrieron ataques cardiacos y 550 fallecieron. Entre los gemelos más delgados, 209 sufrieron ataques cardiacos y 633 fallecieron, halló el estudio.
Una limitación del estudio es que la estatura y el peso fueron autorreportados, lo que puede llevar a que los hallazgos sean incorrectos, porque las personas a menudo reportan incorrectamente su información personal, indicaron los investigadores.
Y otra fue que los autores del estudio no disponían de información sobre la hipertensión y el colesterol alto, afecciones que están asociadas con la obesidad. Los autores dijeron que es posible que el hecho de que los gemelos con mayor peso tuvieran controlada adecuadamente la hipertensión o el colesterol podría explicar el riesgo más bajo de ataque cardiaco y de muerte.
El estudio solamente pudo observar asociaciones, así que no pudo demostrar ni refutar la existencia de un vínculo entre la obesidad y la muerte prematura.
"La obesidad, por sí misma, no es una causa de enfermedad cardiaca", dijo el Dr. Michael Davidson, profesor de medicina y director de cardiología preventiva en la Universidad de Chicago.
Si alguien tiene sobrepeso, otros factores están implicados en el riesgo de enfermedad cardiaca, como el colesterol alto, la hipertensión y la diabetes tipo 2, dijo.
Este estudio sugiere que uno puede tener sobrepeso y un riesgo bajo de enfermedad cardiaca, o ser delgado y tener un riesgo alto, añadió Davidson, que fue coautor de un editorial que acompañó al estudio en la revista
Es más importante centrarse en los factores de riesgo modificables, como el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre, planteó.
Pero estos hallazgos no implican que una persona pueda ser obesa y no tenga que preocuparse por las consecuencias que eso pueda tener en su salud, indicó Davidson.
"La obesidad no hace que tenga que dejar de preocuparse, porque aumenta el riesgo de diabetes, que es una causa de muerte prematura", dijo.
El informe aparece en la edición en línea del 1 de agosto de la revista JAMA Internal Medicine.
FUENTES: Peter Nordstrom, Ph.D., chief physician, department of community medicine and rehabilitation, Umea University, Sweden; Michael Davidson, M.D., professor of medicine, and director, preventive cardiology, University of Chicago; Aug. 1, 2016, JAMA Internal Medicine