Una nueva herramienta de toma de decisiones para los médicos podría ayudar a reducir el uso innecesario de antibióticos en niños con infecciones del tracto respiratorio y tos, informan unos investigadores.
Las infecciones del tracto respiratorio son el motivo más común de que se receten antibióticos a niños. Pero hasta un tercio de esas recetas quizá sean innecesarias, dijeron los autores del estudio.
Usando información de más de 8,000 niños, los investigadores identificaron siete predictores clave que podrían usarse para determinar si es probable que un niño con una infección del tracto respiratorio y tos necesite antibióticos.
Esos predictores son una enfermedad corta (de menos de tres días), fiebre de 100 ºF (37.8 ºC) o más, que tenga menos de dos años de edad, distrés respiratorio, respiración sibilante, asma y vómitos moderados/graves en las 24 horas anteriores.
Los niños con ninguno, o solo uno de esos predictores, tienen un riesgo muy bajo de complicaciones futuras, apuntaron los investigadores.
Si el uso de antibióticos en los niños con un riesgo bajo se reduce a la mitad (e incluso si aumentara a un 90 por ciento de los niños en alto riesgo al mismo tiempo), esta herramienta de toma de decisiones podría reducir el uso de antibióticos en los niños con infecciones respiratorias y tos en un 10 por ciento, sugirieron los hallazgos.
Se necesita más investigación para confirmar la validez de la herramienta, añadieron los autores del estudio.
Los hallazgos aparecen en la edición del 1 de septiembre de la revista The Lancet Respiratory Medicine.
"El uso excesivo de antibióticos ha contribuido al desarrollo de resistencia a esos fármacos", señaló en un comunicado de prensa de la revista Alastair Hay, profesor de la Universidad de Bristol, en Inglaterra.
"El objetivo de nuestro estudio era desarrollar una herramienta de predicción sencilla y utilizable basada en síntomas y señales para ayudar a [los médicos] y a los enfermeros a identificar a los niños que se presentan en la atención primaria con el riesgo más bajo y el más alto de complicaciones futuras y de hospitalización, de forma que los antibióticos se puedan dirigir en consecuencia", explicó Hay.
FUENTE: The Lancet Respiratory Medicine