Los antibióticos siguen salvando un incontable número de vidas. Sin embargo, el uso innecesario de estos fármacos puede contribuir a la aparición de infecciones resistentes a los antibióticos. En una nueva evaluación transversal se examinaron las prácticas de prescripción de antibióticos en los hospitales de Estados Unidos para conocer cuán frecuente es el uso de antibióticos, qué tipo de antibióticos se recetan y por qué.
Abstract
Importancia El uso inadecuado de antibióticos se asocia a acontecimientos adversos en pacientes hospitalizados y contribuye al brote y a la propagación de patógenos resistentes. Identificar intervenciones eficaces para optimizar el uso de antibióticos en el ámbito de los cuidados de agudos requiere comprender las prácticas de prescripción hospitalarias.
Objetivo
Determinar la prevalencia del uso de antibióticos en los hospitales participantes y argumentar su justificación.
Diseño, contexto y participantes
Se llevaron a cabo estudios de prevalencia de un día de duración en los hospitales de agudos de 10 estados, entre mayo y septiembre de 2011. Los pacientes se seleccionaron aleatoriamente en función del censo hospitalario por la mañana del día del estudio.
Los recopiladores de datos analizaron los historiales médicos de manera retrospectiva para reunir datos sobre los antibióticos administrados a los pacientes el día del estudio y el día anterior a dicha fecha, incluidos los motivos de la administración, los lugares de infección tratados, y si las infecciones tratadas se iniciaron en el ámbito hospitalario o extrahospitalario.
Principales resultados y medidas
La prevalencia del uso de antibióticos, definida como el número de pacientes que recibieron antibióticos en el momento del estudio dividido por el número total de pacientes estudiados.
Resultados
De entre 11.282 pacientes de 183 hospitales, 5635 (49,9 %; IC del 95 %: 49,0 %-50,9 %) recibieron por lo menos 1 antibiótico; un 77,5 %(IC del 95 %: 76,6 %-78,3 %) de los antibióticos se utilizaron para tratar infecciones, relacionadas en su mayor parte con las vías respiratorias bajas, las vías urinarias o la piel y las partes blandas, mientras que un 12,2 % (IC del 95 %: 11,5 %-12,8 %) se administraron para profilaxis quirúrgica y un 5,9 % (IC del 95 %: 5,5 %-6,4 %) para profilaxis médica.
De 7641 fármacos para tratar infecciones, los más utilizados fueron la vancomicina parenteral (1103, 14,4 %; IC el 95 %: 13,7 %-15,2 %), la ceftriaxona (825, 10,8 %; IC del 95 %: 10,1 %-11,5 %), la asociación piperacilina-tazobactam (788, 10,3 %; IC del 95 %: 9,6 %-11,0 %) y el levofloxacino (694, 9,1 %; IC del 95 %: 8,5 %-9,7 %).
La mayoría de fármacos administrados para tratar infecciones se recetaron para infecciones de origen extrahospitalario (69,0 %; IC del 95 %: 68,0 %-70,1 %) y a pacientes fuera de las unidades de medicina intensiva (81,6 %; IC del 95 %: 80,4 %-82,7 %).
En general, los cuatro antibióticos más habituales también fueron los fármacos utilizados con más frecuencia para las infecciones de origen hospitalario y extrahospitalario, y para las infecciones de pacientes en unidades de medicina intensiva y no intensiva.
Conclusiones y relevancia
En esta evaluación transversal del uso de antibióticos en los hospitales de Estados Unidos, el uso de antibióticos de amplio espectro como piperacilina-tazobactam y fármacos como la vancomicina para patógenos resistentes fue habitual, incluso para tratar infecciones extrahospitalarias y en pacientes fuera de las unidades de medicina intensiva. Se requieren más investigaciones para establecer los ámbitos y las indicaciones en los que la reducción del uso de antibióticos puede lograrse con mayor eficacia y seguridad.