Sentimientos de soledad

¿Podría la soledad ser una señal temprana de Alzheimer?

Las personas con biomarcadores de la enfermedad del cerebro eran más propensas a sentirse socialmente desvinculadas, encuentra un estudio

Fuente: MedlinePlus

Unos sentimientos sutiles de soledad podrían ser una señal de advertencia de la inminencia de la enfermedad de Alzheimer en las personas mayores, sugiere un nuevo estudio. Las personas mayores sanas con unos niveles cerebrales elevados de amiloidea (un tipo de fragmento de proteína asociada con la enfermedad de Alzheimer) parecen ser más propensas a sentirse solas que las personas con unos niveles más bajos de amiloidea, encontraron los investigadores.

"Las personas con niveles altos de amiloidea (las que de verdad tienen un riesgo alto de Alzheimer) tenían 7.5 veces más probabilidades de sentir soledad que de no sentirla", señaló la investigadora líder, la Dra. Nancy Donovan, directora del Centro de Investigación y Tratamiento del Alzheimer en el Hospital Brigham and Women's, en Boston.

Hace mucho que los estudios han mostrado que las personas que permanecen socialmente activas son menos propensas a desarrollar demencia, dijo Donovan. Pero los resultados del nuevo estudio sugieren que la relación quizá también funcione en el sentido contrario: las personas en las primeras etapas del Alzheimer quizá sean más propensas a sentirse solas, o socialmente desvinculadas.

"Las personas que comienzan a acumular amiloidea quizá no funcionen igual de bien en términos de percibir, comprender o responder a los estímulos o interacciones sociales", planteó Donovan. "Esta podría ser una señal social temprana de cambio cognitivo [mental]".

Si se comprueba, los médicos quizá puedan evaluar el Alzheimer al prestar más atención a la salud emocional de los pacientes, sugirió.

Las placas cerebrales formadas por las pegajosas proteínas amiloideas son una característica de la enfermedad de Alzheimer, la causa más común de demencia, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Esas placas se forman en los espacios entre las células del cerebro en los pacientes de Alzheimer, aunque su conexión con la enfermedad no se comprende del todo en la actualidad.

Para examinar la relación entre la soledad a una edad avanzada y el riesgo de Alzheimer, Donovan y sus colaboradores examinaron a 43 mujeres y a 36 hombres que tenían una edad promedio de 76 años. Todos estaban sanos y sin señales de Alzheimer o demencia.

Los investigadores utilizaron pruebas psicológicas estándares para medir el grado de soledad de cada persona, y escáneres de imagen para detectar la cantidad de proteína amiloidea en sus cerebros. Los investigadores se enfocaron de forma particular en los niveles de amiloidea en la corteza cerebral, una parte del cerebro que tiene un rol esencial en la memoria, la atención, la percepción y el pensamiento.

Las personas con unos niveles altos de amiloidea en la corteza tenían 7.5 veces más probabilidades de ser clasificadas con soledad, incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta qué tan socialmente activas eran y si sufrían de depresión o ansiedad. Al tomar en cuenta el alcance de la red social de la persona, el equipo de Donovan mostró que las personas mayores que se sienten aisladas o socialmente desvinculadas incluso cuando están rodeadas por sus amigos y familiares podrían tener un riesgo elevado de Alzheimer.

Pero el estudio no prueba una relación causal directa entre ambas cosas. La Dra. Gisele Wolf-Klein, directora de educación geriátrica de Northwell Health en Great Neck, Nueva York, dijo que este hallazgo es "muy nuevo" y podría apuntar a formas novedosas de asociar las emociones de una persona con el riesgo de demencia.

Pero el estudio se realizó con un grupo muy pequeño de adultos mayores de Boston, una ciudad donde la gente por lo general tiene un nivel educativo más alto y podría estar más en contacto con sus emociones, añadió Wolf-Klein. Se necesitan estudios más grandes con distintos tipos de personas para validar estos hallazgos, comentó.

"Si estudios más grandes lo comprueban, la pregunta sería qué tipo de intervención resultaría", dijo Wolf-Klein. "Si se pudiera tener un impacto en la soledad al crear intervenciones que eliminaran la soledad de las personas y les hicieran participar en eventos sociales, ¿habría menos probabilidades de progresión a la demencia?".

Dean Hartley es director de iniciativas científicas y relaciones médicas y científicas de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).

Hartley dijo que en las etapas iniciales del Alzheimer, pueden haber "cambios conductuales que quizá sean un síntoma de deterioro cognitivo leve o demencia".

En el futuro, los médicos podrían entrenarse para estar atentos a la soledad, la apatía, los cambios en el estado de ánimo o la impulsividad social como señales tempranas del Alzheimer, señaló.

"Creemos que este [nuevo hallazgo] es importante, y tengo el presentimiento de que oiremos más al respecto", dijo Hartley. "A medida que desarrollemos tratamientos para el Alzheimer, mientras antes se diagnostique y trate, mejores serán los resultados".

Los resultados del nuevo estudio aparecen en la edición en línea del 2 de noviembre de la revista JAMA Psychiatry.


♦ Fuentes: Nancy Donovan, M.D., professor, neurology, Harvard Medical School and director, Center for Alzheimer Research and Treatment, Brigham and Women's Hospital, Boston; Gisele Wolf-Klein, M.D., director, geriatric education, Northwell Health, Great Neck, N.Y.; Dean Hartley, Ph.D., director of science initiatives, medical and scientific relations for the Alzheimer's Association; Nov. 2, 2016, JAMA Psychiatry, online