Un estudio de cohorte retrospectivo encontró que las pruebas de aldosteronismo primario en pacientes con hipertensión resistente al tratamiento eran poco frecuentes y también se asociaban con tasas más altas de tratamiento basado en la evidencia y un mejor control longitudinal de la presión arterial. Los hallazgos se publican en Annals of Internal Medicine.
El aldosteronismo primario es una causa común de hipertensión secundaria y tiene una alta prevalencia entre los pacientes con hipertensión resistente al tratamiento.
El aldosteronismo primario se asocia con un riesgo aumentado de 4 a 12 veces de eventos cardiovasculares adversos en comparación con la hipertensión primaria y puede tratarse eficazmente con ARM o cirugía. Aunque las guías de práctica clínica recomiendan la detección del aldosteronismo en estos pacientes, es posible que no se sigan.
Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, la Universidad de Stanford y la Universidad de Michigan revisaron los datos de la Administración de Salud de Veteranos (VHA) de más de 269,000 veteranos con hipertensión incidente aparente resistente al tratamiento para evaluar las tasas de prueba de aldosteronismo primario (aldosterona plasmática -renina) y el manejo de la hipertensión basado en la evidencia.
La hipertensión resistente al tratamiento se definió como 2 presiones arteriales de al menos 140 mm Hg (sistólica) o 90 mm Hg (diastólica) con al menos 1 mes de diferencia durante el uso de al menos 3 agentes antihipertensivos (incluido un diurético), o hipertensión que requirió al menos al menos 4 clases de antihipertensivos.
Los datos mostraron que menos del 2% de los pacientes con hipertensión incidente aparente resistente al tratamiento se sometieron a las pruebas recomendadas por las guías para el aldosteronismo primario. Las tasas de prueba variaron del 0% al 6% en todos los centros médicos y no se correlacionaron con el tamaño de la población de pacientes con hipertensión aparentemente resistente al tratamiento.
Las pruebas también se asociaron con tasas más altas de tratamiento basado en evidencia con antagonistas de los receptores de mineralocorticoides (ARM) y un mejor control longitudinal de la presión arterial. Las tasas de pruebas tampoco cambiaron de manera significativa durante casi 2 décadas de seguimiento a pesar de un número creciente de pautas que recomiendan las pruebas para el aldosteronismo primario en esta población.
Según los investigadores, estos hallazgos sugieren una oportunidad para que la VHA introduzca prácticas innovadoras para educar a los proveedores sobre la importancia de evaluar a los pacientes de alto riesgo.