La tabla de enfermedades de la Ley Federal del Trabajo (LFT) fue modificada luego de 52 años desde la última actualización, y en la más reciente edición de ésta, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) añadió enfermedades mentales derivadas del estrés laboral –entre ellas la fatiga por estrés laboral, mejor conocida como burn out–, enfermedades de la mujer y la pérdida de embarazo.
El proyecto de actualización concluyó el pasado 29 de abril. La dependencia añadió un total de 88 nuevas enfermedades a la lista, de las cuales el grupo de enfermedad que registró mayor aumento fue el de cáncer, al pasar de 4 a 30 padecimientos –es decir, se añadieron 26 tipos de cáncer–. Además, las patologías infecciosas y parasitarias pasaron de 21 a 41, y entre ellas se añadió la enfermedad causante de la pandemia, la COVID-19.
La titular de la Secretaría, Luisa María Alcalde Luján, destacó que se incorporan enfermedades de tipo psicosocial, derivadas del estrés de origen laboral, así como enfermedades del sistema digestivo y también se añadió el infarto de miocardio por exposición a químicos.
La Secretaría explicó que en cuanto a la Tabla de Valuación de las Incapacidades Permanentes, ésta contiene la parte, aparato u órgano del cuerpo afectado; la secuela del accidente o enfermedad de trabajo, y el porcentaje de incapacidad que resulte aplicable por cada tipo de padecimiento, donde se concentran nuevos mecanismos de valuación para enfermedades como el VIH, los trastornos mentales, los cánceres de origen laboral, entre otros.
Además de añadir la pérdida del embarazo, la Secretaría del Trabajo agregó la endometriosis como una de las enfermedades de la mujer. Según los datos de la Secretaría de Salud, en el mundo un 10 por ciento de las mujeres en edad reproductiva padecen endometriosis, mientras que en México se estima que este padecimiento afecta alrededor de siete millones de mujeres.
Los especialistas de la salud han asegurado que aunque hasta la fecha no se ha encontrado una causa especifica de esta enfermedad; la genética, obesidad, relaciones sexuales a temprana edad, consumo de tabaco, inadecuados hábitos alimenticios o abortos involuntarios pueden predisponer el desarrollo de ésta, que se puede presentar entre mujeres de entre los 11 y los 55 años de edad.
Existen diferentes tipos de endometriosis, las más comunes son la profunda -cuando se afecta una zona donde se unen la vagina y el recto, lo que ocasiona dolores intensos-; tubárica o de trompas; pélvica-peritoneal, que genera lesiones superficiales en los ovarios, así como la serosa, que causa afectaciones vesiculares, fibrosis y cicatrización.
Otro tipo de endometriosis es la intestinal, de ésta, el síntoma más frecuente es el sangrado rectal que origina tumores rectales en mujeres que están en la premenopausia, particularmente quienes tienen antecedentes de infertilidad. El retardo en el diagnóstico puede complicar el tratamiento; incluso, llevar a la muerte.
Estrés laboral en México |
En esta actualización se incluyó al estrés laboral como parte de las tablas de Enfermedades y de Valuación de Incapacidades. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que al menos desde 2017, el 75 por ciento de los mexicanos padece el síndrome de burnout o fatiga por estrés laboral, incluso por encima de las cifras de China y Estados Unidos (73 por ciento y 59 por ciento, respectivamente), las dos potencias económicas más grandes del mundo.
Para el organismo internacional, el estrés es causado por el desequilibrio que provoca una fuerte carga de labores y las presiones a las que son sometidos los trabajadores, así como los conocimientos y capacidades a las que se enfrentan los ciudadanos asalariados de aquel país.
La OMS asegura que “una mala organización del trabajo, es decir, el modo en que se definen los puestos y los sistemas de trabajo, y la manera en que se gestionan, puede provocar estrés laboral” e incluso problemas de salud como “cardiopatías, trastornos digestivos y aumento de la tensión arterial”.
Ya en 2015 el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) incorporó a la lista de enfermedades laborales los trastornos mentales derivados del estrés, para homologar sus criterios con los de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En ese momento, la institución de salud detalló que durante los últimos cinco años se había registrado un incremento en los padecimientos mentales asociados al estrés laboral, pero que aún no se ubicaban dentro de los 10 primeros motivos de atención o consulta por enfermedades del trabajo.
En específico, algunos de los factores como las horas extra o ampliación de la jornada laboral, la rotación de turnos e incluso estar sometido a situaciones hostiles o acosantes dentro del área de trabajo pueden repercutir de forma negativa en la salud física, mental y emocional del trabajador , de ahí la importancia de prevenir.
La OMS especificó que la fatiga por estrés laboral se compone de tres dimensiones:
-Sentimientos de falta de energía o agotamiento; sentirse constantemente con cansancio, incluso al inicio del día
-Aumento de la distancia mental con respecto al trabajo o sentimientos negativos o cínicos, también con respecto al trabajo, lo que quiere decir que no se siente compromiso con las propias actividades ni con las de las demás personas.
-Sensación de ineficacia y falta de realización.