Aspectos destacados
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Introducción
Los biomarcadores de disfunción endotelial y de inflamación de bajo grado juegan un papel importante en la patogenia de la ECV. Se cree que los factores del estilo de vida, en particular la actividad física y la dieta, son importantes factores de riesgo modificables para el desarrollo de disfunción endotelial e inflamación de bajo grado.
Se ha demostrado que la actividad física en particular está inversamente relacionada con biomarcadores de disfunción endotelial e inflamación de bajo grado, posiblemente porque la actividad física aumenta el flujo sanguíneo y el esfuerzo cortante, lo que mejora la biodisponibilidad del NO y porque la actividad física reduce el tejido adiposo visceral, que a su vez reduce la inflamación de bajo grado.
Los efectos de la actividad física sobre los biomarcadores de disfunción endotelial pueden ser especialmente destacados en personas con diabetes mellitus tipo 2. La hiperglucemia altera la función endotelial microvascular y, específicamente, reduce la disponibilidad de NO. Además, se cree que la disfunción endotelial microvascular (de la cual estos biomarcadores son un representante) empeora la hiperglucemia a través del deterioro tanto de la captación de glucosa inducida por insulina como de la secreción de insulina, estableciendo así un círculo vicioso de biomarcadores de disfunción endotelial e hiperglucemia
La actividad física es un comportamiento complejo en el que se pueden reconocer varias dimensiones, como la cantidad, la intensidad (ligera, moderada y vigorosa) y el patrón semanal. Además, el comportamiento sedentario debe tenerse en cuenta y puede estar relacionado con resultados adversos para la salud independientemente de la actividad física de intensidad moderada a vigorosa. Tales distinciones pueden ser relevantes para proporcionar pautas de salud pública que sean más detalladas que la cantidad semanal de actividad física de intensidad moderada a vigorosa.
En vista de lo anterior, en una gran cohorte poblacional con un sobremuestreo de diabetes tipo 2, investigamos la relación entre la cantidad y el patrón de actividad física y el comportamiento sedentario por un lado y los biomarcadores de disfunción endotelial e inflamación de bajo grado por el otro. Específicamente, nos enfocamos en la influencia de la prediabetes (definida como alteración de la tolerancia a la glucosa y alteración de la glucosa en ayunas) y la diabetes tipo 2 en estas asociaciones.
Objetivos e hipótesis
Los biomarcadores de la disfunción endotelial y la inflamación de bajo grado son importantes en la patogenia de la ECV y pueden modificarse potencialmente por la actividad física y el comportamiento sedentario. Los efectos de la actividad física sobre los biomarcadores de disfunción endotelial pueden ser especialmente prominentes en la diabetes tipo 2.
Métodos
En el Estudio de Maastricht basado en la población (n = 2363, 51,5 % hombres, 28,3 % diabetes tipo 2, 15,1 % prediabetes [definida como alteración de la tolerancia a la glucosa y alteración de la glucosa en ayunas]), determinamos biomarcadores de disfunción endotelial e inflamación de bajo grado, y se calcularon las puntuaciones z combinadas.
La actividad física y el comportamiento sedentario se midieron mediante activPAL. Se utilizaron análisis de regresión lineal con ajuste por demografía, estilo de vida y factores de riesgo cardiovascular.
Resultados
La asociación entre la actividad física de intensidad total, ligera, moderada a vigorosa y vigorosa y el tiempo sedentario por un lado y los biomarcadores de disfunción endotelial por el otro fueron generalmente significativas y consistentemente más fuertes en la prediabetes y la diabetes tipo 2 en comparación con el estado del metabolismo de la glucosa normal (p para la interacción <0,05).
Las asociaciones entre la actividad física y el comportamiento sedentario por un lado y la inflamación de bajo grado por el otro también fueron significativas y similares en individuos con y sin (pre)diabetes (p para la interacción >0,05).
Conclusiones
En conclusión, este estudio muestra que, independientemente de la demografía, el estilo de vida y los factores de riesgo cardiovascular, las diferentes intensidades de actividad física están inversamente asociadas con biomarcadores de disfunción endotelial e inflamación de bajo grado. Además, una mayor regularidad de la actividad física de intensidad moderada a vigorosa es ventajosa con respecto a los biomarcadores de disfunción endotelial e inflamación de bajo grado.
El tiempo sedentario se asoció directamente con biomarcadores de disfunción endotelial, y el tiempo sedentario, las sesiones sedentarias prolongadas (positivamente) y los descansos sedentarios (inversamente) se asociaron con inflamación de bajo grado, y esto fue independiente de la actividad física de intensidad moderada a vigorosa. Las asociaciones de actividad física y biomarcadores de disfunción endotelial fueron consistentemente más fuertes en prediabetes y diabetes tipo 2.
En conjunto, estos resultados respaldan el aumento de la actividad física y la limitación del comportamiento sedentario como medio para prevenir o mejorar los biomarcadores de disfunción endotelial e inflamación de bajo grado, especialmente en personas con prediabetes y diabetes tipo 2.
Mensaje final
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