La instrumentación del canal auditivo, los cuerpos extraños y las lesiones por bofetadas o explosiones son causas comunes de perforaciones traumáticas de la membrana timpánica.
Las perforaciones de la membrana timpánica (PTM) suelen presentarse como otalgia repentina, pérdida de audición y otorrea sanguinolenta en el contexto de un mecanismo causal.
La instrumentación del canal auditivo representa aproximadamente el 60% de las lesiones relacionadas con el oído (más comúnmente por aplicadores con punta de algodón). El buceo o los deportes acuáticos también son causas bien reconocidas.
Las perforaciones pueden diagnosticarse únicamente con los hallazgos de la otoscopía.
Además, la ausencia de movilidad de la membrana timpánica en la otoscopía neumática o la pérdida auditiva conductiva en el examen del diapasón (el diapasón presionado en la frente se escucha más fuerte en el oído afectado) puede ayudar a establecer el diagnóstico.
Generalmente se recomiendan pruebas audiométricas 3 meses después de la lesión para confirmar la curación. En un estudio de 47 oídos con pérdida auditiva conductiva traumática, la mayoría de los resultados del audiograma volvieron a la normalidad con un tratamiento conservador.
Se debe aconsejar a los pacientes que eviten que entre agua en el oído afectado.
Esto se puede lograr colocando una bolita de algodón recubierta de vaselina para ducharse o un tapón de silicona para los oídos para bañarse o nadar.
El uso de jeringas para la extracción de cerumen está contraindicado y debe desaconsejarse ya que puede introducir una infección.
Se recomiendan antibióticos tópicos (típicamente ciprofloxacina) si hay otorrea purulenta. Se deben evitar los aminoglucósidos ya que son ototóxicos.
La mayoría de las perforaciones traumáticas pequeñas se curan en 1 mes.
Un estudio prospectivo que involucró a 126 pacientes con perforaciones de la membrana timpánica (PTM) traumáticas mostró que el 72% de las perforaciones menores a un cuarto del tamaño del tímpano sanaron espontáneamente en un mes con tratamiento conservador, y solo el 25% de las perforaciones más grandes se habían cerrado al mismo tiempo.
La derivación a otorrinolaringología está indicada en caso de perforaciones traumáticas persistentes o complicadas.
Los pacientes con perforaciones de la membrana timpánica (PTM) persistente 3 meses después de la lesión deben ser remitidos para evaluación quirúrgica. Las indicaciones para la evaluación otorrinolaringológica incluyen retención de cuerpo extraño, otorrea refractaria a 2 semanas de antibióticos tópicos, pérdida auditiva subjetiva grave, diapasón que se lateraliza al oído no afectado (pérdida auditiva neurosensorial), vértigo o debilidad facial (que puede ser indicativo de una enfermedad asociada) lesión del oído interno).
Referencias
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