La enfermedad renal crónica (ERC) es una enfermedad progresiva, lenta e irreversible, caracterizada por la destrucción gradual de las nefronas, lo que lleva a la reducción de la función renal en pocos meses o años. A su vez, causa una reacción inflamatoria sistémica. El tratamiento incluye diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal) o trasplante de riñón.
La inflamación crónica, por otro lado, se considera un factor de riesgo para la ERC y puede conducir a daño tisular y fibrosis. En trastornos crónicos, la inflamación sistémica persistente se vuelve maladaptativa, incontrolada y persistente, siendo reconocida como un importante contribuyente al fenotipo urémico.
Un alto porcentaje de pacientes con ERC sufren de periodontitis apical (PA) o enfermedad periodontal (EP), dos infecciones orales muy similares, que causan inflamación oral crónica. Tanto la PA como la EP son infecciones crónicas de la cavidad bucal, caracterizadas por la inflamación y destrucción del tejido conectivo y el hueso alrededor de los dientes.
Se ha establecido una asociación positiva y significativa entre la EP y la ERC. Además, la EP está universalmente presente en pacientes con diálisis peritoneal.
Los criterios de inclusión para este estudio fueron que los pacientes tuviesen entre 18 y 80 años, con antecedentes de ERC (filtración glomerular < 60 mL/min/1.73m2) y sin cambios de medicación en los últimos 3 meses.
La proporción de hombres y mujeres en ambos grupos (con y sin diálisis) fue similar (p>0.05). La edad media de los pacientes en el grupo sin diálisis fue de 42.6 ± 13.6 años, mientras que en el grupo en diálisis fue significativamente mayor (54.2 ± 12.4 años; p<0.01). No hubo diferencias significativas en el tabaquismo entre ambos grupos. El porcentaje de pacientes diabéticos fue significativamente mayor en el grupo con diálisis (42.2 %), en comparación con el grupo sin (17.0 %) (p<0.01).
La EP fue significativamente más prevalente en el grupo con diálisis (77.8 %) que en el grupo sin (35.8 %) (p<0.01). En el análisis de regresión logística multivariante, el estado periodontal se asoció significativamente con la etapa de tratamiento de la ERC.
Por otro lado, la enfermedad periodontal fue más prevalente en pacientes en hemodiálisis (91,7 %) que en pacientes en diálisis peritoneal (61,9 %) (p<0.01). Los pacientes en hemodiálisis mostraron porcentajes significativamente mayores de presencia de fumadores y diabéticos.
Los pacientes con ERC en diálisis mostraron una prevalencia significativamente mayor de ambas enfermedades infecciosas orales, tanto PA como EP. Los pacientes en diálisis peritoneal y hemodiálisis mostraron una prevalencia similar de PA y EP.
Los resultados del estudio han demostrado que el número promedio de dientes con PA es casi cinco veces mayor en pacientes en diálisis, en comparación con pacientes prediálisis (p<0.01). La probabilidad de tener al menos un diente con EP fue el doble en pacientes en diálisis en comparación con pacientes prediálisis (OR=2.11; p<0.05). En la literatura, carios estudios han demostrado que los pacientes urémicos tienen tasas más altas de dientes cariados, perdidos y obturados.
El hallazgo del estudio actual, de que los pacientes en diálisis presentan cinco veces más dientes con PA que los pacientes prediálisis, concuerda con el resultado de estudios previos, que encontraron una asociación directa significativa entre el número de dientes con PA y los niveles séricos de urea.
En cuanto a la EP, los pacientes en diálisis mostraron una prevalencia seis veces mayor que los pacientes prediálisis (OR=6.26; p<0.01), estando el estado periodontal asociado a la etapa de tratamiento de la ERC (OR=3.29; p=0.0065). Otros estudios previamente publicados también han encontrado una fuerte asociación entre EP y ERC.
Los resultados de este estudio indican que puede haber una influencia de ambas infecciones orales en la ERC. La inflamación de bajo grado, una característica común a la PA y la EP, también podría explicar esta asociación. Esta inflamación es un estado sistémico de producción subclínica crónica de factores inflamatorios. Representa un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas, incluyendo diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad cerebrovascular, enfermedad neurodegenerativa y cáncer.
Tanto la PA como la EP están asociadas con inflamación de bajo grado. Se ha encontrado una mayor liberación local de citoquinas proinflamatorias en lesiones periapicales de origen endodóntico y se ha sugerido que la inflamación periodontal y periapical podrían ser una fuente importante de inflamación sistémica, parcialmente responsable de la progresión de la ERC, así como una carga de complicaciones ateroscleróticas en los pacientes en diálisis.
Los resultados de este estudio, junto con los publicados anteriormente, deberían alertar a los clínicos, así como a los pacientes, sobre la importancia de una buena salud bucal para el control de la función renal. La profilaxis y el tratamiento dental temprano deben intensificarse en pacientes con ERC. El tratamiento de la EP y la PA debe incorporarse en la planificación del abordaje de pacientes con ERC.
Los resultados demuestran que las infecciones orales son más prevalentes en las etapas avanzadas de la ERC. Considerando que la EP es prevalente, severa y poco reconocida en pacientes con insuficiencia renal, y el mayor número de dientes con PA en pacientes en diálisis demostrado en el estudio, el tratamiento de ambas condiciones bucales debe incorporarse en la planificación del tratamiento de pacientes con ERC.