Deporte y salud mental

Asociaciones entre actividad física reducida y demencia leve

El patrón de actividad física de fin de semana puede ser una opción conveniente para preservar la salud física y mental de las personas con gran carga ocupacional.

Autor/a: O'Donovan G, Petermann-Rocha F, Ferrari G, Medina C, Ochoa-Rosales C, Sarmiento OLL, Ibáñez A.

Fuente: Br J Sports Med. 2025 Feb 20;59(5):325-332. Associations of the ‘weekend warrior’ physical activity pattern with mild dementia: findings from the Mexico City Prospective Study

Introducción

El deterioro cognitivo, a menudo, conduce a la demencia. Es importante identificar los factores de riesgo modificables, porque un retraso de 5 años en su aparición podría reducir a la mitad la prevalencia de demencia. Sin embargo, casi toda la evidencia sobre factores de riesgo potencialmente modificables para el deterioro cognitivo proviene de estudios en países de altos ingresos.

Estudios de cohorte prospectivos sugieren que la actividad física en el tiempo libre es un factor de riesgo modificable importante para el deterioro cognitivo y la demencia. El "guerrero de fin de semana" participa en una o dos sesiones de deporte o ejercicio por semana y puede ser particularmente importante investigar los beneficios de este patrón en América Latina, pues la falta de tiempo es una barrera importante para la actividad física en la región.

El objetivo principal del presente análisis fue investigar las asociaciones del patrón de actividad física del guerrero de fin de semana con la demencia leve en un estudio prospectivo de la Ciudad de México. Katzmarzyk y col. estimaron que la carga de demencia atribuible a la baja actividad física era de aproximadamente el 10 % en los países occidentales de altos ingresos, y del 11 % en América Latina.

Métodos

Participantes. Se llevaron a cabo entrevistas puerta a puerta de 1995 a 1997 para recopilar un registro de todos los hogares en los distritos de Coyoacán e Iztapalapa en la Ciudad de México. Luego, los equipos visitaron los hogares y reclutaron al menos a un participante ≥ 35 años del 94 % de los hogares elegibles. La encuesta de referencia se realizó de 1998 a 2004, la re-encuesta se llevó a cabo de 2015 a 2019 y se hizo un seguimiento de la mortalidad hasta el 31 de diciembre de 2020.

> Exposición. La exposición fue la actividad física en el tiempo libre, término amplio que incluye deporte y ejercicio. Se crearon cuatro grupos de exposición basados ​​en las preguntas. El grupo "sin deporte o ejercicio" incluyó a aquellos que no hacían ejercicio ni practicaban deportes. El grupo de "guerreros de fin de semana" incluyó a aquellos que hacían ejercicio o practicaban deportes hasta una o dos veces por semana. El grupo de "activos regularmente" incluyó a aquellos que hacían ejercicio o practicaban deportes tres o más veces por semana. También se incluyó un grupo combinado de guerreros de fin de semana y activos regularmente.

Resultado. El Mini Examen de Estado Mental (MMSE, por sus siglas en inglés) es probablemente la herramienta más utilizada para detectar deterioro cognitivo y demencia en adultos mayores. El MMSE se administró en una nueva encuesta en el Estudio Prospectivo de la Ciudad de México y se utilizaron puntos de corte para la demencia leve de ≤22 y ≤23 en los análisis principales.

Resultados

Los datos de 10 033 (99 %) participantes en la nueva encuesta se incluyeron en el análisis, después de excluir a 31 que no completaron el MMSE, 77 que tenían antecedentes de demencia y 2 que tenían valores faltantes para la actividad física. La edad promedio fue de 51 años en aquellos que reportaron no practicar deporte ni ejercicio y fue similar en los guerreros de fin de semana y los regularmente activos. La proporción de mujeres fue de 73 % en aquellos que reportaron no practicar deporte ni ejercicio y menor en los otros grupos. La proporción sin educación fue del 13 % en aquellos que reportaron no practicar deporte ni ejercicio y fue solo del 6 % en los guerreros de fin de semana y los regularmente activos.

La proporción en el tercil de ingresos más bajo fue del 51 % en aquellos que reportaron no practicar deporte ni ejercicio, 31 % en los guerreros de fin de semana y 46 % en los regularmente activos. La proporción de fumadores fue más alta en los guerreros de fin de semana. Tres cuartas partes de los participantes estaban casados ​​o en pareja. El 3 % de los participantes informó dormir menos de 5 horas o más de 10 horas por noche. La frecuencia de consumo de frutas y verduras tendió a ser mayor en los guerreros de fin de semana y aún mayor en los activos regularmente. La proporción de quienes bebían alcohol al menos una vez por semana fue más alta en los guerreros de fin de semana. La presión arterial sistólica y el IMC fueron similares en aquellos que participaban y no practicaban deporte o ejercicio.

La puntuación media del MMSE en la nueva encuesta fue de 24,5 en aquellos que informaron no practicar deporte ni ejercicio al inicio, 25,8 en los guerreros de fin de semana y 25,6 en los activos regularmente. La prevalencia de demencia leve en la segunda encuesta fue del 26 % en aquellos que no practicaban deporte ni ejercicio al inicio, del 14 % en los que hacían deporte los fines de semana y del 18,5 % en los que hacían actividad física regularmente, cuando se definió como una puntuación MMSE de ≤22. La prevalencia de demencia leve fue del 30 % en aquellos que no practicaban deporte ni ejercicio al inicio, 20 % en los guerreros de fin de semana y 22 % en los regularmente activos cuando se definió como una puntuación MMSE de ≤23.

Se hizo un seguimiento de los participantes durante una media (DE) de 16,2 (2,1) años y hubo 2400 casos de demencia leve durante 162 538 años-persona de seguimiento. En comparación con el grupo que no informó ningún deporte o ejercicio, el cociente de riesgo para la demencia leve fue de 0,75 (IC 95 %: 0,61 a 0,91) en el grupo de guerreros de fin de semana, 0,89 (IC 95%: 0,78 a 1,02) en el grupo de actividad regular y 0,84 (IC 95 %: 0,75 a 0,95) en el grupo combinado después del ajuste por factores de confusión.

Con el mismo análisis considerando una puntuación ≤23 en el MMSE, hubo 2856 casos de demencia leve. En comparación con el grupo que no informó de ningún deporte o ejercicio, el cociente de riesgo para la demencia leve fue de 0,87 (IC 95 %: 0,74 a 1,03) en el grupo de los guerreros de fin de semana, 0,88 (IC 95 %: 0,78 a 1,00) en el grupo de actividad regular y 0,88 (IC 95%: 0,79 a 0,98) en el grupo combinado después del ajuste de los factores de confusión.

Se estimó la fracción atribuible de población para actividad física baja en el tiempo libre ajustada por los factores de confusión. Si la demencia leve se define como una puntuación ≤22 en el MMSE, teóricamente el 13 % (IC 95 %: 5 % a 21 %) de los casos se eliminarían si todos los adultos de mediana edad participaran en un deporte o hicieran ejercicio una o dos veces por semana o con mayor frecuencia. Si se considera una puntuación ≤23, teóricamente se eliminarían el 10 % (IC 95 %: 2 % a 18 %) de los casos.

En las asociaciones de los patrones de actividad física al inicio con la cognición en la nueva encuesta estratificada por sexo, los cocientes de riesgo fueron similares en hombres y mujeres. Cuando la demencia leve se definió como una puntuación ≤22 en el MMSE, el cociente de riesgo fue de 0,73 (IC 95 %: 0,51 a 1,03) en los hombres y de 0,75 (IC 95 %: 0,59 a 0,96) en las mujeres que eran guerreros de fin de semana después del ajuste por factores de confusión. De manera similar, cuando la demencia leve se definió como una puntuación ≤23, el cociente de riesgo fue de 0,88 (IC 95 %: 0,66 a 1,17) y de 0,87 (IC del 95 %: 0,70 a 1,07), respectivamente.

Al evaluar las asociaciones de los patrones de actividad física al inicio con la cognición en la segunda encuesta estratificada por las puntuaciones alternativas del MMSE de 21-24 para demencia leve y de 13-20 para demencia moderada, hubo poca evidencia de que la actividad física estuviera asociada con la demencia leve y alguna evidencia de asociación con la demencia moderada cuando se utilizó un rango de puntuaciones para definir la afección. Por ejemplo, en comparación con el grupo que no informó practicar deporte ni ejercicio, el cociente de riesgo para la demencia moderada fue de 0,69 (IC 95 %: 0,53 a 0,92) en el grupo de los guerreros de fin de semana y de 0,83 (IC 95 %: 0,71 a 0,98) en el grupo combinado después del ajuste por factores de confusión.

Discusión

• Se halló que el patrón de actividad física de fin de semana y el patrón de actividad física regularmente activa se asociaron con reducciones similares en los riesgos de demencia leve después del ajuste por factores de confusión.

• Se halló que alrededor del 10 % de los casos se eliminarían si todos los adultos de mediana edad participaran en deportes o hicieran ejercicio una o dos veces por semana o con más frecuencia.

Estudios de cohorte prospectivos sugieren que la actividad física en el tiempo libre es un factor de riesgo modificable importante para el deterioro cognitivo y la demencia. Es alentador que el grupo de guerreros de fin de semana, el grupo regularmente activo y el grupo combinado se asociaran con riesgos reducidos en el presente estudio porque los patrones de actividad física pueden cambiar con el tiempo.

Es plausible que la actividad física mejore la salud cerebral y se han identificado varios mecanismos potenciales. El ejercicio puede aumentar las concentraciones de factores neurotróficos derivados del cerebro y la plasticidad cerebral. La actividad física también se asocia con un mayor volumen cerebral, una mayor función ejecutiva y una mayor memoria.

Estudios transversales en Europa y América del Norte sugieren que el patrón de actividad física de los guerreros de fin de semana se asocia con beneficios para la salud mental. Para el conocimiento de los autores, este es el primer estudio que muestra que el patrón de actividad física de los guerreros de fin de semana y el patrón de actividad física regularmente activa se asocian con reducciones similares en el riesgo de demencia leve.

Es particularmente alentador que el patrón de actividad física del fin de semana se asociara con un riesgo reducido de demencia leve tanto en hombres como en mujeres, porque la falta de tiempo es una barrera importante para la actividad física en todas las poblaciones.

En América Latina, hasta 8 de cada 10 adultos dicen que les gustaría hacer más deporte, y es razonable sugerir que más hombres y mujeres en la región harían ejercicio si supieran que participar en una o dos sesiones por semana se asocia con considerables beneficios para la salud cognitiva. Cientos de ciudades de América Latina ofrecen una actividad física gratuita cada fin de semana, conocida como Ciclovía Recreativa, en la que las carreteras están cerradas a los vehículos motorizados los domingos, quedando disponibles para caminantes, corredores y ciclistas.

Tan solo en México, el costo de la demencia es de alrededor de US$ 3776 millones por año. Si se supone que la demencia leve conduce a un cuadro más severo y que la fracción atribuible a la baja actividad física en el tiempo libre es de alrededor del 10 %, como se sugiere en este estudio, entonces se ahorrarían alrededor de US$ 377,6 millones por año si todos los adultos de mediana edad hicieran ejercicio una o dos veces por semana o con mayor frecuencia.

En cuanto a las limitaciones, el período de seguimiento relativamente largo hace que la causalidad inversa sea poco probable. Además, la actividad física, los antecedentes de demencia y otras variables fueron autoinformadas, lo que puede introducir sesgos.

Hubo poca evidencia de que la actividad física estuviera asociada con demencia leve y alguna evidencia de que la actividad física estuviera asociada con demencia moderada cuando se utilizaron rangos de puntajes del MMSE para definir las condiciones. Sin embargo, estos datos deben tratarse con cierta cautela porque existe un mayor riesgo de clasificación errónea cuando se utilizan varias categorías, en lugar de un único punto de corte.

Conclusiones

Para el conocimiento de los autores, este es el primer estudio de cohorte prospectivo que muestra que el patrón de actividad física del guerrero de fin de semana y el patrón de actividad física regular se asocian con reducciones similares en el riesgo de demencia leve. Este estudio tiene implicaciones importantes para la política y la práctica porque el patrón de actividad física del fin de semana puede ser una opción más conveniente para las personas ocupadas de todo el mundo.


Resumen objetivo: Dra. María Eugenia Noguerol