Nuevas perspectivas

Tipo de dieta y demencia en adultos mayores con enfermedades cardiometabólicas

Una dieta antiinflamatoria puede apoyar la salud cerebral y cognitiva de personas mayores con enfermedades cardiometabólicas.

Autor/a: Abigail Dove, Michelle M. Dunk, Jiao Wang, Jie Guo, Rachel A. Whitmer, Weili Xu

Fuente: JAMA Network Open. 2024;7(8): e2427125.

Introducción

Las enfermedades cardiometabólicas (ECMs), como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y el accidente cerebrovascular, se han vinculado a un mayor riesgo de demencia, especialmente cuando ocurren simultáneamente. La inflamación está implicada en las características fisiopatológicas tanto de las ECMs como de la demencia, y ofrece una posible explicación mecanicista del mayor riesgo de demencia entre las personas con ECM.

La ingesta dietética puede influir en los procesos inflamatorios sistémicos. Por ejemplo, el patrón dietético occidental, caracterizado por carne roja, lácteos ricos en grasas, huevos, cereales refinados y alimentos procesados, se ha asociado con niveles más altos de biomarcadores inflamatorios, como PCR, IL-6 y el FNT-α. Por el contrario, las dietas caracterizadas por el consumo de mayores cantidades de verduras, frutas, cereales integrales, pescado y legumbres tienden a asociarse con menores niveles de estos biomarcadores.

El Índice Inflamatorio Dietético (IID) se desarrolló para capturar el potencial inflamatorio de la dieta de un individuo en función del consumo de varios macronutrientes y micronutrientes, componentes bioactivos, alimentos y especias. Además de un menor riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular y otros factores de riesgo cardiometabólico, un menor potencial inflamatorio dietético, medido por el IID, se ha relacionado con un menor riesgo de demencia, mejor función cognitiva, y marcadores de resonancia magnética (RMI) más favorables del envejecimiento cerebral. Sin embargo, aún no se ha explorado en qué medida una dieta antiinflamatoria puede favorecer la salud cerebral y cognitiva en personas con ECM.

Utilizando datos longitudinales de 15 años de más de 80.000 adultos mayores del Reino Unido, los autores examinaron el rol de las ECMs y el potencial inflamatorio dietético en el riesgo de demencia y los marcadores de RMI de daño cerebral neurodegenerativo y vascular.  

Métodos 

> Diseño del estudio y población. El Biobanco del Reino Unido es un estudio longitudinal en curso que incluye a más de 500.000 adultos de entre 40 y 70 años. Entre el 13 de marzo de 2006 y el 1 de octubre de 2010, los participantes se sometieron a un examen basal que consistió en evaluaciones físicas y médicas y una serie de cuestionarios sobre factores sociodemográficos y de estilo de vida. Un subconjunto se sometió además a una RMI. Se obtuvo una muestra de 84.342 participantes para los análisis principales. La submuestra de neuroimagen consistió en 8917 participantes que se sometieron a una RMI cerebral.

>Evaluación de las ECMs.  Las enfermedades cardiometabólicas incluyeron diabetes tipo 2, cardiopatías y accidente cerebrovascular. La diabetes tipo 2 se diagnosticó en base a los registros médicos, el uso de medicamentos para reducir la glucosa, mediciones bioquímicas y antecedentes de diabetes informados por los pacientes. Las cardiopatías (incluido infarto de miocardio, fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca) y el accidente cerebrovascular se determinaron en base a los antecedentes médicos informados por los propios participantes. El estado de enfermedad cardiometabólica se definió según el número total de enfermedades cardiometabólicas de los participantes (0, 1 o 2) y se dicotomizó como sin enfermedades cardiometabólicas o con enfermedades cardiometabólicas. 

>Evaluación dietética. Los datos dietéticos se recopilaron con una evaluación dietética de 24 horas basada en la web administrada al inicio y hasta 4 veces más por correo electrónico. La evaluación midió la ingesta de 206 alimentos y 32 bebidas. Se promediaron los datos de todas las evaluaciones dietéticas disponibles.

>Índice inflamatorio dietético.  El IID es una medida basada en población del potencial inflamatorio dietético. Se basa en 45 parámetros dietéticos relacionados con la inflamación. A cada parámetro dietético se le asigna un puntaje de efecto inflamatorio (PEI) (negativo para antiinflamatorio y positivo para proinflamatorio).  El cálculo del IID se basó en 31 parámetros dietéticos. En esta muestra, el IID varió de −6,7 a 5,2 puntos y se consideró como una variable continua y una variable categórica, dividida en tercios como antiinflamatoria (−1,5 puntos), neutral (>−1,5 a <0,5 puntos) o proinflamatoria (≥0,5 puntos).

>Diagnóstico de demencia.  La demencia se diagnosticó en base a los registros de pacientes hospitalizados, el historial médico informado por los pacientes y los registros de defunción.

>Adquisición y pre-procesamiento de imágenes de RMI cerebral. Se examinó el volumen cerebral total (VCT), el volumen de materia gris (VMG), el volumen de materia blanca (VMB), el volumen del hipocampo (VH) y el volumen de hiperintensidad de materia blanca (VHMB).

>Covariables.  El nivel educativo se dicotomizó en función del nivel más alto de educación formal alcanzado. El estatus socioeconómico se evaluó utilizando el Índice de Deprivación de Townsend. La raza y la etnia, factores que podrían influir de manera diferencial en el desarrollo de las ECMs y la demencia, se dicotomizaron como blancos vs. otras razas y etnias. La altura y el peso se midieron durante el examen basal y se utilizaron para calcular el índice de masa corporal. La hipertensión se definió en función de la medición de la presión arterial (sistólica 140 mmHg, diastólica 90 mmHg), uso de medicación antihipertensiva, registros médicos y/o antecedentes autoinformados. El estado de tabaquismo se autoinformó como nunca, anterior o actual. La actividad física se clasificó como inactiva, moderada o activa. La apolipoproteína E (APOE) se dicotomizó como portadora frente a no portadora del alelo ε4. 

Resultados

>Características iniciales.  Al inicio, la edad media era de 64,1 (2,9) años; 51,2% eran mujeres, y el 36,8% tenía educación universitaria. Un total de 14.079 (16,7%) participantes tenían al menos 1 ECM; estas personas tenían más probabilidades de ser mayores, hombres, de raza no blanca; con nivel educativo y socioeconómico más bajos; con índice de masa corporal más alto; fumadores; físicamente inactivos; e hipertensos. En comparación con la muestra analítica principal, la submuestra de neuroimagen (n=8917) era más joven, con un nivel socioeconómico más alto y con un perfil de factores de riesgo vascular más favorable.

>ECM, potencial inflamatorio dietético y demencia. Durante el seguimiento (mediana, 12,4 años), un total de 1559 participantes (1,9%) desarrollaron demencia. La presencia de ECMs se asoció con un aumento del riesgo de demencia del 81%. Sin embargo, tener una dieta antiinflamatoria se asoció con un riesgo de demencia un 21% menor. En consonancia con esto, un IID más alto se asoció con un riesgo significativamente mayor de demencia.

>Análisis del efecto conjunto de las ECMs y el potencial inflamatorio de la dieta en el riesgo de demencia. En el análisis conjunto, el riesgo de demencia fue de 2,38 para las personas con ECMs y dieta proinflamatoria, 1,91 para las personas con ECMs y dieta neutra, y 1,65 para las personas con ECMs y dieta antiinflamatoria. El riesgo de demencia fue un 31% menor entre las personas con ECMs y dieta antiinflamatoria vs. dieta proinflamatoria. Los participantes con ECMs y dieta antiinflamatoria desarrollaron demencia 2 años más tarde que aquellos con ECMs y dieta proinflamatoria.

>ECMs, potencial inflamatorio dietético y RMI cerebral. La presencia de ECMs se asoció con VCT, VMG, VMD y VH significativamente menores, y VHMB significativamente mayores. La dieta antiinflamatoria se asoció con VCT, VMG y VMD mayores, VHMB menores, pero sin diferencias significativas en VH. En el análisis de efectos conjuntos, los participantes con ECMs y dieta antiinflamatoria vs. dieta proinflamatoria tuvieron un VMG significativamente mayor y un VHMB significativamente menor. Se detectaron interacciones multiplicativas entre el estado de ECM y la categoría de dieta para VCT, VMG, VMD y VHMB, pero no para VH.

>Análisis adicionales. Los análisis de sensibilidad confirmaron que las puntuaciones IID más altas se asociaron con niveles más altos de inflamación sistémica y que las mismas se mantuvieron estables en las múltiples evaluaciones dietéticas. En consecuencia, los resultados se mantuvieron consistentes en los análisis restringidos a los participantes que se sometieron a múltiples evaluaciones dietéticas o que utilizaron solo datos de la evaluación dietética inicial. 

Discusión

En este estudio a gran escala, los autores hallaron que, entre las personas con ECMs, seguir una dieta antiinflamatoria se asoció con un menor riesgo de demencia y niveles significativamente más bajos de marcadores de daño cerebral neurodegenerativo y vascular. En estudios recientes se ha destacado la asociación entre los trastornos cognitivos y el aumento del riesgo de demencia, pero se han identificado pocas estrategias para reducir este riesgo.

El presente estudio destaca a la dieta antiinflamatoria como un posible enfoque, ya que, durante más de 15 años de seguimiento, el riesgo de demencia fue un 31% menor en los participantes con trastornos cognitivos y dieta antiinflamatoria que en los que seguían una dieta proinflamatoria. Además, las personas con trastornos cognitivos y dieta antiinflamatoria desarrollaron demencia más tarde que las que seguían una dieta proinflamatoria. 

Las puntuaciones IID más altas se han asociado con un riesgo mayor de demencia en estudios anteriores. Además, varios estudios han informado una asociación inversa entre el IID y la función cognitiva, específicamente la cognición global, la función ejecutiva, y la memoria episódica, semántica, y verbal. El presente estudio se suma a esta literatura al observar que la dieta antiinflamatoria puede atenuar el riesgo de demencia en personas con ECMs.

En el presente estudio, las personas con ECMs y dieta antiinflamatoria tuvieron un VMG significativamente más alto (lo que indica una menor neurodegeneración) y un VHMB significativamente más bajo (lo que indica una menor lesión vascular). Esto es coherente con investigaciones previas que vinculan puntuaciones IID más altas con un VMG más bajo, un volumen ventricular lateral más bajo, y un VHMB más grande.

Estos resultados pueden interpretarse en el marco del inflammaging, la teoría de que el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades en personas mayores se debe a una ruptura del equilibrio normal de los procesos proinflamatorios y antiinflamatorios a medida que los individuos envejecen.

La activación aguda de los procesos inflamatorios puede ser adaptativa en respuesta a patógenos y daño tisular, pero la inflamación crónica de bajo grado se ha relacionado con un mayor riesgo de trastornos relacionados con la edad, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, y la demencia.

Una posible explicación de estos resultados es que la dieta antiinflamatoria podría reducir la inflamación sistémica (especialmente entre personas con ECM), lo que ralentizaría el desarrollo de la demencia. Además, la presencia de interacciones significativas entre el estado de las ECMs y el potencial inflamatorio de la dieta en el presente estudio podría sugerir que los posibles beneficios de una dieta antiinflamatoria para la salud cognitiva y cerebral pueden ser más pronunciados en personas con ECMs. Esto justifica una investigación más profunda en estudios futuros.  

Conclusiones

En este estudio de cohorte, los participantes con ECM y dieta antiinflamatoria tuvieron un menor riesgo de demencia en comparación con aquellos con una dieta proinflamatoria. Además, las personas con ECMs y dieta antiinflamatoria tuvieron un VMG significativamente mayor y un VHMB menor que sus contrapartes con una dieta proinflamatoria. En conjunto, estos resultados destacan a la dieta antiinflamatoria como un factor modificable que puede apoyar la salud cerebral y cognitiva entre las personas con ECMs.